
UyL: Salud, camarada. 30 años son mucho tiempo, ¿qué hubo y qué pasó hace 30 años para que el PCPE, entonces PC, naciera?
Confluyeron
varios factores, en esa coyuntura política, que hicieron posible
nuestro nacimiento. Quizás el primero y más determinante fue el ascenso
de la lucha de la clase obrera en la segunda mitad de los setenta e
inicio de los ochenta, fue el período de mayor actividad del movimiento
sindical y huelguístico después de la II República, ello se trasladó al
campo del Partido, de tal manera que las rupturas anteriores con el
oportunismo -que nunca cuajaron en nada serio- pudieron catalizar en ese
escenario de fortalecimiento de la lucha de clases en el Congreso de
Unidad Comunista de 13 y 14 de enero de 1984.
Otro
elemento importante fue que el oportunismo abandonó muchos de sus
discursos más engañosos y se lanzó a una ofensiva internacional para
articular su propuesta en torno al eurocomunismo. Es la famosa foto de
Marchais-Berlinguer-Carrillo, plantando cara directamente al
marxismo-leninismo y rompiendo con el movimiento comunista
internacional, reconociendo su alianza con la burguesía para obtener una
cuota en la gestión del sistema capitalista. Eso fue clarificador para
una parte importante de la militancia revolucionaria de este país.
Y un tercer
factor importante fue la respuesta del movimiento comunista
internacional, que entendió la necesidad de contestar a este paso del
oportunismo. Así el pecepunto nació con el apoyo directo de ese
movimiento comunista internacional, y eso facilitó muchas cosas; muchas
barreras, que antes no se habían conseguido superar entre los distintos
grupos por visiones cortas y por sectarismos, se resolvieron.
UyL: ¿Qué momentos destacarías en la historia del PCPE como más importantes y definitorios de lo que es hoy?
Al PCPE lo
marca su mismo Congreso constituyente en primer lugar, fue una ocasión
histórica, un Congreso con miles de comunistas con su práctica política
inspirada en las tradiciones de la III Internacional, que habían jugado
un papel muy importante en la lucha contra la dictadura anterior y que
aportaban un caudal político fraguado en el compromiso militante más
consecuente y en el heroísmo que marcó a toda esa generación tan
duramente represaliada por el capitalismo español.
Luego hubo
una etapa muy dura, de golpes y traiciones, de contrarrevoluciones en
los países socialistas del Este europeo, hasta que llegamos al Congreso
de Unidad con el PCOE en 2000, un punto de inflexión en la trayectoria
tan difícil que nos había tocado enfrentar.
Con ese
impulso llegamos al 7 Congreso (extraordinario) donde nos tuvimos que
enfrentar a una difícil situación de Dirección. En esa ocasión se
demostró la fortaleza de la base militante de nuestro Partido, que
mantuvo siempre la confianza en el proyecto a pesar de las dificultades.
También la importancia del método, y del respeto al centralismo
democrático en la resolución de los problemas. No era fácil resolver la
sustitución de alguien en la Secretaría General, que había cumplido un
importante ciclo pero que había agotado sus capacidades, y fuimos
capaces de hacerlo. Del 7 Congreso el PCPE sale con un nuevo impulso,
fortalecido internamente y con una Dirección central fuertemente
comprometida con el proyecto.
Y por
último ha sido el 9 Congreso el que permitió dar un nuevo salto adelante
en el proceso de perfeccionamiento del proyecto. Sobre el 9 Congreso se
habla mucho, es toda una referencia para el trabajo de la militancia
partidaria, y creo que ahí lo que se expresa es la maduración de
determinadas posiciones políticas que fueron posibles en un Partido que
desde el 7 Congreso trabajaba con una gran rigurosidad en el método,
fortaleciendo el carácter colectivo del trabajo de dirección a todos los
niveles, mejorando la estructura celular de la organización, y
recuperando la formación ideológica como una herramienta esencial para
el desarrollo del proyecto sobre bases de rigurosidad científica.
Otros
aspectos importantes han sido los avances de los CJC, o el importante
trabajo internacional realizado durante estos años trabajando para la
recuperación del MCI.
UyL: Hubo momentos difíciles, la victoria de la contrarrevolución en el
bloque socialista, la huida liquidacionista entre las filas del propio
partido, ¿cómo enfrentó el PCPE aquellos episodios y qué significaron
para su propio desarrollo?
