Estamos cumpliendo 30 años trascendentales y es una buena oportunidad para hacer algunas reflexiones conducentes, tal vez, a comprender las coyunturas desde un lugar distinto. Más universal. Menos apretado.
Hay una fórmula descriptiva, usada chiquicientas veces, cuyo impacto suele ser seguro. Consiste, tratándose de períodos extensos, en comparar a lo mucho o puntual que en el presente se toma con toda la naturalidad del mundo. El resto es confiar en el cimbronazo que eso provoca, sobre todo respecto de quienes viven en un vértigo permanente, imparable, ya sea en la visión de la política como de los aspectos sociales y personales, sin reparar jamás en que inevitablemente se viene desde algún lugar siempre complejizable. Situadas en diciembre de 1983, y por más deterioradas que estuviesen, había tribus militares con poder de coacción sobre una civilidad que no terminaba de confiar por completo en lo firme de las urnas reaparecidas (o peor: esa misma sociedad civil era la que había respaldado el golpe del ’76, y la misma que continuó sustentándolo hasta que en marzo del ’80 cayó el primer gran banco privado, el BIR, y empezaron a esfumarse las fantasías del país con clase media satisfecha). Internet y celulares eran idioma desconocido, cuando ahora regulan nuestra cotidianidad. Circulaban casi clandestinos, o de contraseña, los cassettes de Silvio y Pablo. No había ley de divorcio, existía la Unión Soviética, la Iglesia Católica seguía mostrándose oronda en su dictamen público de lo que sí y lo que no. Cantábamos que sólo le pedíamos a Dios, volvía del exilio la Negra Sosa y retornaba el código Serrat, pero el liberalismo sexual seguía viviéndose con culpa. Los gays andaban escondidos, los peronistas decían que Alfonsín era el líder de la Coca-Cola, los radicales advertían que significaban la paz contra la rabia de Perón, el PC y su complejo de culpa venían de apoyar a Luder y Herminio, y los liberales se aprestaban a que Alsogaray fuese un icono de que la democracia pro-mercado era movida única, como si no se hubiera provenido de idéntica movida pero bajo horror milico. Decir “ecología” era como recitar en ruso al revés; nos creíamos o decíamos que la patota del doctor Oscar Alende era revolucionaria; el porro no era el romanticismo lisérgico de sesenta y setenta sino una transgresión que mejor esconder. No había troscos ni militantes del verdor capaces de creer que está a la vuelta de la esquina la revolución proletaria, o la de las ONG, que por algo cuentan con tanto financiamiento a la hora de confiar más en el individualismo de las redes sociales, y en la lucha contra la caza de ballenas, y contra el fracking, y contra la explotación petrolífera en el Artico, que en un Estado progre construido desde la política. Como sea, para estar de acuerdo o no, consideraciones como éstas deberían llamar la atención sobre lo cerca que queda lo antagónico de lo que pasaba hace, apenas, 30 años. O sea: sobre la necesidad de que seamos mucho menos expeditivos en nuestros análisis de entrecasa.
Para quien firma esta nota, y como ya lo expresó en otros muchos artículos que trataban de balances o repasos, los “arqueos” políticos deben incluir el análisis –o la cita, aunque más no fuere– de los comportamientos populares y sectoriales. E incluso, el de la actuación individual. En general, los periodistas de opinión no tendemos hacia allí. Los recuentos suelen posarse con exclusividad sobre el objeto de estudio “clase política” y, más aún, específicamente en torno de la actuación de los gobiernos de turno: nunca alrededor del papel de las dirigencias opositoras. Ni qué hablar del ejercicio de la autocrítica profesional. Para el caso de estos 30 años, el más largo período de vigencia democrática conocido por la corta historia argentina, un esquema cerrado de esa naturaleza significa que Alfonsín cayó solamente por la impericia propia de un partido como el suyo, que jamás demostró una valentía contundente en el dictado del poder. Que al menemato lo parió el sexo de los ángeles y que su ratificación en las urnas, en 1995, fue producto de un país que mal que mal se había modernizado y estabilizado. Que la Alianza entre los radicales y las viudas peronistas, cuatro años después, ganó porque la corruptela del sultanato ya no se aguantaba. Que el estallido de 2001/2002 subrayó la ineficacia de cualquier experiencia que no sea pejotista. Que el surgimiento de la “anomalía” kirchnerista fue casi nada más que la obra de una casualidad, o de un descarte, tras los fracasos de Duhalde con sus dos grandes esperanzas blancas: Reutemann y De la Sota. Y que la base de apoyo popular a los K, capaz de sostenerse con por lo menos un tercio del electorado tras diez años de gestión y más de la mitad después de ocho, es análoga a la fiebre consumista clasemediera que sostuvo al riojano y que liquidará al kirchnerismo en 2015. Todo eso, sin necesidad de abundar, es “solamente”. Es decir, no existe que a Alfonsín terminó de tumbarlo un golpe de mercado fenomenal; ni que Menem berreó en un parto populista por izquierda para terminar ratificado por derecha con el voto-licuadora; ni que la esperanza del mayor grueso social resultó pobrísima al suponer que bastaba con derruir la corrupción; ni que el comienzo de siglo fue un fin de fiesta mediático de los gerentes ideológicos que hablaban de modernización y estabilidad, y que lograron una transferencia de ingresos bíblica favor de los privilegiados; ni que los Kirchner fueron el vector de una lectura acertada respecto de que no había salida por medio de otro ajuste, así lo perpetraran Reutemann, De la Sota o Mandinga.
