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General: REPSOL NO ES ESPAÑA .-
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De: Ruben1919 (Mensaje original) |
Enviado: 27/04/2012 21:30 |
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Repsol No es España. La única manera de entender las razones que provocan el furor con que el gobierno español, los medios de comunicación y tantos tertulianos de toda laya defienden a Repsol no puede ser otra que comprobar el amplio listado de ex autoridades del Estado, incluyendo actuales ministros, que han estado en su nómina, las miles de páginas y horas de su publicidad que financian a los medios y quién sabe qué otro tipo de influencias más inconfensables e inconfesadas.
Defender la españolidad de Repsol es algo demasiado forzado y olvidar que los que ahora lo hacen con tanto ímpetu fueron, en su gran mayoría, los que promovieron y llevaron a cabo la privatización de empresas que entonces sí que eran efectivamente españolas, no solo porque la totalidad o la inmensa mayoría de su capital era español, lo que quizá incluso sea lo de menos, sino porque la estrategia empresarial que perseguían respondía a intereses nacionales y no globales que apenas si repercuten en el progreso de España y en el bienestar de sus ciudadanos.
Desde que fue privatizada, Repsol tiene su cerebro y su alma puestos en otros lugares e intereses y no se puede decir que haya sido España en su conjunto quien se haya beneficiado de su actividad empresarial. Utiliza paraísos fiscales para tratar de tener aquí la menor carga fiscal posible, ha destruido empleo y a docenas de pequeñas y medianas empresas española al someterlas a condiciones de pagos draconianas a pesar de que cuenta con abundantes recursos financieros y liquidez suficientes.
Es por ello una perversión inaudita que el gobierno y ex políticos en su nómina salgan a defenderla y que no dijeran nada cuando Repsol actuaba de esa manera lesiva para la economía nacional.
Y si la actuación en España de Repsol ha resultado tan escasamente beneficiosa para nuestros intereses nacionales su comportamiento en el exterior resulta sencillamente vergonzoso y justifica que los españoles “de bien y como Dios manda”, por utilizar la expresión que tanto le gusta a Mariano Rajoy, hubieran condenado hace tiempo sus desmanes y tropelías, especialmente, por cierto, en las tierras que en los discursos oficiales tanto alabamos considerándolas como nuestras hermanas. En Ecuador, Bolivia y otras latitudes ha provocado grandes daños medioambientales y sociales y vulnera constantemente los derechos humanos de pueblos enteros, generando una ingente deuda ecológica allí donde actúa. Como otras multinacionales, que en realidad no tienen Patria alguna, Repsol ha promovido gobiernos totalitarios con los que poder llegar a acuerdos que la exonerasen de pagar impuestos y cuando otros dignos y con vergüenza se lo han exigido ha puesto el grito en el cielo y recurrido a su españolidad, como ahora, para recabar el apoyo de gobiernos y medios de comunicación.
¿Dónde estaban entonces los defensores del libre mercado y la competencia, de la justicia, la libertad y los derechos humanos?
En Argentina, como en otros países, Repsol utiliza las respectivas filiales nacionales, como hacen todas las empresas multinacionales, para fijar los llamados “precios de transferencia” (artificialmente bajos para hacer que aparezcan pérdidas allí donde conviene y beneficios en donde pueden conseguir tratamiento fiscal y condiciones políticas más favorables). Y en lugar de orientar la explotación de los recursos nacionales hacia el abastecimiento interno que cubra las necesidades de la población y satisfaga los respectivos intereses nacionales, se utiliza como parte de una estrategia de maximización de beneficios global que, entre otras cosas, pasa por considerar al petróleo, y al resto de las materias primas, como una commodity, es decir, no solo un bien orientado a la producción y el consumo sino, sobre todo, a su utilización como activo financiero para especular con él en los mercados.
Confundir los intereses de Repsol con los de España es un insulto a la inteligencia de los españoles. Ni es española por la composición de su capital -mayoritariamente en manos de intereses extranjeros-, ni por la estrategia empresarial que persigue ni, como he dicho, porque beneficie principal o sustancialmente a las familias o empresas españolas. Más bien todo lo contrario.
Y la defensa numantina que ahora quiere hacer de Repsol el gobierno resulta verdaderamente patética y vergonzosa cuando día a día se somete sin más a los mercados, a los bancos que han provocado la crisis, a los grandes grupos empresariales y al gobierno alemán que impone medidas totalmente lesivas para los intereses españoles. ¡Eso sí que merecería una respuesta valiente y patriota por parte de nuestro gobierno y de los medios de comunicación!
