¡SAQUEO! - LA CUBA DEL GRAN PAPIYO

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Lo de Daka Valencia es inaceptable desde cualquier perspectiva, ciudadanos robando a especuladores. Pero un momento... La noticia es que un pequeño grupo de personas inescrupulosas tomaron indebidamente bienes en una tienda intervenida por las medidas dictadas por un gobierno que protege al ciudadano de la usura de unos empresarios miserables y a esto se le llama "saqueo", o que cientos de miles de venezolanos durante más de un año, fueron víctima sistemática de robo por parte de empresarios que se beneficiaban de dólares preferenciales y vendían los productos con referencia al dólar paralelo y a ellos se les llama "víctimas" ¿Quién saquea a quién?
En este momento debo confesar mi total y absoluto apoyo a las medidas administrativas tomadas por el Presidente Maduro, y quién no las apoye simplemente está alcahueteando la usura, el robo y la misería de unos dizque empresarios, o mejor llamados "saqueadores del pueblo". Tratar de señalar como saqueador al Presidente Maduro me hace recordar esa época de polarización extrema en donde la disociación de algunos sectores llegaba al nivel de defender a quienes "especulan pero dan trabajo" o a quienes deforman los valores más básicos de nuestra sociedad a través de la TV y lo llaman "la mejor televisión venezolana".
El hecho de que el Estado cumpla con su deber no debería ser extraordinario, pero tampoco debería ser despreciado. Cualquier Estado en el mundo, a través del gobierno de turno, tiene como obligación proteger a sus ciudadanos, y aún los Estados mínimos más liberales toman duras acciones en contra de la usura, la especulación y el robo, sin embargo, sectores disociados en nuestro país, son capaces de creer que una nevera puede valer más que el costo de la construcción de una vivienda digna, y seguro si tuvieran el dinero la comprarían sólo para aparentar ante unos pocos que tienen un estatus social distinto al real, cuando en verdad lo que demostrarían ante sus amigos es que son unos pendejos estafados.
Todo aquel que use los dólares asignados por el Estado para importar productos que después son marcados con precios calculados al dólar paralelo, no sólo son unos "saqueadores del pueblo" sino que deben ser dignamente procesados, enjuiciados y deben pagar por sus delitos, y si después de eso desean volver a importar a través de sus empresas, tendrán todo el derecho de hacerlo pero a precios justos.
Sin embargo, debemos observar algunos aspectos que deben ser atendidos con urgencia para que esta medida administrativa extraordinaria pase a ser una política ordinaria, como siempre ha debido ser:
1. Hacer público todo el proceso de sanción de aquellos empresarios que cometieron delito.
2. Promover a aquellos comerciantes que venden a precios justos y poner ejemplos emblemáticos que permitan estimular el emprendimiento con ganancias "aceptables".
3. Generar una campaña de concienciación a la población venezolana sobre los tipos de consumo, que permita develar al consumismo y convoque a un consumo racional.
4. Presentar fórmulas eficientes que estimulen a nuevos y viejos emprendedores a mantener márgenes de ganancia que estén vinculadas con el valor del trabajo.
5. Generar una campaña que fortalezca el valor del trabajo como el centro fundamental del proceso socialista venezolano.
6. Generar saldo organizativo en cuanto a los comités de consumidores y Contraloría Social que se ha generado producto de las medidas administrativas desarrolladas. Esto conduciría el fortalecimiento del Poder Popular y Comunal.
7. Utilizar un lenguaje más pedagógico, que ubique claramente a las medidas administrativas en el marco de una serie de acciones que deberán desarrollarse para la transformación del capitalismo rentistas que domina a la economía venezolana.
8. Ubicar claramente la acción en los principios de la democracia participativa y protagónica y de la defensa del Estado de Derecho y de Justicia establecida en la Constitución.
9. Convocar a la población a la organización inmediata de brigadas ciudadanas, que denuncien y eviten en un primer nivel de atención cualquier intento de sabotaje de las medidas por parte de inescrupulosos, que con intención política muy clara, estimulan o inician acciones vandálicas en los locales forzados a establecer los precios justos.
10. Emprender una campaña que evidencie la garantía de que esta medida no será eventual sino permanente, disminuyendo así la ansiedad de un sector de la población que realmente necesita adquirir alguno de estos productos y se ve impedido por largas colas de algunos consumidores impulsivos o revendedores desubicados.
11. Dirigir las nuevas acciones hacia rubros de consumo masivo realmente de primera necesidad, en especial los alimentos importados que permanentemente sufren su incrementos descontrolados y afectan un margen realmente importante del índice de inflación.
12. Sancionar a los funcionarios del gobierno responsables de que esto hubiese sucedido por tanto tiempo.
13. Asumir que la eficiencia revolucionaria ahora debe girar en torno a eliminar las colas, que durante horas viven los ciudadanos que han decidido acceder al beneficio de una acción administrativa correcta.
14. Reforzar la clara idea que ha divulgado el gobierno sobre quiénes son los verdaderos saqueadores y quiénes son sus cómplices: los medios inescrupulosos.
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