29 de octubre de 2013, 01:33Por Roberto F. Campos*
La Habana.- Cayo Santa María, en la región centro-norte de Cuba constituye la más reciente propuesta del turismo cubano, moda bien justificada, debido a sus bellezas e infraestructura.
Ese escenario completa una serie de nuevas propuestas de las autoridades turísticas del archipiélago cubano, que apuntan más bien a modalidades de recreo vinculadas con la naturaleza, los deportes, y la apreciación de las bellezas en descansos de manera activa.
La belleza de los paisajes cubanos, tienen el valor añadido de una variedad que incluye conocer tradiciones gastronómicas, por ejemplo, la vida de las familias rurales o de los pescadores y comprender de mejor manera la existencia en esta isla.
Precisamente, una de las preocupaciones fundamentales del gobierno, está en la protección medioambiental y en presentar al mercado turístico internacional lugares hermosos, pero a la vez en consonancia con los reglamentos de una cultura verde.
Cayo Santa María constituye en la actualidad, uno de los puntos de recreo más sobresalientes, con muchos viajeros repitentes, sobre todo europeos, hasta el punto de en 2012 ese escenario ser sede de la Feria Internacional de Turismo FitCuba, principal bolsa de este sector en el país.
Paisaje, una infraestructura adecuada y una culinaria que resalta las recetas de la tradición criolla, pero adecuada a los valores de salud como patrones mundiales, caracterizan a este punto de la nación caribeña.
Si de moda se trata, el turismo también ocupa parte en ello. Sin embargo, apunta más bien a lugares que mucho tienen para exhibir, disfrutar y propiciar el reencuentro, como es el caso de Cayo Santa María, propuesta de una reciente bien justificada fama.
Un sitio sumamente paradisíaco, con conservación del medio ambiente, y una estructura hotelera y de servicios que sorprende a los más exigentes, en la combinación perfecta de paisaje y comodidades, impulso adicional de una náutica recreativa de altos quilates.
Se trata de islotes de arenas blancas y aguas sumamente limpias, característica que acompaña a otros cayos, no menos famosos, de su derredor como es el caso de Ensenachos y Las Brujas, sugestivos nombres capaces de atraer al más escéptico.
Para llegar al lugar, la manera ideal es a través de un camino sobre las aguas conocido por los cubanos como Pedraplén, de 48 kilómetros, que parte del poblado de Caibarién en el norte de la central provincia de Villa Clara (320 kilómetros de La Habana).
Por si fuera poco, la otra novedad que acumulan estos lugares está en que son los tres únicos islotes cubanos unidos entre sí por viales, obra constructiva destacada por el Premio Iberoamericano Puente de Alcántara debido al respeto del medio ambiente y su largo trayecto desde la Bahía de Buenavista, Reserva Natural de la Biosfera, para estar en los cayos.
Además del disfrute que propone el sol y la playa son sitios ideales para el buceo, el snorkeling, paseos en yate y otras excursiones, pues las autoridades turísticas de esa zona proponen a los viajeros más de 30 opciones recreativas de diferente tipo.
En la actualidad, esos tres cayos, con Santa María como eje y mas reclamado por los visitantes extranjeros, acaparan dos mil 113 habitaciones en cinco hoteles, de una arquitectura muy acorde con el entorno, símbolo de un auténtico color cubano.
Completa la propuesta una marina con catamaranes y varios tipos de embarcaciones de donde se parte cada día a favor de excursiones, buceo contemplativo y pesca, otorgando a ese escenario un toque de distinción que muchos seleccionan al tomar vacaciones en Cuba.
Desde la Bahía de Buenavista el paisaje es sorprendente, lugar considerado Refugio de Fauna con varias especies endémicas, contada la Jutía rata. Esa bahía limita con una amplia barrera coralina y por ese entorno se puede llegar a 500 cayuelos.
En particular, Cayo Santa María, cuenta con 13 kilómetros de largo y dos de ancho, para transformarlo en el más importante del grupo geográfico, con 18 kilómetros cuadrados, conocido como La Rosa Blanca de los Jardines del Rey.
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Periodista de la Redacción Económica de Prensa Latina |