En esos análisis incompletos, ordinarios, que no tienen en cuenta el rol que juega la conciencia de las masas y la diferencia entre sus necesidades y sus intereses, ni la posibilidad de que una franja social significativa recupere con gusto el valor de la política como único instrumento de cambio, se pierde la chance de profundizar. De asumir contradicciones. De asimilar que la política, surcada invariablemente por medidas que van para acá o para allá, es y debe ser conflicto inevitable. La democracia debe serlo. Hace pocos días, con el cientista político Edgardo Mocca, recordábamos el principio de Maquiavelo que tan bien harían en tener presente, y aceptar, los consensualistas extremos: la grandeza de Roma se debe al conflicto entre el Senado y la plebe. Uno no les pediría a los cultores de la frivolidad que se inoculen con ese concepto elemental. No tienen cómo, o sencillamente no quieren. Esa gente que juzga las cosas a través de shows televisivos disfrazados de periodismo, que se caga de risa con chistes fáciles presumidos de osadía, y que hasta se cree que mediante ese solo recurso ya porta información suficiente. Pero las variantes grasamente coloreadas del otrora profesor Mariano Grondona, así como los “republicanistas” circunspectos, deberían admitir que ese principio maquiavelesco es terminante: sin conflicto no hay política, y si no hay política que no choque con éstos o aquéllos no hay nada que no sea masturbación. Como señaló recientemente Horacio González, hace falta algo de retorno al patio griego. Lo dijo con referencia al nivel de debate paupérrimo que sufre la vida universitaria, pero al firmante le parece que es un concepto extensible más allá de esos muros. Si el ágora ateniense es hoy una puteada atrás de otra, como toda acción de pensamiento crítico, estamos puestos.
Los 30 años de democracia ininterrumpida que se cumplen mañana son los de las virtudes y deméritos de las gestiones oficiales. Pero lo son igualmente de lo que los “balances” invisibilizan por eso del extremismo consensual, cómodo, no interpelante. Estamos a 30 años de venir sufriendo políticos de mierda, como lo estamos en un durante que tiene a Germán Abdala, a Jorge Rivas y a tantos otros. Tres décadas del Alfonsín aldeano de Chascomús y del gordito de bigotes que como pudo se la bancó contra las mafias sindicales del PJ, contra un partido militar decadente pero presionante, contra la propia inexperiencia de gobernar, contra los eternos patrones del campo y contra la curia. Estamos a 30 años que incluyen un vendepatria como Menem, y un matrimonio presidencial tan millonario y contradictorio como restituyente de que la política no está vencida frente a los barones de la exclusión social. A 30 años de un pueblo que se demostraría más avanzado que ningún otro en el juzgamiento de sus asesinos, en sus Madres, en sus Abuelas, en su movilidad intelectual y movilizadora. Y simultáneamente, una sociedad que sucumbiría en el egoísmo estúpido de su clase media, cuando reprodujo, dos veces, en Domingo Cavallo, en democracia, la ensoñación del dólar 1 a 1 que Martínez de Hoz dejó imponer a sangre y fuego. Esa sociedad que se reproduce en tanto desconcientizado que insiste en reclamar mano dura, en tantos triviales que vuelven a creer que todo se arregla si no hay corrupción oficial, en tantos racistas contra la Asignación Universal por Hijo. Y somos periodistas que debimos rendirnos, en los ’90, a ser empresarios de nosotros mismos, porque se trataba de subsistir en el cable o en la radio con auspicios de empresas privadas que nos condicionaban el discurso. Periodistas que pujamos por una ley de medios de la democracia, hasta que salió esa ley pero contrariando a nuestras patronales. Periodistas que estábamos bárbaro cuando Menem se caía, y bastaba con hacerse el compadrito denunciando corruptelas mientras no fueran sistémicas. Periodistas de izquierda que no contábamos con que un gobierno peruca nos viniera a correr por ahí, por izquierda, y con éxito, con argumentos. Somos todo eso, los argentinos, y tantísimo más, en la suma neta de estos 30 años.
