Para el Che educar a los hombres, ayudarles a forjarse una nueva conciencia que asuma los valores de la sociedad que se quiere conquistar es misión principal de la vanguardia revolucionaria la cual, si de verdad lo es, no puede caer en la engañosa idea de que el socialismo puede implantarse por decreto ni que la ideología puede apresarse en un manual.
Nada educa tan eficazmente como el ejemplo y por eso él fue y será siempre nuestro mejor educador.