Terminator 3: la rebelión de las máquinas es la continuación de Terminator 2. Esta vez John Connor (Nick Stahl) tiene aproximadamente 22 años, no tiene a nadie más que a si mismo y vive según él "desconectado" del mundo para evitar que lo encuentren. Del futuro envían un último exterminador para matarlo, la T-X (Kristanna Loken), más inteligente, fuerte y rápida de lo que ha sido cualquier exterminador. A su vez un T-850 (Arnold Schwarzenegger) es enviado para protegerlo a él y a Katherine Brewster (Claire Danes). Al ser anunciada oficialmente una secuela de Terminator 2: el juicio final, muchos fans se sorprendieron, puesto que por el final de la segunda película de la saga parecía que todo se había evitado.
Sinopsis
En 2033 las máquinas envían a T-X (Kristanna Loken) un prototipo que es capaz de controlar otras máquinas, tiene la capacidad de comunicarse hablando con un módem, desactivar y hasta reprogramar cualquier computadora (incluido el propio T-850). La resistencia envía al mismo modelo de Cyborg que en el 1994, pero en términos reales no era el mismo sujeto de Terminator 2.
Un virus (que realmente era la Skynet iniciando en secreto la rebelión) estaba infectando a la mayoría de las computadoras del mundo, la idea del Gobierno de EEUU era activar la defensa automática de Skynet para terminar con el virus, pero esta decisión se veía aplazada ante el peligro potencia que podría significar, ya que esto significaría dar a Skynet dominio total sobre todos los sistemas de defensa y redes informáticas globales.
Un John Connor (Nick Stahl) casi vagabundo sufre un accidente en una carretera, por lo que esa noche entra en una clínica veterinaria para curar sus heridas, sin embargo es descubierto y reducido por la doctora Katherine Brewster (Claire Danes), reconociéndose ambos ya que en su niñez fueron cada uno su respectivo primer amor y debieron separarse cuando John y su madre huyeran tras la llegada del segundo exterminador. Son interrumpidos cuando el T-X ingresa a la clínica e intenta asesinarlos, siendo rescatados por el T-850 (Arnold Schwarzenegger), quien los salva y huye con ellos.
En esta ocasión el objetivo de la asesina T-X no era John Connor sino los futuros tenientes y compañeros más importantes de Connor en la futura rebelión, incluida su futura esposa, Katherine Brewster; esto es ya que desde hace algunos años Connor borró su existencia de la sociedad, eliminando sus documentos legales y sin trabajar en ninguna labor que implique algún registro en papel o computadora, convirtiéndolo en un objetivo imposible de localizar desde el futuro, por lo que Skynet optó por debilitar la resistencia asesinando a los lugartenientes de John en el pasado.
El 4 de julio de 2032, John Connor fue exterminado por un T-850 (un modelo más avanzado que el de las películas anteriores pero con el mismo aspecto) que había sido programado por las máquinas para hacerlo. El Terminator logró infiltrarse entre los humanos y matar a John gracias a la familiaridad que le causó la apariencia del cyborg a Connor por su similitud con el que lo protegiera en su niñez. Sin embargo, la rebelión no estaba terminada, las máquinas debían acabar con todos los que en el futuro seguirían a Connor después de que fuese exterminado. Los humanos capturan al T-850, y Katherine Brewster (quien en aquella época era la esposa de Connor y segunda al mando) lo reprograma y lo envía al año 2004 para evitar que el T-X cumpla su objetivo, sin embargo explica que su posibilidad de éxito es nula ya que es un modelo obsoleto y el T-X la mejor, más poderosa y avanzada máquina que Skynet ha creado.
El T-X, al reconocer el ADN de Connor gracias a la sangre dejada por este en la veterinaria, lo incluye entre sus objetivos a exterminar. Tras unas cuantas persecuciones (durante una de las cuales se revela el destino de Sarah Connor, que para esa película ya había muerto de cáncer y que tuvo como resultado final sacar del lugar donde debería haber estado enterrada armas para la futura guerra) y posterior huida hacia México, en lo que respecta a John, Katherine y el T-850, se explica cómo y qué había provocado el día del juicio.
El día del Juicio no había terminado, sólo estaba pospuesto, secretamente el gobierno de EE. UU. había continuado con el desarrollo de máquinas civiles y de defensa que eran autónomas, este sistema se llamaba Skynet. Todo esto sucedía ya que según explicara el T-850, los eventos presentes, pasados y futuros condicionaban la línea de tiempo para converger en la rebelión de las máquinas, por lo que esta nunca se podría evitar, solo posponer temporalmente. Bajo este razonamiento, la misión del exterminador no es evitar la rebelión, sino llevar a los objetivos a un lugar donde puedan sobrevivir a los ataques iniciales y estar en condiciones de organizar y dirigir la rebelión.
