Los científicos del Solar Dynamics Observatory (SDO) de la NASA que están siguiendo el paso del cometa Ison junto al Sol no han podido identificar el cometa esta tarde, lo que significa que se ha podido romper, señala la agencia espacial estadounidense en un escueto comunicado.
El cometa se habrá acercado hasta 1,24 millones de kilómetros de la superficie de la estrella y los expertos habían conjeturado tres escenarios posibles: que resultara destruido (fragmentado y vaporizado) por las fuerzas gravitatorias y la radiación solar, que sobreviviese entero y entonces se vería en el cielo a simple vista dentro de unos días, o que se fragmentase el núcleo pero sin desaparecer por completo.
El telescopio espacial mejor situado para observar el perihelio del Ison (el recorrido de máxima aproximación a la estrella) es el SDO. Otro telescopio en el espacio, el SOHO, también ha estado siguiendo al cometa en las últimas horas, así como muchos observatorios en tierra. La avalancha de datos en los próximos días seguramente permitirá determinar qué ha pasado con este visitante en el interior del Sistema Solar.