Lo que no deberíamos ser es la suma bruta. Y como quiera que fuere, felicidades.
Felicitaciones para el otrora sufrido pueblo argentino por estos treinta años llenos de altibajos .... menos mal que ahora el gobierno está en las mejores manos ....Aunque la burguesía ... la del campo y la ciudad ... la acostumbrada a venderse a las trasnacionales ... no duerme pensando en la forma de volver a montar a quienes se le arrodillen .. y le marchen de manera incondicional .-
En 2011 se lanzó el Reporte de Sustentabilidad
Monsanto Latinoamérica Sur Año Fiscal 2010, en el que se detalla el
desempeño económico, social y ambiental de la compañía.
Además Monsanto Argentina y John Deere Argentina anunciaron el desarrollo conjunto de un Programa para la conformación de una Red de productores que utilicen tecnologías vinculadas a la Agricultura de Precisión,
proponiéndoles generar un trabajo en “red” entre los mismos,
compartiendo experiencias, promoviendo que puedan aplicar e integrar los
conocimientos agronómicos provistos por Monsanto y la información
técnica de John Deere, y maximizando así la eficiencia de los recursos
de información disponibles.
Se presentó la quinta edición de Semillero de Futuro.
2010
En octubre de 2010, la Ministerio de Agricultura,
Ganadería, Pesca y Alimentación de la Nacion autorizó la
comercialización del maíz Genuity® VT Triple PRO®, de Monsanto. Esta nueva tecnología
constituye la evolución de la Tecnología MaízGard® Roundup Ready2®
(Tecnología MGRR2) hacia un camino de mayor rendimiento, aportando una
mayor protección ya que reúne en una
misma planta: la segunda generación de eventos para el control de
insectos lepidópteros (aéreos), el primer evento para el control de
ciertos insectos coleópteros (subterráneos) y el de tolerancia a
glifosato.
2009
En
febrero de 2009, la Ex-Secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca y
Alimentos de la Nación autorizó la producción y comercialización del primer evento apilado para el cultivo de algodón. Las variedades de algodón con tecnología BG/RR
tienen, en la misma planta, los dos eventos que actualmente se
comercializan en forma separada: Bollgard, tecnología Bt que le confiere
protección de ciertos insectos lepidópteros y Roundup Ready, tecnología
RR que le confiere tolerancia a las aplicaciones de Roundup. La
aprobación del algodón BG/RR marca un punto de inflexión en la
producción de algodón, y abre las puertas a un nuevo salto tecnológico
en la región algodonera argentina. El lanzamiento de la tecnología
BG/RR fue posible gracias al esfuerzo de toda la cadena algodonera, que
logró definir nuevas reglas en beneficio del mercado de semillas y del
respeto por la propiedad intelectual. Este esfuerzo quedó plasmado en el
"Acuerdo marco para el desarrollo sustentable del cultivo",
que los integrantes de la cadena algodonera suscribieron en agosto de
2008 junto a los gobiernos provinciales de Chaco, Formosa y Santiago del
Estero. El acuerdo sienta un precedente importantísimo en el mercado de
semillas autógamas y nos incentiva como empresa a continuar
incorporando tecnologías para este cultivo en el país. En junio, Monsanto Argentina presentó la tercera edición de Semillero de Futuro,
su programa comunitario bandera. El programa destinó la suma de 1
millón de pesos al financiamiento de proyectos sociales y productivos en
comunidades rurales del país. En agosto, Monsanto firmó un acuerdo
con Syngenta para vender sus activos mundiales en girasol a esta
compañía, redefiniendo su foco en las plataformas de semillas y eventos
biotecnológicos de sus cultivos clave –maíz, soja, algodón y vegetales-
para maximizar el crecimiento futuro a través del rendimiento y la
innovación. Esta operación implicó el traspaso de la Estación
Experimental Camet a Syngenta. También en el mes de agosto, Monsanto
Argentina firmó un Acuerdo de Colaboración con la Asociación Argentina
de Productores de Siembra Directa (Aapresid) apoyando la iniciativa de
Agricultura Certificada. Este programa busca promover y ejecutar el
modelo de Gestión de Calidad de los procesos productivos en un sistema
de Siembra Directa (SD), hoy conocido como Agricultura Certificada.
