A tomar por culo
David Torres
29 ENE 22014
Una de las grandes ventajas del PP es la capacidad de síntesis. Sus estrategas preparan en la sombra durante meses y meses frases de laboratorio, conceptos vanguardistas, esbozos de marketing, novedosos eslóganes con los que embotellar el vacío, y de repente, casi sin querer, entre un regüeldo y un eructo, cualquiera de sus líderes emite el pensamiento puro, el verso libre, el sintagma que resume toda su ideología y que va a quedar para los anales:
–Que se vayan a tomar por culo.
Nadie podrá decir ya que no estaba advertido, que no sabía lo que votaba cuando el programa electoral se resume en tres palabras (“Que se jodan”) y el manual de estilo con la prensa en siete (“Que se vayan a tomar por culo”). Quién iba a sospechar que debajo de esa pinta más bien agropecuaria, De Guindos escondía un poeta. Pero la poesía salta donde menos se la espera y el otro día la tensión del momento hizo que de repente el ministro se pusiera lírico. Hay que atribuirlo tal vez al cansancio de llevar la cartera, de ir siempre de acá para allá con su inacabable séquito de asesores y secretarios; tal vez al trabajo de atender a los periodistas, que siempre están mosconeando por ahí, interrumpiendo y preguntando sin enterarse de nada. Hay que entender que es muy duro ir por la vida sabiendo que arrastras tras de ti una ristra de ceros sin cuadrar y la sombra de varios millones de parados. Entonces las musas del Elíseo descendieron todas a la vez sobre la brillante calva ministerial y se agolparon en una recia frase castellana:
–Que se vayan a tomar por culo.
Resulta curioso que esos entremeses a micrófono abierto sea el único momento en que los políticos se revelan tal cual son. Quienes viven en el tinglado del poder, entre sus farsas y tramoyas, tarde o temprano no pueden soportar el peso de la careta y asoman la jeta que hay detrás del figurón público. De Guindos se disculpó luego por el exabrupto, cuando el exabrupto quizá sea la única verdad que ha dicho hasta el momento. Debería haberse disculpado por todo lo demás: por su pésima gestión económica, por su vergonzoso vasallaje a las políticas de austeridad de Merkel y también por haber contribuido decisivamente al hundimiento de Lehman Brothers. De hecho, al disculparse, De Guindos explicó que su lírica admonición ministerial no iba dirigida a nadie en particular, es decir, que también puede extenderse a los preferentistas estafados, a los millones de parados y a la totalidad de los españoles:
–Que se vayan a tomar por culo.
Al contrario de lo que la gente piensa, la poesía no va de hacer florituras sino de acertar en el centro de la diana cuando no se sabe que hay una diana y ni siquiera se sospecha que se está lanzando una flecha. Un poco antes o un poco después de ese rapto de inspiración guindaliano, Vidal Quadras abandonó el PP, Aznar Endesa y Blas Piñar el mundo. Sin saber muy bien lo que hacía, como les ocurre a tantos genios, como Fleming cuando dio con la penicilina, el ministro, al expresar su desencuentro con la prensa, logró quintaesenciar en un imperativo todo el titular de la jornada.