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General: Priebke: Desde Bariloche a Roma y de ahí al infierno
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De: Gran Papiyo (Mensaje original) |
Enviado: 14/10/2013 04:36 |
Cuando cumplió 100 años :
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Sábado, 12 de octubre de 2013
A LOS CIEN AÑOS, MURIO EN ITALIA ERICH PRIEBKE, CRIMINAL DE GUERRA ARRESTADO EN ARGENTINA EN 1995
Desde Bariloche a Roma y de ahí al infierno
El capitán Erich Priebke, extraditado en 1996, falleció ayer en su casa de Roma, donde estaba bajo arresto domiciliario, cumpliendo una condena a cadena perpetua que le fue impuesta por la Corte Militar de Apelaciones en 1998.
Por Elena Llorente
Priebke fue descubierto en 1994 por un periodista estadounidense que lo entrevistó de sorpresa en una calle de Bariloche.
Desde Roma
Había cumplido cien años el 29 de julio el asesino de las Fosas Ardeatinas, la matanza de 335 civiles por los SS nazis en 1944, y había logrado evitar pasar sus últimos días en una cárcel italiana. El capitán Erich Priebke había sido arrestado en Bariloche en 1995 y extraditado a Italia para ser juzgado a partir de 1996. Falleció ayer en su casa de Roma, donde estaba bajo arresto domiciliario, cumpliendo una condena a cadena perpetua que le fue impuesta por la Corte Militar de Apelaciones en 1998. En julio se había sentido mal y fue internado en un hospital, para luego volver al departamento donde vivía –facilitado en 2009 por sus amigos nazifascistas de Roma– y de allí no salió nunca más.
Anticipándose a la posibilidad de que sus familiares residentes en Argentina pidan traer los restos de Priebke para que sean enterrados en este país, la Cancillería comunicó en su cuenta oficial de Twitter que no permitirá su ingreso.
En una entrevista “testamento” que dejó a su abogado para que fuera revelada sólo luego de su muerte, el oficial nazi no se arrepiente de su pasado, al contrario. “He elegido ser yo mismo”, responde a una pregunta sobre si sigue siendo nazi. “La fidelidad al propio pasado es algo que tiene que ver con nuestras convicciones. Se trata de mi modo de ver el mundo, mis ideales. El nacionalsocialismo ha desaparecido con la derrota y hoy, de todas maneras, no tendría ninguna posibilidad de volver a revivir”, dijo. Y más adelante, refiriéndose a los campos de concentración, indicó que “nunca se encontraron cámaras de gas en los campos de concentración, salvo una de ellas construida por los norteamericanos en el campo de Dachau (Alemania). Pero sí había inmensas cocinas que funcionaban para los internados e incluso un prostíbulo para sus exigencias”.
Según Priebke, “no hay testimonios confiables a nivel judicial o histórico sobre las cámaras de gas”. Y agrega como para terminar de poner en duda el tema: “Sé por experiencia personal de mi prisión y la de mis colegas cómo hacían los vencedores para sacarles confesiones en los campos de concentración a los prisioneros”. Y agrega: “He conocido personalmente los lager. La última vez estuve en Mauthausen, en mayo de 1944, para interrogar al hijo de Badoglio (jefe del gobierno italiano en 1943-44), Mario, por orden de Himmler. Di vueltas por el campo durante dos días. Había inmensas cocinas, pero no cámaras de gas. Lamentablemente mucha gente ha muerto en los campos de concentración, pero no por una voluntad asesina. La guerra, las condiciones de vida muy duras, el hambre, la falta de curas adecuadas, estaban a la orden del día, no sólo en los campos sino en toda Alemania, sobre todo a causa de los bombardeos indiscriminados”.
¿Y el Holocausto?, ¿qué fue según Priebke? “Nada más que manipulaciones de las conciencias visto que las nuevas generaciones, comenzando desde la escuela, han sido sometidas a un lavado de cerebro y obsesionadas con historias macabras para limitar la libertad de juicio”, particularmente divulgadas por el cine y la televisión, concluyó.
Descubierto en 1994 por un periodista estadounidense que lo entrevistó de sorpresa en una calle de Bariloche y denunció mundialmente que Priebke era uno de los protagonistas de la masacre romana, el capitán de las SS insistió en aquel reportaje en que no había matado a nadie y que, además, había cumplido órdenes. “En esa época, órdenes eran órdenes”, dijo al periodista estadounidense.
