Dos de la tarde en el O2 Arena, 17.500 espectadores repletan una vez más la grada del espectacular estadio londinense. Rafa Nadal irrumpe vestido elegantemente. La ocasión lo merece, va a recibir los premios que constatan su gesta esta temporada, su ascenso al nº 1 mundial del año en una temporada "especial y emotiva".
Ha dejado atrás siete meses de sufrimiento, pendiente de una rodilla izquierda que aún debe mimar, y que según el día se rebela más o menos.
Andre Silva, director del Masters Final ATP, proclama a Rafa Nadal nº 1 del año, repitiendo el dominio de 2008 y 2010, pero también que el manacorí ha sido merecedor del galardón 'Comeback Player of The Year' (Retorno del año).
Después del calvario provocado por la rotura parcial del tendón rotuliano de la rodilla izquierda, con inflamación de la grasa de Hoffa, volvió en febrero encadenando un éxito tras otro.
Se ha plantado en la cita final de la temporada con diez títulos en 13 finales de 16 torneos disputados. Además, dos presencias en semifinales, y un solo tropiezo, la primera ronda de Wimbledon ante el belga Steve Darcis, aunque minimizado por el hecho de que Rafa Nadal priorizó el estado de su dañada articulación a la competición de la 'Catedral'.
Semifinal, domingo a las 15.00 horas
Y está en las semifinales del Masters, corono que aún no figura en su palmarés. Su rival saldrá del duelo entre el argentino Juan Martín del Potro y el suizo Roger Federer, que esperan la conclusión de la ceremonia de Rafa Nadal para medir fuerzas en la pista. Nadal ya sabe que jugará este domingo a las 15.00 hora española
"Un año increíble y emotivo"
"Es un año increíble, por momentos he jugado el mejor tenis de mi vida. No puedo elegir un hecho en sí, porque ha sido una temporada emotiva de principio a fin", ha señalado Rafa Nadal al público.
"Hace un año, cuando tuve que ver el torneo por televisión no podía ni imaginar lo que vendría después", ha añadido el manacorí, que sigue luciendo un vendaje en el dedo índice de la mano izquierda, porque el corte "ha sido hondo", según él mismo ha indicado.
En la grada, su equipo técnico al completo y los familiares más próximos. Londres está siendo una fiesta para los Nadal