Olvídalo! Las espinas largas y hondas,
los secretos angustiosos y tristes, las piedras
altas e insalvables… ¡Olvídalas! Las semillas
que se te quedaron dormidas, los vuelos
que se te quedaron a ras de tierra,
las rosas que se secaron antes de tiempo…
¡Olvídalas! La cáscara de la semilla,
el lucimiento de la vanidad,
la máscara del hombre y el ropaje de la verdad…
¡Olvídalo! No vivas hacia atrás.
No comiences recargado de sombras.
No des la espalda a la luz.
No te reflejes en lo que pasaste.
No te aferres al mismo punto de partida...
Párate en la proa de tu barco, levanta
de nuevo las velas, mira hacia lo largo
y lo ancho del mar…
Cuando te convenzas de su inmensidad
encontrarás otro camino y,
cuando mires al cielo parecerás gaviota
que apartándose de todo encuentra el camino.
Con el pasado aprendes,
con el presente renaces y con el futuro sueñas.
Vivir empezando, es la forma de llegar.