CADA CUAL ARRIMA LA SARDINA A
SU ASCUA. Dice un viejo refrán español
(Estractos)
No hubo secretismo como en la ex Unión
Soviética o en la Francia durante el mandato de François Mitterrand.
¿La
intención era decir que en la URSS había secretismos o lo de la Unión Soviética
vino de voleo? Al hilo de la lectura de todo el artículo da esa impresión
Los mandatarios de países vecinos y hermanos
fueron, a menudo, más cálidos que los políticos locales. La presidenta Dilma
Rousseff (que la viene pegando mucho en su discurso en los meses recientes) la
describió como “mi amiga” y “amiga de Brasil”. Rousseff es una estadista: sabe
lo que dice y por qué lo dice. Su ejemplo resalta dentro de lo fue una
tendencia. En pleno conflicto por la pastera, el presidente uruguayo José
Mujica destacó las condiciones de “luchadora y militante” de su colega
argentina. Lo cortés no quita lo valiente... en otros pagos de la Patria
Grande.
Echo en falta, en la misma línea
de lo escrito anteriormente, los Nombres de Castro, por ejemplo. De Evo
Morales, por ejemplo. De Rafael Correa, por ejemplo…
Lo que el episodio vuelve a resaltar es la
enorme centralidad de Cristina Kirchner, en la gestión de gobierno y en
liderazgo de su fuerza política. Ese rol, en cierta medida, tiene un momento de
inflexión ya fijado. Es el fin de su mandato presidencial, que no puede
renovarse conforme la regla constitucional vigente, que no será reformada en el
corto plazo.
Por supuesto, esa regla
constitucional, parida en imperio del Norte, no es fácilmente cambiable; hay
que tener arrestos para hacerlo.
Demasiadas maldades se han escuchado o leído
o percibido en estos días. Las circunstancias difíciles son, con asiduidad,
reveladoras de las calidades de los protagonistas. Hay quien equipara un
percance de salud, que cualquiera puede padecer, con una suerte de castigo
divino por el abuso de poder. La estadística no acompaña el razonamiento, tan
interesado. Abundan ejemplos de déspotas, dictadores o genocidas que llegaron a
edad avanzada: Francisco Franco, Augusto Pinochet, varios jerarcas de la
dictadura militar argentina sin ir más lejos.
No sé por qué, pero me da la
impresión (cae en verso) que por algún caso, quizá sea mi mala uva, no se ha
puesto Perón.
SÍ, AL HILO DE LA LECTURA…
Por Mario Wainfeld