Los esfuerzos estarán orientados a difundir las buenas prácticas
agrícolas en pos del cuidado del suelo como elemento clave para la
producción de alimentos. En octubre, el Programa Internacional de Becas Beachell-Borlaug de Monsanto
anunció los 12 ganadores de las becas del programa para investigadores
de trigo y arroz para el año 2009. Entre los ganadores, que recibirán
apoyo completo para realizar un doctorado, se encuentran representados
diez países del mundo, entre ellos Argentina. El proyecto presentado por el Ing. Agr. Ignacio Terrile,
bajo la dirección de la Dra. Fernanda González de la Universidad de
Buenos Aires, fue elegido dentro de los 12 proyectos financiados de una
preselección de 48. El objetivo del mismo es estudiar las bases
fisiológicas y genéticas del índice de fertilidad de las espigas de
trigo.
2008
En junio de 2008, Monsanto asumió públicamente su Compromiso de Rendimiento Sustentable,
que tiene como objetivo contribuir a aumentar la producción mundial de
alimentos en vistas de su creciente demanda, de la limitación de los
recursos naturales y el cambio climático registrado. Este compromiso se fundamenta en tres pilares: • Producir más: Semillas mejoradas y prácticas agronómicas para duplicar el rendimiento del 2000 al 2030 en maíz, soja y algodón. • Conservar más:
Semillas mejoradas y prácticas agronómicas para eficientizar el uso de
los recursos clave necesarios para la producción en el año 2030. • Mejorar la calidad de vida de los agricultores:
Los cultivos mejorados genéticamente están ayudando a los productores
a producir más, obtener mayores beneficios y mejorar su calidad de
vida, incluyendo más de 5 millones de pequeños agricultores en el
mundo. En este mismo año también se lanza comercialmente el maíz MGRR2,
que permitió un salto tecnológico que revolucionó la forma de producir
este cultivo en el país y es la alternativa de mayor rendimiento
disponible en la actualidad. En su lanzamiento, a través de las pruebas a
campo realizadas en Argentina, la empresa anunció un incremento
estimado de rendimiento respecto del maíz MG de un 5,5%. Hoy, los datos
de lotes comerciales confirman ese compromiso. Monsanto Argentina lanza la segunda edición del programa de responsabilidad social corporativa Semillero de Futuro. La edición 2008 de Semillero de Futuro contó con 39 proyectos sociales entre los que se distribuyeron 1 millón de pesos que beneficiaron en forma directa a 6.300 personas de 11 provincias argentinas.
Cabe destacar que casi dos tercios de los proyectos elegidos se
ubicaron en localidades de menos de 10.000 habitantes. El 36% de los
proyectos elegidos perteneció a localidades de menos de 2.000
habitantes.
2007
En
agosto de 2007, luego de un riguroso proceso de evaluación por parte de
los organismos regulatorios nacionales, la Ex-Secretaría de
Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentos de la Nación aprobó el primer evento doble para maíz, MGRR2,
que combina los eventos MG (Maíz Gard, con tecnología Bt que le
confiere a la planta control sobre el ataque de insectos lepidópteros) y
RR2 (segunda generación de la tecnología RoundUp Ready, que permite la
utilización del herbicida a base de glifosato Roundup sobre el cultivo
de maíz). El MGRR2 conjuga y
potencia, los beneficios ya conocidos de las tecnologías MG y RR2,
brindando el máximo rendimiento a través de la más completa protección
de cultivos, ya que logra una significativa reducción del estrés de las
plantas durante el ciclo del cultivo.
2006
Luego
del éxito alcanzado con el programa comunitario Max Solidario en 2005, a
través del cual se financiaron 55 proyectos sociales en diversas
comunidades rezagadas de la Argentina , beneficiando a más de 3.200
personas, Monsanto Argentina pone en marcha Semillero de Futuro,
el programa de responsabilidad social corporativa más ambicioso que ha
encarado la empresa en sus más de 50 años de trayectoria en el país.
Este programa promueve el desarrollo de proyectos productivos que
contribuyan a la sustentabilidad de comunidades rurales postergadas. En
su primera edición, con la suma de 1 millón de pesos, Semillero de
Futuro apoyó 47 proyectos sociales y productivos en 11 provincias
argentinas, llegando a más de 4.500 personas.
