Ginebra II: La Farsa Internacional por excelencia

 

Comenzando por la previa de Ginebra II donde se debatía la presencia de la “oposición siria”, la invitación a la República Islámica de Irán por parte de la ONU y luego retirada, hasta las conversaciones en plena conferencia, no se puede calificar de otra manera que esta reunión fue una farsa mas orquestada por el imperialismo norteamericano, la OTAN, y sus cómplices del golfo árabe y porque no Rusia.

En primer lugar, hay que preguntar por la legitimidad de los llamados “oposición siria” sentados en esa mesa, una oposición inventada, al estilo Al Qaeda en Afganistán.

La verdadera oposición siria no concurrió a Ginebra II, porque esta se halla en su país, defendiendo su patria desde adentro, codo a codo con el resto de los sirios.

Por otra parte, el gobierno sirio asistió para plantar cara de frente al enemigo evidente, para decirles que no temen intentar solucionar el conflicto, para no dar excusas de dejar la silla vacía, que en realidad llenó y lo hizo con dignidad y firmeza.

Lo planeado por el imperialismo norteamericano, con la ONU como perro faldero y obediente no llama la atención, no sorprende, es más, se esperaba una posición de ese tipo, lo que hay que destacar es el papel de Rusia, Siria asistió por no contradecir los esfuerzos rusos de llegar a una solución política del conflicto, pero Rusia juega sus propios intereses, que al momento que no le convenga mas soltará la mano que sostiene.

No es ser desagradecido con la ayuda dada por Rusia, pero esto es Real Politik, y esa es la lectura correcta que debe hacerse de lo sucedido en la cumbre de Ginebra II.

Se sustenta esta lectura en la ausencia de uno de los actores principales de la región, la República Islámica de Irán, que puede llegar a influir y mucho en su aliado sirio, mucho más que Rusia, con mayor cercanía y amplio apoyo concreto en todos los campos, humanitario, político, militar, etc.

Con todos estos ingredientes, sumado a las pretendidas condiciones de hablar de “gobierno de transición” sin la participación del Presidente Bashar Al Assad, es evidencia concreta de la voluntad del imperio de llegar a una “solución” al conflicto.

El destino de Siria es potestad de los sirios y de nadie más, solo ellos pueden decidir su manera de vivir y quien los gobierne, no nos olvidemos que todo este conflicto, artificial, manipulado, instigado, proviene desde el exterior, de los intereses imperiales para el Oriente próximo, de ninguna manera fue una revolución espontánea, ya se ha dicho millones de veces, pero no está de más seguir recordandolo.

Ginebra II ha servido para mostrar las cartas de cada uno, tanto las del imperio occidental con sus aliados árabes e israel, como la del imperio oriental que Rusia quiere recuperar.

Siria se ha valido por si misma en esta reunión y le bastó para decir claramente en la cara del esclavo norteamericano Ban Ki Moon, quienes son los verdaderos terroristas y quienes son los responsables de los crímenes de lesa humanidad acaecidos en Siria.

Siria es Siria y con eso es suficiente.