Los medios de comunicación anuncian que uno de los asesinos de la masacre de 16 jóvenes presos políticos, el 22 de agosto de 1972 en la base naval de Trelew, en la Patagonia argentina, fue detenido y liberado bajo fianza en Miami, tradicional madriguera histórica de asesinos escapados de la justicia de varios países de la región. Allí cohabitan terroristas anticubanos, torturadores haitianos de varios golpes militares, contrarrevolucionarios venezolanos, paramilitares colombianos y otros prófugos, que han recibido refugio.