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Las medidas de ajuste neoliberal adoptadas por el ultraconservador gobierno del cuestionado presidente Mariano Rajoy, deslegitimado por escándalos de corrupción, han llevado a España a una de sus peores crisis económicas desde la Guerra Civil de mediados de los años 30.

Según un informe elaborado por Cáritas, ya son tres millones los españoles que viven debajo de la línea de pobreza de 307 euros por mes. Desde el inicio de la crisis en 2007, la cifra se duplicó.

El índice de pobreza se duplicó en España, desde el inicio de la crisis, y ya afecta a tres millones de personas. Cáritas advierte, en un informe publicado ayer, sobre un escenario futuro aun peor derivado de la profundización del ajuste. Estos pobres, que viven con menos de 307 euros al mes, representan el 6,4 por ciento de la población del país, con 46 millones de habitantes. La tasa duplica la de 2007, que fue del 3,5 por ciento, de acuerdo con el informe del Observatorio de la Realidad Social 2012 de la organización católica de asistencia. El rostro más visible de los nuevos pobres y excluidos es el de los desempleados de larga duración, las mujeres solas con hijos o personas a su cargo, parejas jóvenes con hijos y los inmigrantes extracomunitarios. “La pobreza es generalizada en España pero tiene foco y se nutre de los más vulnerables”, aseguró el secretario general de Cáritas España, Sebastián Mora, al presentar el informe en conferencia de prensa en Madrid.

Asimismo, Mora denunció que existe una preocupante situación de abandono, injusticia y desposesión de derechos básicos de los más pobres por parte del Estado. También dibujó una coyuntura explosiva debido a que las redes de protección familiar y social, que al principio de la crisis sirvieron para contener la exclusión, se han debilitado en los últimos años mientras los ahorros familiares se agotaron. “Nos aproximamos a un modelo social darwinista (anglosajón) con pocos ganadores y muchos perdedores”, aseguró el texto del informe de Cáritas. La organización señaló además que la exclusión social se agravará en la medida que se prolonguen las políticas de ajuste neoliberales y los actuales índices de desempleo.

La última Encuesta de Población Activa (EPA), del segundo trimestre del año, eleva el desempleo de España al 26,26 por ciento, es decir, 5,9 millones de personas, mientras las previsiones del Fondo Monetario Internacional indican que el próximo año se incrementará hasta el 26,7 por ciento. En ese sentido, la entidad asistencial advirtió sobre la irrupción de una segunda ola de empobrecimiento y exclusión social, con efectos más intensos, derivada del agotamiento de las ayudas económicas, la prolongación de las situaciones de desempleo y las políticas de ajuste.

A su vez, la organización sostuvo que la desigualdad también aumentará, siendo el país con el valor más elevado de toda Europa. En España, el 20 por ciento de la población más rica concentra 7,5 veces más riqueza que el 20 por ciento más pobre, según datos de Eurostat, la oficina de estadísticas europea, que figuran en el informe. Esta tendencia a una mayor desigualdad corre riesgo de verse incrementada por el elevado desempleo, la pérdida de capacidad adquisitiva de la población (el ingreso medio cayó un 4 por ciento desde 2007 y los precios aumentaron un 10 por ciento); el debilitamiento de las políticas sociales y el recorte progresivo de derechos. En el informe se destacó que el incremento se produce pese a que el umbral de pobreza bajó, pasando de 15.900 euros al año por hogar –grupo familiar conformado por dos adultos y dos menores– en 2009, a 14.700 euros al año en 2012.

Cáritas apuntó directamente a los cambios en las políticas sociales del gobierno del Partido Popular de Mariano Rajoy, y manifestó que esas medidas están teniendo consecuencias negativas directas sobre las personas más vulnerables. Desde el inicio de la crisis, Cáritas triplicó el número de personas atendidas, hasta alcanzar la cifra de 1,3 millones en 2012, y el volumen de recursos destinados a ayudas económicas directas a familias, por 44 millones de euros el año pasado. La radiografía de la crisis la completa otro dato significativo: un éxodo de casi dos millones de personas en los últimos cuatro años, según datos del Instituto Nacional de Estadísticas (INE). Esta cifra se desprende del número de españoles residentes en el extranjero, 1,9 millones de personas, y de los inmigrantes que abandonaron y que hicieron descender la población extranjera en 200.000 personas.

Página/12, Buenos Aires, 11 de octubre de 2013.