Lo que está haciendo el gobierno es patético y se debe decir claramente: no está defendiendo los intereses de España y de sus ciudadanos, como dice, sino de una gran empresa a la que España, el bienestar de su población o la situación de las empresas que verdaderamente están aquí tratando de sacar adelante la actividad y el empleo sin gozar del apoyo y los privilegios de Repsol, le importan un rábano en el día a día de sus actuaciones
Ya está bien de tanto teatro y de tanta sumisión ante los grandes. Lo que necesitamos en España no son precisamente repsoles que se dediquen a ganar dinero a espuertas en Argentina y otros países a base de mal explotar sus recursos, de evadir impuestos y expatriar beneficios a paraísos fiscales, sino un gobierno digno que se plante ante quienes de verdad están llevando a la ruina a la economía española.
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ESTAMOS CON ARGENTINA .-
PF
La recuperación de su riqueza petrolera y gasífera iniciada por la hermana República Argentina, constituye un hecho relevante para América Latina. Por supuesto, es todo un suceso para el pueblo argentino que ejerce su soberano derecho de rescatar a YPF para el patrimonio nacional. Al firmar el proyecto que expropia a la transnacional española Repsol el 51% de Yacimientos Petrolíferos Fiscales -la empresa que desarrolló la industria petrolera, privatizada hace 14 años por el neoliberalismo que campeaba en el gobierno de ese país-, la presidenta Cristina Fernández tomó una decisión histórica, que respalda la nación y que merece el más decidido apoyo de los países latinoamericanos. El proyecto ya ha sido aprobado en el Senado y dentro de poco, el petróleo y el gas volverán a ser totalmente argentinos.
El derecho de la República Argentina a tomar esta decisión necesaria al interés nacional es incuestionable, y las amenazas del gobierno español -sumido en profunda crisis económica y social- no tienen más asidero que la arrogancia que le permite el apoyo de la maltrecha Unión Europea.
Hace más de cincuenta años, la Asamblea General de Naciones Unidas aprobó la resolución 1803 (XVII) de 14 de enero de 1962, que reconoce el derecho de los Estados a disponer en plenitud de sus recursos naturales y estratégicos. Señaló que por razones de utilidad pública, seguridad o interés nacional procede la nacionalización, expropiación o requisición de dichos recursos. Especifica, además, que “la vulneración de los derechos soberanos de los Estados y naciones sobre las riquezas o recursos naturales es contraria al espíritu y a los preceptos de la Carta de Naciones Unidas y entorpece la cooperación internacional y la preservación de la paz”. El interés nacional por razón de utilidad pública en la renacionalización del petróleo y el gas argentinos es un hecho objetivo. En 14 años, Repsol, la transnacional hispana, fue incapaz de elevar la producción de acuerdo a lo prometido. Argentina se ha visto así en la obligación de importar combustibles por más de 9 mil millones de dólares. Tampoco en ese periodo Repsol aumentó la exploración y explotación de las reservas de petróleo y gas que existen en abundancia en el país, provocando una seria crisis energética. Las acusaciones por daño ambiental contra Repsol asimismo son graves en las provincias petroleras argentinas. Por otra parte, el reciente descubrimiento de ricos yacimientos de petróleo y gas no convencional en la zona de Neuquén-Mendoza, demanda inversiones y una capacidad de manejo que exceden el limitado desempeño de Repsol en esas materias.Como han recordado diversos analistas, el desempeño de Repsol-YPF ha sido insuficiente para cubrir las necesidades de Argentina. Entre 2004 y 2011 la producción petrolera descendió casi en 20% y la de gas en 13%. Las reservas probadas de petróleo y gas también disminuyeron.
