Por Adalys Pilar Mireles Pinar
del Río, Cuba, 16 dic (PL) Investigadores cubanos buscan rastros de
antiguos ingenios azucareros y sus dotaciones de esclavos, pesquisas que
abarcan zonas conocidas principalmente por su auge tabacalero,
anunciaron hoy coordinadores de las exploraciones.
Expediciones por regiones como San Juan y Martínez y San Luis,
permitieron ahondar los estudios en al menos unos nueve sitios donde
antiguamente se cultivó y procesó la caña de azúcar, explicó a Prensa
Latina Enrique Machín, uno de los participantes en las averiguaciones.
En casi todos los casos -dijo- se conservan muros, paredes y otros
elementos estructurales de lo que fueron esas fábricas, vestigios que
datan de varios siglos atrás y lograron sobrevivir al paso del tiempo.
Según el estudioso, las indagaciones permitieron localizar y apreciar
las ruinas de los ingenios Guacamaya y Constancia, entre otros lugares
de similares fines, algunos ocultos ahora entre la vegetación de esta
occidental provincia.
Se trata de curiosos pasajes de la
historia local, programa que incluye también la búsqueda de
descendientes de los esclavos que trabajaron en los cortes cañeros y en
el proceso fabril, dentro de parajes famosos por la calidad de sus
sembrados tabacaleros.
Fundado a mediados del siglo XIX,
Guacamaya fue uno de los mayores de la zona y se mantuvo moliendo hasta
aproximadamente 1995, año que marcó el reinicio de la guerra por la
independencia de Cuba.
De acuerdo con apuntes históricos, en
1878 empleaba a más de 300 esclavos de diferentes nacionalidades y
edades, así como a un grupo de asiáticos.
Existe un proyecto que
persigue ampliar el registro de los sitios asociados a la ruta del
esclavo en Pinar del Río -140 kilómetros al oeste de La Habana-, donde
fue muy fuerte la presencia africana, fundamentalmente en las
plantaciones de café y caña de azúcar, comentó el Doctor en Ciencias
Históricas Jorge Freddy Ramírez.
Aquí como en otras regiones de
la isla esos hombres y mujeres dejaron huellas tanto materiales como
intangibles al implantar tradiciones y modos de hacer, elementos que
enriquecieron la cultura nacional, afirmó.
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