Escrito por PL
Domingo, 12 de Enero de 2014 07:29
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Cuba
La Habana, 12 ene (PL) El embajador de Palestina en Cuba, Akram
Samhan, afirmó aquí que la lucha de su pueblo iniciada en enero de 1965
continuará en todas sus formas y métodos hasta alcanzar la generalidad
de sus objetivos.
Samhan pronunció las palabras finales del acto político-cultural
organizado por la sede diplomática de ese Estado miembro observador de
Naciones Unidas y la Unión árabe de Cuba (UAC), en ocasión del
aniversario 49 del Movimiento de Liberación Nacional de Palestina
(Al-Fatah), el cual comenzó la lucha armada de ese pueblo contra la
ocupación israelí.
La ceremonia, efectuada en la UAC, contó con una selección de videos y
fotos proyectados durante su realización, en los que se resaltó la
trayectoria de esa lucha y de la figura y memoria del fundador de Al-
Fatah, y quien fuera el presidente de la Autoridad Nacional Palestina,
Yasser Arafat.
Samhan fustigó el creciente apetito de las potencias occidentales
para saquear las riquezas de los países árabes, y subrayó que la causa
central de esos pueblos es la del palestino.
En declaraciones a Prensa Latina aseveró que en 2014, proclamado por
la ONU Año de Solidaridad con el Pueblo Palestino, espera que más
personas y países estén a favor de que ese Estado sea miembro pleno del
organismo internacional.
El secretario de Al- Fatah en Cuba, Ziad Khalil Elnajar, dijo que la
revolución devolvió al pueblo su lugar y dignidad y reafirmó su
identidad y sus derechos al retorno a la independencia,
autodeterminación sobre el suelo patrio y establecer su propio estado,
libre de la ocupación.
Al inaugurar el acto, el secretario general de la UAC, Juan Dufflar,
reafirmó la permanente, militante e irrevocable solidaridad cubana con
la causa palestina y sus inalienables derechos reconocidos por las
Resoluciones del Consejo de Seguridad y la Asamblea General de Naciones
Unidas, pero totalmente ignorados por Israel.
Abogó por los derechos de ese pueblo a su identidad nacional, que se
sustentan en la constitución de un estado palestino independiente con
Jerusalén Oriental como capital y dentro de las fronteras de junio de
1967.
También por la liberación de sus cinco mil presos políticos en las
cárceles israelíes y el retorno de los cerca de siete millones de
refugiados, víctimas de la enorme catástrofe del holocausto y del éxodo
masivo.
Asimismo, demandó el cese de la construcción y expansión de los
asentamientos de colonos judíos en los territorios palestinos ocupados,
de los genocidas ataques e inhumano bloqueo a la Franja de Gaza y del
asesinato selectivo de los dirigentes palestinos.