El movimiento 22M ha denunciado que la Guardia Civil está
reteniendo sistemáticamente los autobuses de manifestantes en los
accesos a Madrid, aproximándose a 100 el número de estos vehículos que
han sufrido retenciones. Señalan, además, que más de 30 autobuses han
permanecido parados entre una y tres horas en la A-6.
Según
denuncia el movimiento en un comunicado, los controles policiales están
siendo generalizados en todas las autovías y carreteras principales,
existiendo autobuses parados en 14 provincias. El 22M responsabiliza al
Gobierno de cualquier alteración del horario previsto por la
organización debido a los retrasos que están causando los abusivos
controles policiales.
El objetivo que persigue el Gobierno es,
según ha criticado el movimiento, impedir el acceso de decenas de miles
de ciudadanos a la capital para ejercer sus derecho de reunión y
manifestación. "Con esta actitud el Gobierno quiere convertir una
protesta cívica y democrática de carácter masivo en un caos
incontrolable difícil de regular", han señalado.
Para el
movimiento, el Gobierno está incumpliendo los compromisos adquiridos en
las diferentes reuniones mantenidas, en las que las autoridades se
comprometieron a respetar escrupulosamente los derechos fundamentales
garantizados por la Constitución y los convenios internacionales
suscritos por España.
Las Marchas de la Dignidad informarán a
los observadores internacionales de la Oficina para las Instituciones
Democráticas y Derechos Humanos de la OSCE el próximo día 24 de marzo.