07 de octubre de 2013, 10:02Washington, 7 oct (PL) Tras siete días sin señales de un acuerdo para el financiamiento del gobierno federal, se acerca el plazo del 17 de octubre para elevar el techo de deuda, previsible escenario en las próximas semanas de una batalla gigante en Estados Unidos sobre la política fiscal.
Mientras, en el Capitolio, demócratas y republicanos se acusaron mutuamente durante el fin de semana de mantener el cierre parcial gubernamental e incluso una propuesta republicana para pagar retroactivamente el salario a los trabajadores federales causó una airada reacción del líder de la mayoría del Senado, el demócrta Harry Reid.
Sin embargo, algunas fuentes estiman que a más tardar el martes pudiera producirse un acuerdo que no incluya la idea republicana de dejar sin fondos la aplicación de la ley de Salud u Obamacare, y se alcance un presupuesto para la continuidad de las actividades gubernamentales.
El senador demócrata Charles Schumer apostó este domingo a que si se somete a votación un proyecto con ese fin contaría con los votos necesarios para su aprobación.
Este fin de semana líderes demócratas de la Cámara baja publicaron una carta firmada por 195 representantes y cinco delegados sin derecho a voto instando a los líderes republicanos para permitir la votación de una resolución llamada de financiación limpia para solventar al gobierno.
Relacionado con este enfrentamiento, se acerca la fecha límite del 17 de octubre para aumentar el límite de deuda y la posibilidad de un impago comienza a vislumbrarse más en el país y los mercados financieros mundiales.
Fuentes del Congreso indican que a cambio de la aprobación de una ley de financiamiento del gobierno y aumentar el límite de la deuda hasta el próximo año, los republicanos buscarán un paquete de reforma fiscal.
El paquete opositor está enfocado en introducir recortes a los pagos de beneficios federales, algo que apunta a afectar a los sectores de más bajos ingresos del país que usan programas de ayuda para la salud y alimentos, entre otros.
La Casa Blanca y los líderes demócratas en el Congreso han reiterado durante meses que no están interesados en ningún acuerdo de ese tipo.
Al respecto, funcionarios en la Casa Blanca reiteraron este lunes la posición de la administración del presidente Barack Obama de no negociar con los republicanos en el Congreso bajo la amenaza de un incumplimiento del pago de deuda, y reiteraron que depende del Congreso aumentar el límite de endeudamiento del país.
Según dijo Gene Sperling, director del Consejo Económico Nacional, nunca hubo un periodo en el que haya una facción o una estrategia seria por parte de un partido político para utilizar la amenaza de un incumplimiento de pagos como la principal táctica para ganar políticas.
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