25 de septiembre de 2013, 00:28Por Diony Sanabia Santo Domingo, 25 sep (PL) Juan Bosch, el primer presidente electo de manera democrática en República Dominicana tras el ajusticiamiento del dictador Rafael Leónidas Trujillo el 30 de mayo de 1961, sufrió un golpe de Estado hace hoy 50 años.
Esa acción puso fin al gobierno de solo siete meses de uno de los fundadores del Partido Revolucionario Dominicano en 1939 y quien se enfocó desde el poder en beneficiar a los sectores más desposeídos del pueblo.
También puso en práctica la Constitución de 1963, un documento considerado insuperable por los estudiosos antes y después de su surgimiento.
Dicha Carta Magna recogía la libre organización sindical, el respeto al derecho al trabajo y, sobre todo, la participación de los obreros en los beneficios de las empresas donde laboraban.
Al mismo tiempo, Bosch rechazó las presiones ejercidas por Estados Unidos y los ultraderechistas dominicanos para que limitara el libre ejercicio del pensamiento y declarara al comunismo como doctrina malsana e ilegal.
Su estilo de gobernar, consideró el recientemente fallecido historiador Franklin Franco, chocó con poderosos grupos económicos, eclesiásticos, extranjeros y militares remanentes del trujillismo.
El golpe de Estado, que no sorprendió al posteriormente fundador del gubernamental Partido de la Liberación Dominicana (PLD) en 1973, fue encabezado por el coronel Elías Wessin y Wessin.
Según Bosch, el suceso se debió a la corrupción entre los militares y por su negativa a comprar aviones británicos a un precio de cinco millones de dólares, en cuyo negocio el general Miguel Atila Luna, jefe de la Aviación Militar, se ganaría un millón 200 mil dólares.
Tal asonada militar representa una mancha y una vergüenza en la historia dominicana, manifestó la víspera el expresidente del país y líder del PLD, Leonel Fernández.
Los resentimientos de grupos de poder económico y social condujeron a la intolerancia y la intransigencia frente al gobierno de Bosch, sostuvo.
Como consecuencia inmediata del golpe, refieren historiadores, emergió una gran inestabilidad política, que concluyó en la Revolución de Abril de 1965, aplastada a su vez por la invasión de 42 mil marines de Estados Unidos.
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