El presidente de Siria, Bashar
Al-Assad, se reunió este miércoles con el enviado especial de las
Naciones Unidas (ONU) y la Liga Arabe para Siria, Lajdar Brahimi, en
Damasco (capital de Siria) en el marco de los esfuerzos para lograr la
celebración de una conferencia de paz en Ginebra.
El mandatario árabe insistió en la necesidad de terminar
con el "apoyo al terrorismo" en su país para propiciar un diálogo.
Según la televisión oficial siria, Al-Assad destacó que el cese del
respaldo a los terroristas y la presión a los países que los patrocinan
son los pasos más importantes para propiciar una conversación.
El corresponsal de teleSUR en Siria, Hisham Wannous,
señaló que “el presidente Bashar Al-Assad cuestionó que Brahimi no ha
sido imparcial sino que ha tomado partido de un grupo, y que es
importante que los grupos armados dejen de recibir financiamiento para
pensar una solución al conflicto”.
Brahimi dijo que Irán pudiera asistir a la cita de Ginebra, algo que
no sentó bien en los grupos armados y la oposición política quienes
defienden que cualquier negociación debe partir de la base de que el
presidente sirio debe abandonar el poder.
Por su parte, Al Assad e Irán aseguran que están dispuestos a acudir si no hay condiciones previas.
El embajador iraní en Siria, Mohamad Riza Shebani, ha declarado este
miércoles en Damasco que Irán está dispuesto a acudir a la reunión de
Ginebra.
"Por supuesto, todo el mundo conoce los esfuerzos de Irán para ayudar
a una solución política de la crisis siria. La ausencia de Irán de este
encuentro no beneficia al mismo", defendió el embajador.
Este martes, el ministro de Exteriores sirio, Walid al Mualem, anunció que Siria asistiría a 'Ginebra-2'; sin embargo,
destacó que corresponde a los sirios decidir su futuro político y quién
les gobierna. Asimismo, dejó claro que Damasco rechaza "cualquier forma
de intervención extranjera"
En septiembre pasado, el presidente de los Estados Unidos, Barack
Obama, confirmó que un grupo de mercenarios, que fueron entrenados por
la Central de Inteligencia de los Estados Unidos (CIA, por su sigla en
inglés) fueron enviados a Siria para combatir contra el gobierno de
Al-Assad.
La información fue reportada por el rotativo estadounidense The New
York Times, que detalló que “el esfuerzo de los Estados Unidos para
entrenar a los armados está dando resultados. El primer grupo de 50
mercenarios, entrenados por la CIA, están empezando a infiltrarse en
Siria”.
Estados Unidos y otras naciones de Occidente utilizan el
argumento del presunto uso de armas químicas por parte del gobierno
sirio para impulsar una acción militar para derrocar al gobierno de
Bashar Al-Assad, aun cuando la nación árabe ha entregado pruebas de los
ataques con armas químicas por parte de los opositores armados, estos
mismos grupos han confesado tener este tipo de armas en su poder y haberlas usado, algo que ha sido ignorado por EE.UU. y la comunidad internacional.