2005
Monsanto adquiere Seminis,
líder global en la industria de semillas de frutas y hortalizas,
accediendo al suministro de más de 3500 variedades de semillas a
productores en más de 150 países.
2004
En
septiembre se inaugura la planta de investigación y desarrollo de
semillas y agroquímicos en Fontezuela, partido de Pergamino, provincia
de Buenos Aires. También este año la Ex-Secretaría de Agricultura,
Ganadería, Pesca y Alimentos de la Nación aprueba la siembra, consumo y
comercialización del maíz RR, con tolerancia al herbicida Roundup a base de glifosato.
2003
En
2003 se termina el proyecto de remodelación de la Planta de Pergamino
para producción y acondicionamiento de semillas de girasol. Un año más
tarde se terminan las obras de expansión de las líneas de Deschalado y
Secado de Maíz en la Planta María Eugenia (Rojas).
2002
Monsanto
y Pharmacia & Upjohn anuncian su separación, pasando a ser Monsanto
una compañía única dedicada exclusivamente a la agricultura. A partir
de ese momento Monsanto se concentra en la investigación, desarrollo y
producción de herbicidas, semillas y productos de biotecnología.
2001
La
Ex-Secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación de la
Nación aprueba la siembra y comercialización del algodón RR, con
tolerancia al herbicida Roundup a base de glifosato.
2000
En
octubre de 2000 finalizan las obras de reacondicionamiento de la planta
de Zárate para la producción de glifosato, pasando a ser la planta de
agroquímicos más grande de América Latina. De esa forma se concretaba el
proyecto de inversiones iniciado en 1998. En diciembre, con una
inversión de US$ 2 millones, se puso en marcha la Estación Experimental
Camet, ubicada cerca de Mar del Plata, Provincia de Buenos Aires. La
estación experimental estaba destinada al desarrollo de nuevos híbridos
de maíz de ciclo corto y girasol.
1998
En
Mayo, Monsanto Company adquirió dos empresas de semillas: DEKALB
Genetics Corporation y Delta & Pine Land. Esta adquisición significó
la creación de plataformas de semillas más amplias que facilitaron una
mejor vinculación de sus eventos tecnológicos a las necesidades de los
productores y procesadores de alimentos, anticipándonos a mercados
emergentes y nuevas tendencias. Durante este período, asimismo se
inician en Planta de Zárate las obras de un plan de inversión de US$ 136
millones, en el negocio de agroquímicos, con el objetivo de instalar
una planta de producción de glifosato (que hasta ese momento se
importaba de los Estados Unidos), una línea de producción de herbicidas
sólidos granulados (Roundup Dry), una línea de envasado automático de
Roundup y un nuevo Laboratorio de Control de Calidad para acompañar el
crecimiento de las ventas de Roundup. Los proyectos de expansión de
Planta Zárate finalizaron en el año 2000 con la inauguración de la
planta de glifosato, con capacidad de producción de 120 millones de
litros equivalentes de Roundup y procesos de última tecnología. Este año la Ex-Secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentos aprobó la siembra, consumo y comercialización del maíz Bt y algodón Bt, ambos con resistencia a insectos lepidópteros.
1997
En
Octubre, se terminan los proyectos de expansión en la planta de
NutraSweet en Zárate, con capacidad de abastecer a todo el Mercosur. Los
productos NutraSweet, Chuker y Semblé se producen y envasan
íntegramente en Argentina por primera vez. En Diciembre, Monsanto
Company y Delta & Pine Land anunciaron la creación de una nueva
empresa junto con CIAGRO, la distribuidora de insumos agropecuarios más
grande de la región algodonera argentina, para la producción y
comercialización de semillas de algodón mejoradas mediante ingeniería
genética. La nueva empresa se llamó Genética Mandiyú S.R.L. y tenía
licencia para la venta de variedades de semillas que contienen el gen Bt
de Monsanto (Bollgard), que le imparte tolerancia a ciertos insectos a
la vez que reduce el uso de insecticidas.
1996
Monsanto
a nivel mundial decide desprenderse del negocio de plásticos y
concentrarse en el negocio de semillas y agroquímicos. En Argentina, el
JV Joint Venture Unistar fue vendido íntegramente a PASA. Este año,
se incorpora el primer cultivo genéticamente mejorado a la agricultura
argentina: la soja RR (Roundup Ready), tolerante a herbicida a base de
glifosato, aprobado por la Ex-Secretaría de Agricultura, Ganadería,
Pesca y Alimentación. Esta nueva tecnología se incorporó a la oferta
tecnológica en Argentina prácticamente al mismo tiempo en que estuvo
disponible en los Estados Unidos, y su adopción se dio a un ritmo
sorprendente.