Como cabía esperar, la empresa española ha protestado por la decisión argentina y a través de amenazas y gestos agresivos del gobierno que encabeza Mariano Rajoy, pretende obtener la mayor indemnización posible. La solidaridad de tono matonesco desplegada por el gobierno de España en apoyo a Repsol, ha convertido un problema entre un gobierno y una empresa privada en un conflicto entre Estados. Una vez más, se repite el fenómeno de esas alianzas gobierno-multinacional que bien conocemos en América Latina y que Chile sufrió en la década del 70. Entre el 35 y el 50% de las ganancias de las transnacionales españolas provienen de América Latina. Parece existir, incluso, un problema de mala conciencia. América Latina ha sido una zona predilecta de los capitales españoles, actuando muchas veces en complicidad con gobiernos y empresas asociadas en cada país. Así han logrado que se dicten leyes con franquicias que facilitan sus elevadas ganancias y remesas al exterior. La nación chilena, por ejemplo, tiene pésimas experiencias con las empresas españolas Telefónica y Endesa, con Aguas Andinas y con los bancos hispanos BBVA y Santander, entre otras compañías que controlan parte considerable de la economía chilena.
Expropiar una transnacional en tiempos de la globalización produce -hoy como ayer- espasmos y amenazas de los organismos financieros internacionales y de los gobiernos de aquellos países que controlan la economía mundial. En ese sentido, con la renacionalización de YPF, Argentina ha confirmado su calidad de “país rebelde” que se ha jugado en defensa de su independencia económica. En efecto, Argentina fue capaz de suspender el pago de la deuda externa y desobedecer las instrucciones del Fondo Monetario Internacional, es decir de Estados Unidos, y salió adelante a pesar de amenazas y presiones. Su economía creció en vez de derrumbarse, como profetizaban los “expertos” neoliberales. Argentina ha tenido un crecimiento récor, aumentaron el empleo y las políticas sociales. Redujo fuertemente la pobreza y disminuyó la polarización social. Terminó con el negocio de las instituciones previsionales privadas (equivalentes a nuestras AFPs). Hace pagar impuestos a los latifundistas exportadores de soya y para colmo, ha fortalecido sus vínculos con Venezuela y participa activamente en iniciativas integradoras como Unasur y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), que ha causado una sonada derrota a EE.UU. y Canadá en la cumbre de Cartagena de Indias (Colombia). Argentina constituye, por lo tanto, un mal ejemplo y tiene que ser castigada. Este es el razonamiento de los amos del mundo.
En Chile las reacciones a la recuperación de YPF han sido variadas. El gobierno, luego de algunas declaraciones contradictorias, decidió mantenerse a la expectativa junto con recordar que la Empresa Nacional del Petróleo (Enap) tiene un contrato con Repsol-YPF. Los empresarios, por su parte, han expresado su molestia porque tienen grandes inversiones en Argentina, que creen en peligro. Las diversas expresiones orgánicas de la Izquierda, entretanto, han apoyado la nacionalización de YPF. Asimismo distintas organizaciones sociales. Sin embargo, esa solidaridad aún es débil. Argentina necesita mucho más apoyo de sus hermanas, las repúblicas latinoamericanas. Las amenazas del gobierno español deben hallar una respuesta a la altura de las circunstancias. Por ejemplo, preparar desde ya el boicot a los productos y servicios de las empresas españolas. Nuestro país y Argentina tienen una relación de hermandad que hunde sus raíces en la guerra de Independencia contra España. Esa relación histórica sólo ha sido quebrantada en contadas oportunidades por gobiernos reaccionarios, como fue la ignominiosa colaboración de las FF.AA. chilenas -comandadas por el dictador Pinochet- con Gran Bretaña durante la guerra de Las Malvinas.
“Mientras Argentina viene de vuelta, Chile sigue empeñado en dejar en manos privadas los hidrocarburos”, fue la frase medular del Sindicato de Trabajadores de Enap-Magallanes en una declaración sobre el tema. La Empresa Nacional del Petróleo, en efecto, vive la amenaza permanente de una privatización. No se ha materializado por la resistencia de los trabajadores y la importancia de la empresa en regiones como Magallanes. Ahora mismo, el “gobierno corporativo” que las autoridades estudian para Enap pudiera significar una privatización parcial. Es lo que espera El Mercurio, que en un editorial postula que sería la oportunidad para privatizar “al menos una fracción minoritaria” de Enap, para “someterla al examen del mercado”. La situación de esta empresa nacional es aún más peligrosa si se considera que el nuevo ministro de Energía, Jorge Bunster, proviene de la plana mayor de Copec, la compañía distribuidora de combustibles. La causa argentina en pos de la recuperación de las Islas Malvinas, del petróleo y el gas, debe convertirse en bandera de lucha de los pueblos latinoamericanos. La recuperación de sus riquezas básicas es un paso fundamental para el progreso, la integración y el triunfo de gobiernos que atiendan efectivamente los intereses de sus pueblos. Chile también, en algún momento, tendrá que enfrentarse a las transnacionales que se han adueñado del cobre, del agua, de la energía, de las comunicaciones y del sistema financiero.Tendremos que hacerlo para construir un Chile justo y democrático.