John Connor, quien se niega a creer que el futuro es inmutable, convence junto a Katherine Brewster al T-850 que debían avisar a Robert Brewster de su error, pero llegaron tarde, Skynet estaba comenzando a adueñarse del mundo. El encargado de la decisión de automatizar o no todo el sistema de defensa, era Robert Brewster (el padre de Katherine Brewster), quien originalmente no quería dejar todo en manos de Skynet pero presionado por el presidente de EE. UU. accedió.
En ese momento es cuando comienza la rebelión de las máquinas ya que Skynet toma el control mundial de la informática: todas las máquinas del mundo, desde PC hogareños hasta armas y mecanismos de defensa gubernamentales controladas por máquinas, siendo estas últimas en particular usadas para lo que seria un primer intento de exterminar a la raza humana de Skynet (básicamente impedir cualquier tipo de comunicación por medios que usaran electricidad y un atentado al interior de la central de Sistemas Cyberdine).
John, Kate y el T-850 logran llegar hasta Robert segundos después de la activación de Skynet, pero el T-X, quien se había infiltrado a la base, lo acribilla antes que puedan reaccionar mientras dirige los prototipos de los primeros exterminadores contra los empleados. Antes de morir, Robert Brewster les da las coordenadas del lugar dónde según sus propias palabras está "la única oportunidad". Al escuchar esto Connor y Kate asumen que ahí encontrarán el cerebro de Skynet y podrán apagarla o destruirla, por lo que se dirigen al hangar de la base para llegar hasta ese lugar mientras el T-850 intenta detener al T-X.
Tras una brutal lucha cuerpo a cuerpo, T-X derrota temporalmente al T-850 y lo reprograma para que extermine a John Connor y ella misma se dirige a asesinar al joven mientras el T-850 repara su cuerpo, sin embargo John logra atraparla en el fuselaje magnetizado de un acelerador de partículas.
Al llegar al hangar el T-850 los ataca e intenta asesinar a John, mientras les explica que el hackeo no afectó su procesador, por lo que aunque es consciente de sus actos no controla su cuerpo; cuando este estaba a punto de cumplir su misión, John Connor le pregunta "¿Cual es tu misión?" a lo que el Terminator responde "Asegurar la supervivencia de John Connor y Katherine Brewster", y John replica "¡Estas a punto de fracasar en esa misión!". Como su CPU estaba intacta, el T-850 se auto desconecta para no cumplir las órdenes de la T-X, esto tras luchar contra su propio CPU para desobedecer, durante lo cual descarga contra una camioneta los ataques dirigidos a John.
John y Kate logran escapar en avión hacia el lugar indicado por el padre de Kate y tras ingresar los códigos de acceso del búnker donde se encontraba el cerebro de Skynet, reaparecen la T-X y el T-850, estrellándose uno tras del otro contra la entrada del búnker en helicópteros (luego de activarse en la T-850 su sistema de emergencia, reiniciando su CPU y restableciendo la información original). A esta altura el revestimiento humano del T-850 se encuentra muy destrozado, revelando al desnudo su estructura metálica. Los dos helicópteros se incendian y la T-X pierde la mitad inferior de su cuerpo. Como la puerta de entrada al búnker es una puerta anti-impacto, el fuego provoca que comience a cerrarse, pero el T-850 consigue detenerla lo suficiente para que John y Kate ingresen al búnker anti bombas, posteriormente atrapa a la T-X antes que entre al búnker, entonces toma una de sus baterías de hidrógeno (las cuales, fuera del endoesqueleto del T-850, funcionan de la misma manera que granadas, como explosivos, pero más potentes, ya que al descomponerse se vuelven inestables) se la coloca en la boca a la T-X y le dice "estás exterminada" y ambos Cyborgs son destruidos con la explosión.
Al ingresar a la cámara principal, se dan cuenta de que no había tal cosa como el nucleo de Skynet, el lugar era un refugio antibombas para los presidentes, encontrando solamente computadoras obsoletas. La realidad era que Skynet no tenía tal núcleo, Skynet era un software distribuido en el ciberespacio, una inteligencia artificial libre de las restricciones de un hardware, por tal motivo no se la podía apagar; el padre de Kate sabía eso, así que los envió a un refugio a que sobrevivieran a los ataques nucleares, lo mismo el T-850, pero lo calló al ver que era imposible hacerlos desistir de sus intentos de detener el juicio final.
La misión era simplemente eso, sobrevivir porque el día del Juicio Final era, y siempre fue, inevitable. La guerra acababa de empezar. Empiezan a llegar al refugio los primeros comunicados de los sobrevivientes, y John se hace cargo de su nueva realidad de incipiente líder de la resistencia, anunciando que él está al mando de la fortaleza. De esta forma se abre paso a la siguiente secuela.