La introducción de
la biotecnología tuvo un profundo impacto en la transformación de la
agricultura argentina y, más allá de ésta, en toda la economía del país.
Los beneficios totales generados, estimados en base al modelo
matemático de simulación SIGMA desarrollado por el INTA, se calculan en
más de 20 mil millones de dólares a 10 años de su incorporación.
1995
A mediados de los 90, el negocio de Monsanto se concentró en tres áreas: • Agrícola: dedicada a la producción de herbicidas y semillas, incluyendo productos de biotecnología. • Nutrición y Consumo: orientada a la producción de una nueva generación de alimentos de consumo masivo. • Farmacéutica: desarrollo, producción y comercialización de medicamentos innovadores para la salud.
Dentro
de esta estrategia a nivel mundial, Monsanto Argentina contaba hacia
1996 con plantas de formulación y envasado de herbicidas Roundup (a base
de glifosato), Harness y Guardian (a base de acetoclor), Flucsol (a
base de Fluorocloridona), una planta de producción de edulcorantes
(NutraSweet), además de las instalaciones de producción de polímeros
estirénicos que formaban el JV Joint Venture Unistar, todas ellas
ubicadas en la planta industrial de Zárate.
1994
En marzo de 1994 se inaugura la planta María Eugenia, de acondicionamiento de semillas híbridas (maíz) en la localidad de Rojas, Provincia de Buenos Aires.
1991
Monsanto Argentina se asocia con PASA (Petroquímica Argentina SA) y ambas empresas forman un (JV) Joint Venture denominado Unistar
para la producción y comercialización de Polímeros Estirénicos
(Poliestireno, y resinas SAN y ABS), transformándose en uno de los
principales productores de resinas estirénicas de América Latina.
1990
Mientras tanto, en Argentina se venía desarrollando en forma sostenida desde principios de la década de los ‘90 la implementación intensiva de las técnicas de labranza conservacional, conocidas como Siembra Directa
(SD), con el apoyo de Monsanto. La exitosa implementación de la SD
colocó a la Argentina en la vanguardia de la agricultura moderna
mundial, ubicando a nuestro país entre los tres primeros mercados
mundiales en materia de Producción y Rendimientos Agrícolas. Esto motivó
a su vez el crecimiento de las ventas de Roundup® como herbicida de amplio espectro.
1980
Durante
los primeros años de la década del 80, Monsanto comienza a formular y
envasar agroquímicos en la Planta de Zárate, hasta llegar a la
producción de herbicidas entre los que se destaca el Roundup®,
líder en el mercado en los últimos 30 años. Desde ese momento, y hasta
mediados de la década del 90, la Planta de Zárate producía y
comercializaba productos plásticos derivados del estireno y agroquímicos
simultáneamente.
1978
En 1978 se inaugura la planta acondicionadora de semillas híbridas (girasol) en Pergamino, Provincia de Buenos Aires.
1956
Las operaciones de Monsanto en Argentina, comenzaron en 1956, con la inauguración de la Planta de Zárate,
en la Provincia de Buenos Aires, para la producción de plásticos. En
sus comienzos en el país, Monsanto se dedicó a la producción y
comercialización de productos químicos, en especial plásticos derivados
del estireno.
Un informe realizado por Jeremy Scahill en The Nation reveló que el
ejército mercenario más grande del mundo, Blackwater (más tarde llamado
Xe Services y, más recientemente, “Academi”) servicios de inteligencia
clandestinas fue vendida a la multinacional Monsanto. Blackwater cambió
de nombre en 2009 después de ser expuesta al mundo, con numerosas
denuncias de abusos en Irak, incluidas masacres de civiles. Blackwater
sigue siendo el mayor contratista privado del Departamento de Estado de
servicios de seguridad de EE.UU., que practica el terrorismo de Estado
dándole al gobierno la posibilidad de negarlo y ocultarlo.
Muchos agentes de la CIA y ex militares trabajan para Blackwater o
compañías relacionadas creadas para desviar la atención de su mala
reputación y obtener más ganancias vendiendo sus servicios. que van
desde la infiltración de información e inteligencia, cabildeo político y
entrenamiento paramilitar para servir a otros gobiernos, bancos y
corporaciones multinacionales. Según Scahill, los negocios con
multinacionales, como Monsanto, Chevron, y gigantes financieros como
Barclays y Deutsche Bank, se canalizan a través de dos empresas
propiedad de Erik Prince, dueño de Blackwater: Total Intelligence
Solutions y Terrorism Research Center. Estos funcionarios y directores
comparten Blackwater.
