El presidente de la fundación de ayuda Progetto Arca, Alberto Sinigallia, informó este jueves que la cifra de refugiados sirios que se han visto obligados a acampar en la estación central de trenes de Milán (norte de Italia) ascendió a 150; al tiempo que advirtió que este número podría incrementarse.
"De 60 (refugiados) pasaron a ser 120 y hoy contamos unos 150, es
probable que mañana (viernes) lleguen a ser 200-220", vislumbró
Sinigallia, quien además comentó que los refugiados sirios buscan
dirigirse al norte de Europa, pero debido al cierre de fronteras hacia
Francia, Suiza y Austria han tenido que hacer parada obligatoria en
Milán.
De igual forma explicó, que desde hace varios días familias enteras
con niños, duermen en varias salas de espera e inclusive en las
escaleras automáticas del recinto; por lo que voluntarios de su
organización han distribuido comida y agua, aunque temen que el flujo,
que inició hace quince días, se incremente.
"Hasta hace dos días llegaban entre 30 a 40 personas por día, pasaban
la noche y seguían en la mañana hacia el norte de Europa. Les
garantizamos cobijas y comida, pero con el cierre de las fronteras de
Francia, Suiza y Austria, no sabemos lo que puede pasar, porque la gente
sigue llegando. El problema va a estallar aquí", advirtió.
Recientemente una familia - los padres y dos hijas- fue obligada por
la policía austríaca a regresar a Italia mientras se encontraba en un
tren que se dirigía a Alemania. El padre, de unos 35 años, contó que
tenía una empresa de construcción en Homs (Siria), y que parte del
dinero que había ahorrado para venir a Europa se le desapareció durante
la detención en Austria.
La travesía de la familia desde Homs duró cinco meses y pasaron por
Jordania, Egipto y Libia, de donde zarparon para la isla siciliana de
Lampedusa y de allí a Milán, con el sueño de llegar a Noruega, contó.
Al menos 40 personas que esperaban entrar en Francia fueron obligadas
a regresar, por lo que la alcaldía de Milán dispuso una unidad de
crisis para hacer frente a la que teme se podría convertir en una
emergencia humanitaria.
"Les ofrecemos quedarse en hoteles, pero no se quieren quedar en
Italia", contaron fuentes de la la alcaldía, que pide ayuda al gobierno
para encarar la situación después del drama a inicios del mes de frente a
Lampedusa, cuando naufragó una embarcación con unos 500 inmigrantes
causando la muerte de más de 300, la mayoría somalíes y eritreos.
Italia registró este año una llegada excepcional de inmigrantes
ilegales: 30 mil desde el inicio del año, cuatro veces más que en el
2012. La mayoría provienen de Siria o del Cuerno de África y atraviesan
en barcazas el Mediterráneo.
Desde 2011, Siria ha sido escenario de fuertes disturbios creados por
los terroristas, de los que, según informes oficiales, un alto número
son extranjeros. Recientemente, el Ministerio del Interior del Reino
Unido, además de corroborar la información, expresó su preocupación por
la futura repatriación de los “terroristas británicos entrenados” que
militan en Siria.