Repsol debería recibir en torno a 10.270 millones de dólares (unos 7.884 millones de euros) como compensación por la nacionalización de YPF por parte del Gobierno argentino en abril del año pasado, según un estudio en el que han participado casi 2.000 economistas.
Estos datos, recogidos en una encuesta dirigida por el profesor de la escuela de negocios IESE Pablo Fernández, se han dado a conocer durante la conferencia organizada por la London School of Economics "Repensando la ley de inversión internacional. La perspectiva del inversor: Repsol-YPF en Argentina".
La compensación media estimada por los expertos consultados, casi la mitad de ellos españoles, es muy similar a los 8.000 millones calculados por Repsol poco después de la nacionalización del 51 % de las acciones de YPF, todas ellas propiedad de la petrolera española.
El profesor Fernández ha advertido que la mayoría de las valoraciones presentadas obvian el yacimiento de Vaca Muerta -la tercera mayor reserva de hidrocarburos no convencionales del mundo, descubierta por YPF cuando estaba bajo el control de Repsol- porque existe "incertidumbre" sobre su potencial real y sobre el coste que tendrá extraer el petróleo y el gas.
Una vez tenido en cuenta este factor, la mayoría de las respuestas cifran la compensación alrededor de dos cifras: la cotización de las acciones de YPF el día antes de la nacionalización y la del mes de enero, antes de que comenzaran las acciones de "amenaza" por parte del Gobierno argentino.
Para la elaboración del estudio, Fernández preguntó a más de 22.000 profesores, analistas, directores generales y directores financieros cuál debería ser la valoración de las acciones nacionalizadas de YPF y, hasta la fecha, ha recibido 1.959 respuestas.
Durante su intervención en la jornada, el vicesecretario general de Coordinación de Actuaciones YPF de Repsol, Miguel Klingenberg, ha asegurado que el objetivo de Repsol es lograr una compensación, y que, dado que hasta el momento no ha recibido ninguna respuesta del gobierno argentino, solo tiene "una alternativa" para defender a sus accionistas.
En ese sentido, ha recordado que Repsol ha presentado demandas en Argentina (por ir contra la Constitución), en España, en los Estados Unidos (donde también han recurrido los intentos de otras petroleras de explotar Vaca Muerta) y el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones (Ciadi).
Klingenberg ha asegurado que Repsol se siente "completamente apoyada" por el Gobierno español en el asunto YPF y ha apuntado que, aunque el Ejecutivo "habría podido hacer más", comprende que tiene que no es "fácil" encontrar un "equilibrio" al respecto.
Ha insistido en que la petrolera está "abierta a la negociación" con Argentina -que, en su opinión, debería empezar por fijar una valoración justa-, al tiempo que ha considerado que "en este momento" Repsol "no está dispuesto a aceptar cualquier oferta".
Por su parte, el director de Organismos Internacionales y Asuntos Europeos de Repsol, Carlos López, ha abogado por reforzar el Ciadi como vía para combatir el "escepticismo" hacia la institución y por una mayor coordinación de los países europeos a la hora de garantizar las inversiones internacionales.