Fueron
dificultades no previstas y que, en ocasiones, nos encontraron con
recursos mínimos para enfrentarlas. Las superamos porque nuestra
determinación en el camino de la revolución es insobornable.
Fueron
muchas las organizaciones, que se reclamaban del campo revolucionario,
que cayeron en esa época, y que se disolvieron, en ocasiones de forma
vergonzosa. Creo que el elemento común de todas ellas era que miraban
por el rabillo del ojo hacia el sistema capitalista, que tenían alguna
esperanza en el marco del capitalismo.
El PCPE es
un proyecto que se fragua con lo mejor de la clase obrera, y catalizando
las mejores tradiciones de la lucha revolucionaria española e
internacional, auténtico heredero de la III Internacional.
Aún así fue
duro, perdimos a los elementos más débiles de la organización y
sufrimos un cierto grado de agotamiento en nuestras fuerzas. La ofensiva
contra el PCPE fue brutal. Pero en esa situación dijimos que cavábamos
una trinchera profunda para resistir el ataque y que sólo saldríamos de
esa trinchera hacia adelante. Esa determinación tan clara fue
fundamental para llegar a donde estamos hoy.
Ante
dificultades futuras, que estamos seguro que se darán en la lucha de
clases, donde el capitalismo atacará con saña las filas revolucionarias,
también sabremos resistir y vencer. Estas dificultades pasadas han sido
un entrenamiento para las batallas que tendremos que dar en el futuro.
En ese aspecto nuestra juventud -CJC- está aprendiendo con enorme
celeridad.
UyL: Un partido marxista-leninista es un organismo vivo, que cambia,
pero ¿cuáles han sido las señas de identidad que cualquiera podría
reconocer en todas las épocas de estas tres décadas de PCPE?
En una
forma abreviada creo que se podría resumir así: Compromiso militante,
confianza revolucionaria y confianza en la clase obrera, centralismo
democrático, política de masas, lealtad en los compromisos, crítica y
autocrítica, dirección colectiva y comunismo científico.
UyL: El PCPE, después de los momentos duros, de superar muchas pruebas,
se encuentra claramente a la ofensiva y creciendo ¿cuál fue el punto de
inflexión en su historia?
Sin duda un
punto de inflexión determinante fue el 7 Congreso (extraordinario). En
ese momento llevábamos ya un recorrido amplio -en el que habíamos
afrontado pruebas muy duras-, que constituyó un importante proceso de
aprendizaje y de forja de nuestro compromiso militante (una especie de
“Así se forjó el acero”). Con ese acumulado hicimos un análisis crítico
de nuestras dificultades anteriores, y ello nos dio la oportunidad de
concluir un balance y de tomar decisiones superadoras.
Luego hay un factor ajeno al Partido,
que es la crisis capitalista. Ese cambio de las condiciones en que se da
la lucha de clases, unido a los avances en el 9 Congreso, nos permiten
empezar a llevar a la práctica las formulaciones que durante años
llevábamos haciendo sobre el trabajo de masas y la interlocución del
Partido con la clase obrera (ó la fusión del Partido con las masas, en
expresión de Lenin).
Nuestras
propuestas de Comités para la Unidad Obrera (CUO), con el objetivo de la
unida de la clase, y de Frente Obrero y Popular por el Socialismo
(FOPS) como política de alianzas, son dos herramientas concretas que
empiezan a dar sus primeros resultados, y se traducen en avance político
y organizativo del PCPE. Todo ello aplicado por una militancia
convencida de su proyecto, y que se concreta en combate continuado con
moral de victoria.
El Partido es hoy una herramienta viva en manos de la clase obrera.
UyL: También los CJC, la Juventud Comunista, cumple su 30º aniversario
el próximo año, ¿qué importancia y cómo ayudó el partido a construir la
organización juvenil, y viceversa?
Consecuencia
de cómo se ha dado la lucha de clases en el Estado Español, y del
desarrollo de las sucesivas traiciones del oportunismo, existe un cierto
vacío de una generación que está teniendo muchas dificultades para su
incorporación a la lucha revolucionaria. Puede situarse en la generación
que tiene hoy entre los cuarenta y los cincuenta años. La organización
juvenil significa la recuperación de la tradición comunista en las
generaciones posteriores, y su incorporación a la lucha revolucionaria.