Uno de ellos, Cofer Black, conocido por su brutalidad como uno de los
directores de la CIA, fue quien hizo contacto con Monsanto en 2008 como
director de Total Intelligence, para contratar a la empresa para espiar
e infiltrar gente en las organizaciones de derechos de los animales,
actividades sucias anti-transgénicos y otros de la gigante de la
biotecnología.
El ejecutivo Kevin Wilson de Monsanto se negó a comentar dicho
acuerdo, pero más tarde se confirmó a The Nation que habían contratado a
Total Intelligence en 2008 y 2009, solamente para realizar un
seguimiento de “información pública” de sus opositores, según la empresa
genocida de Monsanto. También dijo que Total Intelligence era una
“entidad totalmente separada de Blackwater”.
Sin embargo, Scahill cuenta con copias de los correos electrónicos de
Cofer Negro después de la reunión con Wilson de Monsanto, donde se
explica a otros ex agentes de la CIA, utilizando sus emails de
Blackwater, que la discusión con Wilson fue que Total Intelligence se
había convertido en “el brazo de inteligencia de Monsanto, que servía
para espiar a activistas y opositores en contra de los transgénicos y
cuentan como infiltraban a gente para desestabilizar legalmente a estos
grupos. Monsanto pagó 127.000 dólares en 2008 y $ 105.000 en 2009 a
Total Inteligence para que realizase este seguimiento.
No es extraño que una empresa dedicada a la “ciencia de la muerte”
como es Monsanto, que se ha dedicado desde el principio a producir
venenos tóxicos como el Agente Naranja que aborda los PCB (bifenilos
poli clorados), pesticidas, hormonas y semillas modificadas
genéticamente, se asocie con otra empresa de matones. Esta empresa esta
relacionada con el auto atentado de Boston como ya expusimos en este
video programa.
Casi simultáneamente con la publicación de este artículo en The
Nation, la Vía Campesina informó sobre la compra de 500.000 acciones de
Monsanto, por más de $ 23 millones por la Fundación de Bill y Melinda
Gates, que junto con esta compra de acciones, se ha completado la
quitada de la máscara de la “filantropía¨ de los Gates. Esta podría ser
otra asociación que no nos sorprende para nada… Ya que se trata de un
matrimonio entre los dos monopolios más brutales de la historia del
industrialismo: Bill Gates controla más de 90% de la cuota de mercado de
la computación de propiedad y Monsanto posee cerca del 90% del mercado
mundial de semillas transgénicas y semillas comerciales globales.
No existe en ningún otro monopolio tan brutal dentro del sector
industrial, cuya propia existencia es una negación del cacareado
principio de “competencia de mercado” del capitalismo. Tanto Gates como
Monsanto son muy agresivos en la defensa de sus monopolios.
Aunque Bill Gates podría intentar decir que la Fundación no está
ligada a su negocio, lo único que demuestra es lo contrario: la mayor
parte de sus donaciones terminan favoreciendo las inversiones
comerciales del magnate, realmente no donan nada, pero en lugar de pagar
impuestos a las arcas del Estado, invierte sus ganancias en donde le es
favorable económicamente (paraísos fiscales), e incluye la propaganda
de sus supuestas buenas intenciones por medio de los medios de
desinformación. Por el contrario, la fundación de Bill Gates no oculta
sus “donaciones” a proyectos tan destructivos como la geo ingeniería o
la sustitución de medicinas naturales de la comunidad de alta tecnología
de medicamentos patentados en las zonas más pobres del mundo. Qué
coincidencia, el ex secretario de Salud Julio Frenk y Ernesto Zedillo
son consejeros de la Fundación.
Al igual que Monsanto, Gates se dedica también a tratar de destruir
al pequeño agricultor y las agriculturas rurales en todo el mundo,
principalmente a través de la “Alianza para una Revolución Verde en
África” (AGRA). Funciona como un caballo de Troya para privar a los
campesinos africanos pobres de sus semillas tradicionales,
sustituyéndolas por semillas de las empresas de Monsanto, genéticamente
modificadas . Para ello, la Fundación contrató a Robert Horsch en 2006,
el director de Monsanto. Ahora Gates, ventila grandes ganancias, ya que
se fue directo a la fuente.