Editorial de “ Punto Final”, edición Nº 756, 27 de abril, 2012 |
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El 42 % de las acciones de Repsol pertenecen a British Petroleum
Podemos considerar como hechos aislados, la expulsión de los barcos de bandera pirata de Falkland Island (UK) del puerto de Montevideo en diciembre 2011, la declaración de Ushuaia del 25 de febrero y el bloqueo del puerto de Ushuaia a tres cruceros británicos procedentes de Malvinas el lunes 27 y la expropiación del 51 % de Repsol a favor de YPF ?
Recordamos haber denunciado que Repsol abastecía de combustibles a los “bombardeos humanitarios” que masacraron a nuestro hermano pueblo libio aliado incondicional en la defensa de Malvinas y del gobierno popular ante el golpe del 76.
Durante todo el año pasado expulsamos, repudiamos, bloqueamos y finalmente rechazamos una exploración petrolera en la Cuenca de Malvinas, frente a Río Grande, TDF. La UTE estaba conformada por la empresa “española” que utilizaba para sus fechorías el nombre de YPF, junto a Petrobrás y Pan American Energy (todas, con capitales de la British Petroleum) Venían bancados por De Vido, Timerman y el Almirante Godoy.
La construcción de poder popular y patriótico en cada uno de los puertos en que enfrentamos al usurpador, nos permitió forjar la que llamamos Ley Gaucho Rivero, que prohíbe el amarre o abastecimiento de buques o aeronaves de bandera británica o de conveniencia, que realicen tareas de exploración o saqueo de los recursos naturales en la Cuenca de Malvinas.
Esta ley se replicó en Santa Cruz y Chubut, o sea, en todo el litoral petrolero de la Argentina. Y cuando el cipayo Buzzi declaró que iba a permitir el amarre de los buques expulsados de Ushuaia, una delegación de Veteranos de Guerra y militantes recorrió cada uno de los puertos que participaron del bloqueo. En Comodoro Rivadavia, la presencia de un buque inglés cargando cemento con destino a “paraguay” terminó con cuatro de nuestros compatriotas heridos, tres de ellos de gravedad, cuando intentaron impedir la maniobra y fueron brutalmente reprimidos por un dinosaurio que manchaba el uniforme malvinero de la PNA, al grito de: zurdos de mierda, los deberíamos haber matado a todos cuando pudimos. En Madryn, una marcha del MT 28 (MPR Quebracho) encabezada por veteranos de Tierra del Fuego, Santa Cruz y Chubut, dos de ellos sobrevivientes del Belgrano, dejó bien claro que lo que con el piquete se gana con el piquete se defiende.
Sobre la valiente actitud de Fabiana Ríos al aplicar la Ley, comparable solo en nuestra historia con la de Juan Manuel de Rosas cuando defendió la Vuelta de Obligado o Isabel Perón que mandó a cañonear el barco de Shackleton, tuvimos el apoyo de la presidenta Cristina Fernández Kirchner que también hizo historia, al llamar al pueblo argentino al boicot del capital inglés. Sus ministros de industria y relaciones exteriores también anunciaron medidas de resistencia y bloqueo a la usurpación. Y luego del 2 de Abril, desde Ushuaia, Capital de las Islas Malvinas, Randazzo apoyó explícitamente la aplicación de la Ley Gaucho Rivero.
Ese 2 de Abril, frente a la cueva del pirata, compartimos una marcha de miles de compatriotas con los dirigentes de diferentes organizaciones sociales y políticas que iban desde la reivindicación de los montoneros y el erp a Isabel Perón. Y lo que nos unió en un acto sin incidentes, fue identificar al enemigo principal, Inglaterra y la utilización de elementos jurídicos e institucionales para derribar los Acuerdos de Madrid y Londres.
