La central eléctrica debió apagar sus generadores este fin de semana, debido a la falta de combustible resultada del bloqueo a ese territorio ocupado donde viven 1,8 millones de personas.

El portavoz de UNRWA en Gaza, Adnan Abu Hasna, llamó a todas las partes a encontrar una solución para evitar un empeoramiento de la situación de por sí precaria de sus habitantes.

“El cierre de la central eléctrica de Gaza tendrá consecuencias graves en la situación humanitaria en la Franja, que ya sufre grandes daños en sus plantas de saneamiento, en el suministro de agua a las casas, en los hospitales y en todos los aspectos de la vida. Todas las partes deben actuar para encontrar una solución a este problema porque esto sólo aumentará el sufrimiento de la gente de la sitiada y destruida Gaza”, apuntó.

Abu Hasna agregó que la Agencia de la ONU carece de recursos para proveer el combustible necesario para la operación de la central eléctrica.