Por las
condiciones objetivas en que se encuentra la juventud obrera hoy, sin
ningún tipo de futuro en el capitalismo, avanzan las condiciones
subjetivas a pasos acelerados, y ello se traduce en un crecimiento muy
importante de los CJC. Claro que esto se puede dar porque el PCPE se ha
mantenido en su sitio y la organización juvenil tiene un referente
partidario fuerte.
Pero,
además, esa juventud viene en unas condiciones en las que rápidamente
adquiere un elevado nivel de formación política e ideológica, que le
depara un futuro muy prometedor. Hay todo un plan de trasvase de cuadros
de la Juventud al Partido, que significará una importante elevación de
las capacidades de nuestra militancia, y que tendrá una continuidad en
el tiempo por la amplitud del crecimiento de los CJC.
UyL: ¿Qué actividades o campañas prepara el PCPE, sobre su 30º aniversario, y en general para este año?
La campaña
principal en relación al aniversario será la realización de treinta
mítines a lo largo de todo el Estado. Ya las distintas organizaciones
del Partido han fijado estos actos con lugar y fecha determinados. Es
una actividad simbólica del avance de nuestra presencia real entre la
clase obrera.
Por otra
parte, en estas fechas se pone en marcha una campaña de afiliación al
Partido y a la Juventud, dirigida especialmente a los grandes centros de
trabajo, polígonos industriales y lugares de concentración de la clase
obrera. Queremos avanzar en la creación de células en los centros de
trabajo de una manera significativa.
Por otra
parte tendremos la batalla de las Elecciones al Parlamento Europeo,
donde el PCPE ha trazado una clara propuesta por la salida de ese polo
imperialista y por el avance hacia el poder obrero y el
socialimo-comunismo. Es una campaña que para la organización ya ha
empezado, pues nuestro objetivo es el de explicar nuestra propuesta
política clasista, frente a los engaños del oportunismo, que siempre
habla de la “Europa social” como un modelo posible dentro del sistema
capitalista y como el único horizonte posible.
UyL: Para finalizar, ¿qué camino le espera al PCPE en el futuro?
El futuro del PCPE es el de convertirse en la fuerza determinante en la lucha de clases en este país.
Hay que
decir que, desde el punto de vista del proyecto político, ya somos esa
fuerza; y que ahora el reto es llevar eso a la fusión del Partido con
las masas, logrando que sectores cada vez más amplios de la clase
obrera, y de otros sectores populares, reconozcan al PCPE como su fuerza
rectora. Esa posición, intrínsecamente vinculada a la esencia de
nuestro proyecto, es la que nos permitirá avances concretos en el
objetivo de la construcción de una nueva hegemonía entre la clase
obrera, arrinconando progresivamente las actuales posiciones del
oportunismo.
Como fuerza
revolucionaria, en el escenario de la profunda crisis del sistema
capitalista, nos preparamos para la agudización de la lucha de clases,
para un incremento importante de las luchas obreras, y para la
consiguiente respuesta represiva de las clases dominantes. Tenemos que
convertirnos en una organización capaz de resistir las más violentas
persecuciones desde los aparatos del Estado, y que el incremento de la
represión no quiebre nuestras estructuras y nuestra vinculación a la
clase obrera y con amplias masas.
El
imperialismo desatará nuevos y más violentos escenarios de guerra en los
próximos tiempos. Preparamos la respuesta a esos futuros escenarios de
guerra imperialista, es un tema central que no podemos infravalorar.
Necesitamos un amplio movimiento de masas contra la guerra, en la
perspectiva del socialismo-comunismo. Quebrando los mecanismos de
legitimación social de las políticas de armamento y guerra. Llamando al
abandono de las tropas, y a convertir la guerra imperialista en guerra
civil revolucionaria.
Los tiempos
que nos tocarán vivir, en el próximo futuro, supondrán grandes cambios,
y pondrán a prueba la capacidad del PCPE para jugar el papel histórico
que le corresponde. No hemos dejado de prepararnos en estos treinta
años, y no dejaremos de seguir preparándonos, con responsabilidad, para
estar a la altura de las exigencias del momento.
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Escrito por Redacción UyL
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Categoría: Actualidad
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Publicado: 13 Enero 2014