Cuando preparábamos el Malvinazo, acto popular y patriótico en la Plaza Islas Malvinas de Ushuaia, que se realizó el sábado siguiente al bloqueo, los británicos anunciaron el envío al continente de un grupo de comandos SAS (fuerzas especiales) que tendrían como objetivo proteger al príncipe no de las acciones del gobierno nacional o del fueguino, sino de un “grupo de extremistas argies”. También vimos los videos en los que practican su puntería contra la lancha del “frente de liberación por Malvinas”. En Montevideo, mientras intentábamos recuperar tan solo el nombre del buque VGM Yehuin, capturado por Inglaterra como botín de una guerra que nunca se declaró y que hace 30 años está privado de su nombre y su bandera, una operación de prensa británica nos acusó de nuevo de extremistas y supuestos veteranos que queríamos “copar” un barco uruguayo.
No era la primera vez que nos acusaban de ser parte de “Quebracho”. Dijeron que esa organización iba a quemar el puerto el día que llegamos a Deseado y en Río Grande, el blanco era el aeropuerto, allá por junio/julio 2011. La verdad es que los compañeros de esta organización hermana, estuvieron codo a codo, en la campaña contra la flotilla pirata y en la sanción y defensa de la Ley Gaucho Rivero. Y no participaron de la operación de Montevideo ni en los disturbios de la embajada inglesa. Nosotros, hay que repetir, tampoco. En dos años de campaña pública, la Resistencia Patriótica NUNCA se enfrentó con fuerzas de seguridad, porque NUESTRO ENEMIGO ES INGLATERRA.
La dirigencia que tuvo que respetar los acuerdos de Madrid y Londres no puede, hoy, exigir a la justicia que considere como norma jurídica algo que no lo fue ni lo es. Por eso, con el bloqueo a los barcos ingleses provenientes de Malvinas se descubrió que SE PUEDE ir contra la capitulación. Y con la con la expropiación de Repsol (BP), con la apertura de la Causa Yehuin, con la exigencia de obtener la TARJETA BLANCA para ir a Malvinas sin pasaporte, ladrillo por ladrillo, vamos a ir derrumbando el Versalles argentino.
La hermandad de los patriotas y vecinos, esta que nació en los puertos, junto a los trabajadores organizados y los movimientos sociales y estudiantes y los queridos veteranos de Guerra de Malvinas, hoy inscribe sus acciones dentro de la política de estado de la Argentina por la recuperación de las Islas Malvinas, por el petróleo, por Famatina, contra el saqueo y la usurpación. Como decidimos aquella vez en Mar del Plata (sabiendo que no nos tiembla el pulso para tirarles con una piedra o una botella) preferimos echar de nuestra tierra a esos gringos patasucias, como ya rajamos a la embajadora Shane Morgan. Con la Ley Gaucho Rivero, con la Expropiación de YPF, con organización, movilización y mandato popular.
NO HAY PUNTO FINAL PARA MALVINAS
Tomado de Resistencia Patriótica .-
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Petrolera venezolana evalúa proyectos con española Repsol |
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16 de octubre de 2013, 16:40Caracas, 16 oct (PL) La estatal Petróleos de Venezuela (Pdvsa), líder del sector nacional de hidrocarburos, evalúa diversos proyectos de inversiones conjuntas con la compañía española Repsol en varias zonas del país, informó hoy el presidente de la primera, Rafael Ramírez.
Indicó que en los planes se incluye un financiamiento cercano a los mil 200 millones de dólares para la empresa mixta Petroquiriquire.
La sociedad, creada en 2006, opera en los campos de hidrocarburos Quiriquire (estado de Monagas), Mené Grande, Barúa y Motatán (en el occidente del país).
Para ello, Ramírez intercambió este miércoles con la máxima autoridad de Repsol, Antonio Brufau, y afirmó que el convenio se encuentra en su fase final de diseño.
De esa forma, la producción llegará hasta 75 mil barriles diarios, frente a un volumen promedio actual de 40 mil toneles.
Ambos directivos colocaron en la agenda la posibilidad de sumar áreas adicionales para la explotación, lo cual estará sujeto a los resultados de la prospección ya realizada.
Asimismo, analizaron la marcha de la empresa mixta Petrocarabobo, constituida en 2010 entre Pdvsa y el consocio integrado por la española Repsol, las indias ONGC, Oil y IOC y la malasia Petronas.
Ramírez agregó que diseñarán un esquema para que las empresas mixtas de la Faja tengan mayor autonomía en el desarrollo de las operaciones de producción.
jf/mem |
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