El rey Juan Carlos de España entregó en 2004 un millón 200 mil euros a su hija, la infanta Cristina, y a su marido Iñaki Urdangarin, a manera de préstamo
. El dinero sirvió para que los duques de Palma compraran un palacete en Barcelona valuado en seis millones de euros y cuya adquisición se investiga ante la posibilidad de que los recursos con los que se compró procedieran de los fraudes y delitos cometidos por Urdangarin entre 2002 y 2009.
El rey Juan Carlos depositó un millón 200 mil euros, que salieron de su cuenta personal, a la cuenta conjunta de los duques de Palma, a través de dos transferencias, cada una por 600 mil euros. Así lo confirmó la agencia tributaria española por medio de un informe entregado al juez instructor del caso, José Castro, que tiene abiertas numerosas diligencias sobre Urdangarin, a quien señala como el principal ejecutor de una serie de fraudes por más de 12 millones de euros saqueados de las arcas españolas.
La Jornada