En las Fosas Ardeatinas, poco antes de que los alemanes que habían ocupado Roma empezaran a retirarse hacia el norte por la avanzada de los Aliados, fueron asesinados 335 civiles con un tiro en la nuca. Algunos de ellos estaban presos. Otros eran judíos que esperaban ser llevados a campos de concentración. Pero también cayó gente común, que caminaba por las calles, y hasta algunos muchachos de 14 y 15 años. Las órdenes nazis eran matar a 10 civiles por cada uno de los 33 militares que habían muerto el día anterior en un atentado que la Resistencia había hecho en Via Rasella, una calle de Roma. Pero en vez de matar 333 ellos mataron 335, lo que sirvió muchos años después como pretexto, dado que era un soldado y cumplía órdenes, para que la Justicia lo pudiera incriminar, entre otras cosas, porque no había cumplido las órdenes.
Al concluir la guerra y ayudado, se dice, por el Vaticano, Priebke logró escapar a la Argentina. Estuvo primero en Buenos Aires y luego en Bariloche, donde llegó a ser una figura conocida, sobre todo en la numerosa comunidad alemana. En 1995 fue extraditado a Italia y acusado de haber organizado y participado de la matanza de las Ardeatinas. En Argentina había sido defendido hasta su extradición por el penalista Pedro Bianchi, abogado defensor, también, de otros personajes nefastos como Emilio Massera y Leopoldo Galtieri. En Roma lo fue por varios abogados –ninguno le venía bien– y terminó en manos de uno famosísimo, Carlo Taormina, que de todas maneras no pudo evitar la condena.
Priebke no tendrá ningún funeral en Roma y sería llevado a la Argentina para ser enterrado en Bariloche, junto a su esposa Alicia, fallecida hace algunos años, dijo su abogado italiano Paolo Giachini. Cuando cumplió cien años, en julio, se organizaron manifestaciones en su contra frente a la casa donde vivía. Los manifestantes habían desplegado banderas de Israel, estrellas de David y cartelones alusivos. Uno de ellos decía: “El puede festejar sus cien años, sus víctimas no”. Ese día además fueron leídos los nombres de las 335 víctimas de las Fosas Ardeatinas bajo sus ventanas.
Priebke murió el día en que el papa Francisco recibía en el Vaticano a exponentes de la comunidad judía de Roma. “Ahora sus víctimas lo están esperando en el cielo, con la esperanza de que haya justicia divina”, comentó Riccardo Pacifici, presidente de la comunidad judía de Roma.
SALUDOS REVOLUCIONARIOS
(Gran Papiyo)
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Viernes, 8 de noviembre de 2013
EL EX OFICIAL DE LAS SS Y ASESINO DE LAS FOSAS ARDEATINAS FUE ENTERRADO EN EL CEMENTERIO DE UNA CARCEL
El nazi Priebke, prisionero en la eternidad
El lugar donde fue enterrado Erich Priebke era un misterio, hasta ahora. La cruz de madera en el camposanto de una prisión en Italia no tiene nombre, pero sí un número que será entregado en un sobre cerrado a su hijo.
Por Elena Llorente
Desde Roma
El funeral del oficial nazi en Albano Laziale fue epicentro de protestas y enfrentamientos, el pasado 15 de octubre.
El asesino de las Fosas Ardeatinas, el ex oficial de las temibles SS que en los últimos meses de la ocupación nazi de Roma, en 1944, fue uno de los responsables de la matanza de 335 civiles, estará enterrado para siempre, como corresponde y como debería haberles correspondido a muchos personajes similares, en el cementerio de una cárcel. Prisionero para siempre, para la eternidad, en un camposanto donde están enterrados probablemente otros criminales como él. Pero peor, porque la cruz de madera clavada en la tierra que señala su tumba no tiene siquiera un nombre, sólo un número. La noticia la dio, en exclusiva, el diario romano La Repubblica, con un artículo firmado por su director Ezio Mauro.
