Las autoridades de Venezuela, Brasil, la Unión Europea , México y Rusia, entre otras naciones, rechazaron de manera contundente el acto terrorista. Entretanto, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, llamó a los libaneses a "actuar con moderación y apoyar a las instituciones del Estado, principalmente las fuerzas de seguridad".
Los estallidos "fueron provocados por elementos extremistas y extranjeros con el fin de desestabilizar la región y al Líbano", dijo el presidente iraní Hassan Rouhani en una conversación telefónica que sostuvo con su homólogo libanés, Michel Suleiman.
Una organización terrorista vinculada con Al Qaeda, las Brigadas Abdullah Azzam, reivindicó el ataque, pero todavía no existe una confirmación al respecto.