Surgieron como nación bajo el signo del expansionismo y el exterminio inmisericorde de los nativos. Glorificaron a los cowboys. Plantaron en la Constitución, en su Segunda Enmienda, el libre albedrío en la tenencia de armas. A base de cañones, misiles, y hasta armas nucleares, conquistaron territorios, derrocaron gobiernos y sometieron naciones. Los Estados Unidos están enfermos de violencia.
La reciente matanza en una escuela de Connecticut, que se llevó la inocencia de tantas vidas infantiles, ha vuelto a develar los gérmenes corruptos de una sociedad en decadencia, capaz de alcanzar los más altos niveles de desarrollo y riqueza (a costa de otros) y también, de cometer los crímenes más atroces.