El Papa llama a ser 'callejeros de la fe'
El papa Franciscos ‘jala’ las orejas a la Iglesia
Pide a los obispos reconocer y corregir los motivos que llevan a muchos creyentes a abandonar su fe.
Ep. 130727 | 07/27/13 | 02:53 Disponible hasta 07/27/13
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Francisco, a punto de concluir visita a Brasil
El papa Francisco urgió el sábado a cardenales, obispos, sacerdotes y seminaristas de todo el mundo a trabajar en los barrios más pobres y ser "callejeros de la fe", en una misa oficiada en la catedral de Rio de Janeiro.
También admitió que hace falta una Iglesia que se dé cuenta de las razones por las que muchas personas se alejan de ella y que lo reconozca con valentía, una Iglesia que sepa escuchar y que se ponga en camino con la gente.
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"Debemos estar muy orgullosos de nuestra vocación, que nos da la oportunidad de servir a Cristo en los pobres. Es en las favelas, cantegriles, villas miseria, donde hay que ir a buscar y servir a Cristo", dijo en español el Papa argentino, de 76 años, informó la Agencia France Press.
"No podemos quedarnos enclaustrados en la parroquia, en nuestra comunidad, cuando tantas personas están esperando el Evangelio", sostuvo, en un fuerte llamado a que ayuden a los jóvenes a convertirse en misioneros y a evangelizar donde se encuentren, en "la propia casa, el ambiente de estudio o trabajo, la familia, los amigos".
¿Qué aleja a los fieles?
Francisco hizo estas manifestaciones en el discurso que dirigió a los obispos brasileños, ante los que afirmó que la Iglesia no puede alejarse de la sencillez y la simplicidad y no debe ceder al miedo, el desencanto, el desánimo, a las lamentaciones.
El papa Bergoglio señaló que tal vez la Iglesia se ha mostrado demasiado lejana de las necesidades de los hombres, "demasiado pobre para responder a sus inquietudes, demasiado fría, prisionera de su propio lenguaje rígido" y que ello ha propiciado el abandono de muchos, indica la agencia Efe.
También dijo que tal vez el mundo ha convertido a la Iglesia en "una reliquia del pasado, insuficiente para las nuevas cuestiones" y que "quizás la Iglesia tenía respuestas para la infancia del hombre, pero no para su edad adulta".
"El hecho es que actualmente hay muchos casos, no sólo los que buscan respuestas en los nuevos y difusos grupos religiosos (en referencia velada a las sectas), sino también aquellos que parecen vivir ya sin Dios, tanto en la teoría como en la práctica", manifestó.
Ante esa situación, se preguntó qué hay que hacer para llegar de nuevo a los hombres.
"Hace falta una Iglesia que no tenga miedo a entrar en su noche, que sepa dialogar con aquellos discípulos que huyendo de ella, vagan sin una meta, solos, con su propio desencanto, con la decepción de un cristianismo considerado ya estéril, infecundo, impotente para generar sentido", afirmó.
El pontífice añadió que hace falta una Iglesia capaz de acompañar, "de ir más allá del mero escuchar, una Iglesia que pueda descifrar esa noche que entraña la fuga de tantos hermanos y hermanas, que se dé cuenta de que las razones por las que hay quien se aleja contienen ya en sí mismas también los motivos para un posible retorno, pero es necesario saber leer el todo con valentía".
"Quisiera que hoy nos preguntáramos todos: ¿Somos aún una Iglesia capaz de inflamar el corazón?.
El papa Bergoglio añadió que muchos se han ido "porque se les ha prometido algo más alto, algo más fuerte, algo más veloz".
Contra la 'cultura de la exclusión'
El primer Papa latinoamericano condenó también fuertemente la actual "cultura de la exclusión" y "del descarte", donde "no hay lugar para el anciano ni para el hijo no deseado" y donde las relaciones humanas están reguladas para algunos por "la eficiencia y el pragmatismo".
"Tengan el valor de ir contra la corriente eficientista, de esta cultura del descarte" donde la solidaridad "es casi una mala palabra", pidió a los religiosos, que se han concentrado en Rio para la Jornada Mundial de la Juventud católica (JMJ), que se celebra en la ciudad hasta el domingo, precisa AFP.
En la moderna Catedral Metropolitana de Rio de Janeiro, Francisco se vio eufórico al ingresar al enorme templo de forma cónica, con sus paredes internas cubiertas de vitrales, al ser rodeado por prelados y seminaristas que lo abrazaban y tomaban fotos para conmemorar su presencia, en el penúltimo día de la Jornada Mundial de la Juventud, en Brasil, acotó por su parte The Associated Press.
Al pedirles tener coraje para llevar el Evangelio a los jóvenes, Francisco instruyó a los prelados a educar a los jóvenes "a salir, a ponerse en marcha, a ser callejeros de la fe".
