Una primera auditoría a la Reserva Federal de Estados Unidos (FED, sigla en inglés) reveló que proporcionó ayuda urgente y en secreto por 16 billones de dólares a los más grandes bancos norteamericanos y europeos en pleno apogeo de la crisis financiera global, entre 2007 y 2010. Esta operación, protegida por el silencio, plantea muchas preguntas sobre el modus operandi de la Reserva Federal, que es una institución privada con ropaje gubernamental y “federal”.