Blackwater, Monsanto y Gates son tres caras de la misma moneda: la
máquina de guerra contra el planeta el puñetero capitalismo genocida y
la mayoría de las personas que lo habitan, los campesinos, las
comunidades indígenas, las personas que quieren compartir información y
conocimientos o cualquier otro que no quiera estar en los auspicios de
la ganancia y la destrucción del capitalismo.
¿Por qué había tantos medios de comunicación, editorialistas y
bloggers que claman diciendo que la compra de Blackwater por Monsanto
fue un “engaño”?
Esa es una buena pregunta. Los más despiertos de nosotros podríamos
sospechar un incentivo financiero de la propia Monsanto a estos
“periodistas”. Monsanto, ha contratado a un equipo de relaciones
públicas para buscar blogs críticos y sitios web que informan sobre sus
crímenes contra la naturaleza y la humanidad. Lo hemos visto de primera
mano en los comentarios sobre los artículos PoliticalBlindSpot.com sobre
Monsanto. No está más allá del reino de las posibilidades que se hayan
podido crear blogs donde los autores aparentemente legítimos escriben
pensamientos orgánicos, observaciones y refutaciones a favor de la mega
empresa MONSANTO. Estos sitios webs se disfrazan como si fueran personas
de la vida real, cuando en realidad están trabajando de relaciones
públicas para la mayor empresa genocida del planeta MONSANTO.
Pero el argumento central de los que dicen que la compra de
Blackwater por Monsanto no es verdad, radica en el hecho de que no
podemos documentar oficialmente que Blackwater fue contratado por
Monsanto durante años. Debido a la naturaleza de cómo ocurrió la venta,
es imposible para documentar que la venta fuese posible. La conclusión
obvia y lógica a esta información privilegiada (en particular en la
industria de la seguridad privada) es que la venta es real, de hecho,
Monsanto ha sido quien ha estado contratando este tipo de empresas.
No hay manera de documentar oficialmente quienes son los nuevos
propietarios de BlackWater en realidad, pero la conclusión lógica sería
que es Monsanto, quien había estado empleando a estos mismos mercenarios
antes de la venta. Esto, por supuesto, también tiene sentido del
secreto que rodea el trato y la identidad de los nuevos propietarios. La
compañía fue comprada por inversores privados a través de las empresas
de capital privado que no tienen que divulgar públicamente ninguna de
sus relaciones. Además el Bank of América ha proporcionado gran parte de
los $ 200 millones de financiación para este acuerdo genocida.
No es casualidad que hace pocos meses en el congreso de los EE.UU. se
aprobase una ley que esgrimía cualquier responsabilidad a la empresa
genocida Monsanto y ahora compren la mayor empresa de mercenarios del
mundo… TODO ESTA RELACIONADO y más que eso… seguir el dinero y
encontrareis la verdad!!
CHICOS,
PUBLICIDAD DE LA SCOTTO, REPRESENTANTE DE LOS K EN CORDOBA. FIJENSE
COMO ARREGLAN CON GOOGLE ESO, porque es muuuy incongruente!! jhajajaja
Priuuchurd
perrín
arregle la redacción para que sea mas coherente el texto y gane
credibilidad. parece una mala edicion de una traduccion de google.
Esto lo digo desde el respeto, pues se que Monsanto es un representante de lo que nos matará a todos
Felicidades
por sus trabajos de información. Realmente es una labor interesante,
lástima que ciertos temas, no tan evidentes para ustedes, les lleguen
como faltos de realismo.
Las cosas están más liadas de lo que ustedes se imaginan, los bucles
mentales nos lleva a donde les place. No todo lo que se ve es la
realidad, hay mucho más en la sombra.
Intenten comprender, si les es posible, que nada se sustenta solo con lo material.
Podrían ustedes ofrecer mucha más información, incluso a sabiendas que
las mentes universitarias de hoy en día están demasiado contaminadas con
la realidad irreal. Verdaderamente los controladores, con este sistema
de educación dirigido, han encontrado la mejor manera de distraer a las
mentes activas y pensantes del claro objetivo mundial.
Seguro que a ustedes les es fácil pensar que los sistemas educativos
establecidos los han programado los mismos contra los que ustedes se
proclaman abiertamente. Con lo cual no estaría de más un pensamiento
dirigido a analizar en que les han hecho creer, tal vez en ello
encontraran algún elemento que se escapa de la bondad educacional.
De todas maneras me reitero en su labor de información, tal vez con más gente como ustedes las cosas funcionarían mejor.
Saludos
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