La protesta policial se extendió ayer a La Plata. Un grupo de la Bonaerense reclamó mejoras salariales y laborales, lo que afectó parcialmente el servicio de Infantería para los partidos de fútbol. Anoche, los más altos funcionarios del gobierno de Daniel Scioli intentaban destrabar la situación, que se había tensado por la acción de un provocador que disparó un arma de fuego en la sede de Infantería. En Chaco, policías de la Seccional 1ª de Resistencia se autoacuartelaron, pese a que el gobierno provincial había prometido ponerse al día con una deuda salarial. La medida afectó al transporte automotor, que a la tarde decidió no prestar servicio. En Río Negro, representantes del gobernador Alberto Weretilneck negociaban anoche en la localidad de Cipolletti con delegados de los policías que realizan “retención de tareas” para intentar destrabar el conflicto. En tanto, el gobierno de Entre Ríos estudia mejoras salariales para frenar una movilización anunciada para hoy. En Santa Fe no hay autoacuartelamiento, pero sí una protesta encabezada por familiares de policías en actividad y personal retirado. El secretario de Seguridad, Sergio Berni, viajó a la provincia y junto al gobernador Antonio Bonfatti sobrevoló Rosario, ciudad custodiada por Gendarmería y Prefectura.
En La Plata, un centenar de agentes que estaban fuera de servicio llegaron junto a sus familias hasta el cuartel ubicado sobre las calles 59 y 115, donde impidieron la salida de efectivos hacia el estadio Ciudad de La Plata. Nicolás Masi, secretario general de un denominado Sindicato de Policías de la provincia de Buenos Aires (Sipoba), no reconocido legalmente, explicó que el reclamo era por un salario mínimo de 12.500 pesos de bolsillo, además de otras mejoras, aunque aclaró que no se trataba de un autoacuartelamiento. “No hay abandono de tareas, no lo vamos a hacer nunca porque nuestro deber es brindar seguridad”, aclaró.
La protesta puso en duda la realización del partido entre Estudiantes y Tigre en el estadio Ciudad de La Plata, debido a que los agentes de Infantería destinados a la seguridad del encuentro no salieron del lugar.
Sin embargo, el operativo fue complementado por efectivos de comisarías, que no participaron de la protesta, agentes de seguridad privada y fuerzas de control municipal. De todas formas, hubo una negociación con los agentes para que haya presencia de Infantería en el estadio.
Anoche, la negociación estaba encabezada por el jefe de Gabinete, Alberto Pérez y los ministros Alejandro Granados y Silvina Batakis.
En Rosario, agentes de la policía santafesina mantuvieron ayer sus reclamos de mejoras salariales, que exteriorizaban sus familiares y agentes retirados, mientras el gobernador Antonio Bonfatti y el secretario de Seguridad nacional, Sergio Berni, sobrevolaban la ciudad.
Si bien no hubo autoacuartelamientos en Santa Fe, el reclamo se expresó en la jefatura de la Unidad Regional II, donde se congregaron familiares de los agentes. La protesta había comenzado en la noche del viernes y si bien la Justicia ordenó que se libere la zona, el desalojo no había cumplido. En tanto, personal de Gendarmería Nacional y de la Prefectura, enviados por el gobierno nacional, patrullaban la ciudad e impidieron intentos de robos en supermercados chinos, en la zona sur de Rosario, el sábado a la noche. El gobierno provincial había ofrecido un pago de 1500 pesos por única vez en diciembre y una cifra similar en enero para la compra de uniformes.
Resistencia era ayer la única ciudad donde había un acuartelamiento policial en la Comisaría 1ª en reclamo de mejoras salariales, horas después de que el gobernador de Chaco, Juan Bacileff Ivanoff, anunciara la regularización de los pagos de servicios adicionales a los efectivos y la incorporación de 1200 nuevos agentes a la fuerza de seguridad y al Servicio Penitenciario. El conflicto se produjo mientras estaba en la provincia el jefe de Gabinete nacional y gobernador en uso de licencia, Jorge Capitanich.
Mientras tanto, en Río Negro, autoridades del gobierno que encabeza Alberto Weretilneck y representantes de los policías que realizan una retención de tareas en reclamo de mejoras salariales se reunieron anoche en la ciudad de Cipolletti para debatir una salida a la situación. En Bariloche, unos 200 efectivos de Gendarmería patrullaban la ciudad.
Durante la mañana, en Viedma, los manifestantes habían ingresado a la jefatura de la policía pero luego se instalaron en la calle donde lanzaron fuegos artificiales y quemaron cubiertas. Cerca del mediodía, se sumaron diferentes móviles de las unidades capitalinas y del cuerpo de bomberos.
Los integrantes de la fuerza policial, activos y retirados, firmaron un petitorio para solicitar un salario mínimo que ronde los doce mil pesos para un agente recién incorporado.
En tanto, el gobierno entrerriano informó que analiza mejoras para los policías provinciales, en el marco de los reclamos conocidos en los últimos días y ante la amenaza de que se repitan desde hoy movilizaciones de uniformados. La tarea está en manos del ministro de Gobierno Adán Bahl, quien mantendrá hoy un encuentro de trabajo con el jefe de Policía, Roberto Massuh, vinculado con las gestiones realizadas por la conducción de las fuerzas de seguridad en torno de la política de adicionales y los códigos de seguridad.
Pero los policías autoconvocados emplazaron al gobierno para que dé a conocer hoy una propuesta de aumento salarial y otras mejoras. De lo contrario, anunciaron, volverán a movilizarse. El sábado, efectivos en actividad, retirados y sus familiares marcharon en Paraná, Gualeguaychú y Concordia en reclamo de respuestas.