Así como el jueves llamó a los jóvenes a escuchar a los viejos, el sábado llamó a los obispos a escuchar a los jóvenes. "Sepamos perder el tiempo con ellos", les dijo.
Recomendó 'diálogo constructivo'
Francisco además recomendó el "diálogo constructivo" ante las protestas sociales que han sacudido Brasil desde junio, en un discurso ante la clase dirigente brasileña en un Teatro Municipal colmado, indicó la AFP en otro parte informativo.
Para afrontar el presente, es fundamental "el diálogo constructivo", dijo en español. "Entre la indiferencia egoísta y la protesta violenta, siempre hay una opción posible: el diálogo", afirmó ante políticos y representantes de la sociedad civil.
El primer Papa latinoamericano llamó asimismo a los dirigentes a obrar con responsabilidad y por el bien común.
"El futuro nos exige una visión humanista de la economía y una política que logre cada vez más y mejor la participación de las personas, evite el elitismo y erradique la pobreza", sostuvo.
Hartos de la corrupción rampante en la política brasileña, la pésima calidad del transporte, la salud y la educación públicas y los millonarios gastos comprometidos para el Mundial de fútbol de 2014 en Brasil, más de un millón de personas -sobre todo jóvenes- se volcaron a las calles de todo el país en junio, en protestas que terminaron muchas veces en enfrentamientos violentos con la policía, saqueos y destrozos.
Rompiendo con el protocolo, Francisco abrazó calurosamente a un joven exdrogadicto -que creció en una favela y hoy es profesor de historia- que habló en nombre de la sociedad civil.
Mientra la Iglesia católica pierde fieles en Brasil desde hace tres décadas, los evangélicos crecen, incluso a nivel poítico y actualmente cuentan con una poderosa bancada en el Congreso, con 73 diputados.
Reunión con clase dirigente
Esa reunión, precisó en tanto Efe, se realizó en el Teatro Municipal de Río de Janeiro. Estuvieron convocados al acto políticos, diplomáticos, representantes de la sociedad civil, empresarios, representantes de la cultura y de las mayores comunidades religiosas del país.
Francisco llegó acompañado del secretario de Estado de la Santa Sede, cardenal Tarcisio Bertone, y del arzobispo de Río de Janeiro, Orani Joao Tempesta.
Lucha contra la pobreza
Por otro lado, el papa Francisco afirmó que el futuro exige una visión humanista de la economía y una rehabilitación de la política, que logre cada vez más y mejor "la participación de las personas, evite el elitismo y erradique la pobreza".
"Que a nadie le falte lo necesario y que se asegure a todos dignidad, fraternidad y solidaridad: este es el camino a seguir", dijo el papa ante representantes de la clase dirigente brasileña en el Teatro Municipal de Río de Janeiro.
Francisco recordó al profeta Amós que decía "venden al justo por dinero, al pobre por un par de sandalias, oprimen contra el polvo la cabeza de los míseros y tuercen el camino de los indigentes" y agregó: "los gritos que piden justicia continúan todavía hoy".
Francisco insistió: "Hoy, o se apuesta por la cultura del encuentro, o todos pierden; seguir la vía correcta hace el camino fecundo y seguro".
Católicos oyeron su mensaje
En tanto, The Associated Press recuerda que durante su histórica visita a Brasil esta semana, el papa Francisco exhortó a los jóvenes a hacer un "lío" en sus diócesis y salir de sus jaulas espirituales.
La exhortación de Francisco, hecha el jueves durante una reunión especial con fieles de Argentina, le ganó la aclamación como un líder renegado de la Iglesia más grande del mundo. Pero también dejó a muchos de sus seguidores sopesando sus propias interpretaciones de las palabras del pontífice sobre la necesidad de sacudir a la Iglesia.
Algunos dijeron que pensaban Francisco quería que se opusieran con más fuerza cuando les enseñan ideas modernas que chocan con la doctrina de la Iglesia. Otros dijeron que significaba salir a la calle e impulsar el cambio social.
"Si en mi clase de biología hablan sobre el aborto, debería levantar la mano y decir que no creo en eso", dijo María Alejandrina de Dicindio, una catequista argentina de 54 años que viajó a Río a ver al papa, también argentino. "La juventud debe abrir la boca cuando es su turno".
Para el peregrino mexicano Gilberto Amado Hernández, el mensaje del papa significa que, en lo que a Amado respecta, debe empezar a mostrar al mundo el mensaje de amor de Jesucristo.
"Es difícil conocer a gente joven que quiera acercarse a Cristo", dijo Amado. "Tenemos que demostrarles que la fe es algo hermoso".
Francisco mismo no especificó qué hacer, pero él ha demostrado sus propias formas de romper con los moldes durante su visita esta semana a Río de Janeiro y Sao Paulo, su primer viaje al extranjero como pontífice.