22 de septiembre de 2013, 15:09Bogotá, 22 sep (PL) El Comité para la Defensa del Agua y el Páramo de Santurbán elevó a Naciones Unidas una carta en la que expresa preocupación por la intención del gobierno colombiano de permitir actividades mineras en esa norteña zona.
En el documento, difundido por la emisora Caracol Radio, el Comité, el Congreso Ambiental del departamento de Santander (Casa Aguaya) y la Organización Franciscans Internacional, denuncian las posibles implicaciones ambientales por la megaminería subterránea en esa región.
La misiva fue entregada durante la 24 sesión del Consejo de Derechos Humanos de la ONU en Ginebra, Suiza, y en ella explican cómo el 70 por ciento de la población se abastece de fuentes que nacen de esos páramos. Son hábitat para la biodiversidad y son sumideros de carbono, sostienen.
Las organizaciones exhortaron a garantizar una delimitación del páramo que reconozca y proteja todas sus 160 mil hectáreas.
Exigieron al Estado abstenerse de otorgar licencias ambientales de explotación minera y tomar medidas concretas para proteger la sostenibilidad del derecho al agua para las dos millones de personas que dependen del páramo.
Asimismo pidieron investigar, detener y sancionar los daños que se han cometido, señala el texto.
Desde hace varios meses los habitantes de esa norteña región reclaman el cese de la presencia de las multinacionales mineras.
El páramo de Santurbán cuenta con una extensión aproximada de 160 mil hectáreas entre dos mil 800 y cuatro mil 290 metros sobre el nivel del mar. Su principal servicio ambiental es la generación de agua, que alimenta los acueductos de 48 municipios para 2,2 millones de personas.
Según cifras divulgadas por el especialista Guillermo Maya, el 82,1 por ciento de las hectáreas que conforman su parque nacional, están destinadas a multinacionales, empresas nacionales y personas particulares, entre ellas la canadiense Eco-Oro, con siete títulos.
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