El entierro en el cementerio de una cárcel, una solución realmente magistral, se llevó a cabo por las autoridades italianas pocos días después de que Priebke muriera a los cien años, el pasado 11 de octubre, y de que su funeral y sepelio despertaran todo tipo de reacciones: a favor, por parte de sus correligionarios neonazis, y en contra, por parte de la comunidad judía y los pocos sobrevivientes de la Resistencia, especialmente. No sólo la gente reaccionó en contra sino las autoridades del municipio romano, que se negaron a que en su territorio se hiciera el funeral o el entierro. El Vaticano prohibió asimismo que se hicieran celebraciones por Priebke en sus iglesias. Y entonces, una comunidad católica superconservadora, los sacerdotes lefebvreanos (por Marcel Lefebvre, arzobispo excomulgado por Juan Pablo II) de la Confraternidad Pío X, ofrecieron su sede, en Albano Laziale, a unos kilómetros de la capital italiana. Allí se dieron cita neonazis y grupos de izquierda y de la comunidad judía y se armó una gran revuelta, con palos y todo. La policía tuvo que intervenir, tiró gases lacrimógenos y suspendió la celebración.
El féretro de Priebke fue trasladado secretamente entonces durante la noche de ese 15 de octubre al aeropuerto militar de Pratica di Mare. Allí estuvo varios días porque nadie se quería hacer cargo de su entierro. Para evitar más problemas, las autoridades mantuvieron el secreto más absoluto. Se habló de una localidad secreta de Sicilia que ofrecía su cementerio para enterrarlo. Se habló de la posibilidad de que fuera enterrado en su ciudad natal en Alemania. Se habló de que pudiera volver a la Argentina, en particular a Bariloche, donde vivió cuando escapó al concluir la guerra, al parecer con un pasaporte que le facilitó el Vaticano, y donde vive todavía uno de sus hijos. Se habló también de enterrarlo en un cementerio militar alemán en las afueras de Roma, donde están todos los que cayeron en Italia durante la guerra. Pero todas las opciones fueron descartadas. Para empezar, el gobierno argentino oficialmente rechazó esa posibilidad. También lo hizo Alemania. Nadie quería hacerse cargo de un personaje que no sólo era condenable por lo que hizo en 1944, sino por el testamento escrito y el video que dejó a su abogado Paolo Giachini, dado a conocer poco después de su muerte, y donde nunca se arrepiente de lo que había hecho, ni pide perdón –sólo dice, como los militares argentinos de la dictadura dijeron, que había “cumplido órdenes”–, e incluso pone en duda la existencia de las cámaras de gas en los campos de concentración. Nadie quiso guardar los restos de este nefasto personaje ni permitir que su tumba pudiera convertirse en un lugar de peregrinaje de los neonazis de todo el mundo que lo han calificado como un héroe.
Priebke, que vivió en Bariloche hasta 1995, fue extraditado a Roma donde fue procesado y condenado a cadena perpetua en 1998 por la matanza de las Fosas Ardeatinas, una represalia contra la población italiana por un atentado de la Resistencia, un día antes había costado la vida de 33 soldados alemanes. Por su edad avanzada, poco después de la sentencia, se le concedió el arresto domiciliario y vivió en un cómodo departamento que le facilitó su abogado, con una mujer de servicio que lo cuidaba e incluso lo llevaba a pasear por el barrio, como han demostrado algunas fotos recientes.
Según La Repubblica, el director de la cárcel donde se haría el entierro fue convocado por las autoridades italianas que le comunicaron la decisión. Pero lo obligaron a mantener el secreto. Nadie podría saber que allí estaba el más odiado personaje de los últimos tiempos. Tampoco los guardias de la cárcel. Al parecer algunos detenidos, todos ellos inmigrantes africanos, limpiaron el camposanto un poco, cortaron los yuyos y prepararon el terreno. Pero no sabían de quién se trataba ni lo saben ahora. Tampoco lo saben las autoridades locales de la comunidad donde está esa cárcel.
A las 3.45 de la mañana de una noche –no se sabe de cuál día–, afirma La Repubblica, el féretro, cubierto con una frazada, fue sacado en un auto grande, pero común, del aeropuerto de Pratica di Mare, a 35 kilómetros de Roma. Al parecer habían pasado diez días desde aquel 15 de octubre.
La cruz de madera en el camposanto de la cárcel no tiene nombre, pero sí un número que será entregado en un sobre cerrado al otro de los hijos de Priebke, que vive en Nueva York y que al parecer vendrá a Italia en diciembre. No se sabe cuáles serán las condiciones que impondrán las autoridades italianas al heredero del asesino de las Fosas Ardeatinas.
SALUDOS REVOLUCIONARIOS
(Gran Papiyo) |
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