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General: Muere Adolfo Suárez, el líder que cambió la historia de España
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Resposta  Missatge 1 de 9 del tema 
De: t-maria2  (Missatge original) Enviat: 23/03/2014 18:58

Muere Adolfo Suárez, el líder que cambió la historia de España

 

Fue el coraje hecho persona y el más firme defensor de los valores del diálogo y del consenso. Pero por encima de todo, Adolfo Suárez González, que ha fallecido este domingo 23 de marzo a los 81 años tras una larga enfermedad neurodegenerativa, entra en la Historia por haber dirigido un auténtico cambio en el curso de los asuntos públicos de España, que transitó desde el Estado dictatorial hasta la democracia constitucional en solo dos años y medio, a pesar de la intensidad de los esfuerzos de la extrema derecha y del terrorismo de ETA y del GRAPO para impedirlo, y de las conspiraciones de franquistas atrincherados en el inmovilismo.

El portavoz de la familia, Fermín Urbiola, con la cara desencajada ha hecho el anuncio oficial a las puertas de la clínica Cemtro de Madrid ante los medios congregados. Urbiola, en un breve parlamento, ha tenido que improvisar la confirmación de la muerte del expresidente y ha dado las gracias en nombre de la familia, informa Fernando J. Pérez. Los médicos han precisado que ha fallecido por el "deterioro neurológico".

La capilla ardiente para despedir al expresidente estará instalada desde este lunes a las diez de la mañana y durante 24 horas en el Congreso de los Diputados, donde la bandera ondea ya a media asta. Al día siguiente, el féretro con los restos de Suárez será trasladado a la catedral de Ávila, donde se celebrará una misa en su memoria y será enterrado en el claustro del templo junto a su esposa y junto al que fue presidente de la República en el exilio, el historiador Claudio Sánchez Albornoz. Además, el Gobierno ha decretado tres días de luto oficial, según ha anunciado el presidente, Mariano Rajoy.

El rey Juan Carlos y el presidente del Gobierno Adolfo Suárez, en 1976.

Todos los partidos políticos de todo el espectro ideológico han reconocido el papel de Adolfo Suárez y su aportación a la democracia. Al reconocimiento de las formaciones políticas se sumaron los presidentes autonómicos con comunicados o declaraciones. El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha asegurado que el "mejor homenaje" que los españoles pueden rendir a Adolfo Suárez tras su fallecimiento es "seguir el camino que él marcó: de entendimiento, de concordia y de solidaridad entre españoles".

El hombre que capitaneó la Transición

Un golpe de timón del rey don Juan Carlos fue precisamente lo que desbloqueó el camino de una reforma política que tuvo muchos padres. Suárez había redactado una hoja de ruta de la futura democracia, “unas cuartillas” que puso en manos del Rey en el mayor de los secretos, según afirma su círculo íntimo. Esa versión contrasta con las Memorias póstumas de Torcuato Fernández Miranda, el maduro profesor que ofició de mentor político de don Juan Carlos en sus primeros años como Rey, en las que se atribuye a sí mismo el papel de diseñador de la Transición. Líderes de la izquierda, como Felipe González y Santiago Carrillo, también participaron de lleno en las decisiones de la Transición, y aunque más tardíamente, también hay que reconocer el papel de Manuel Fraga.

Pero lo cierto es que nada hubiera sido posible si Suárez, al frente del segundo Gobierno del Rey, hubiera titubeado o se hubiera atascado en la conducción del proceso durante el año escaso que transcurrió entre su nombramiento como jefe del Gobierno y las elecciones del 15 de junio de 1977. Decidió una primera amnistía de presos políticos, disolvió el Movimiento Nacional, legalizó a los partidos que pugnaban por la democracia; socialistas y comunistas contuvieron a los más radicales y Suárez se fajó para que las estructuras franquistas se hicieran el haraquiri, como un general que tuerce el brazo a sus tropas, siempre por el procedimiento "de la ley a la ley". De ahí la inquina que le guardaron los elementos inmovilistas.

Adolfo Suárez jura su cargo ante el Rey en 1976. / EL PAÍS

Don Juan Carlos despidió a Carlos Arias, su primer presidente del Gobierno, el 30 de junio de 1976. Este no había presentado la dimisión, pero tampoco se resistió. En las jornadas sucesivas, Fernández Miranda maniobró para hacer posible que los consejeros del Reino incluyeran el nombre de Suárez en el trío de propuestas para nuevo presidente ("terna", en la jerga de la época). Era un asunto delicado porque, según la legislación de la dictadura, el jefe del Estado solo podía designar a uno de los tres que le propusiera aquel órgano dominado por franquistas de toda la vida. De ahí la habilidad con que Fernández Miranda condujo las deliberaciones para que el nombre de Suárez figurase como si fuera de relleno. Al término, anunció: "Estoy en condiciones de ofrecer al Rey lo que me ha pedido", sin especificar en qué consistía. El secreto se guardó hasta el día en que el Monarca convocó a Suárez a La Zarzuela para pedirle "el favor" de aceptar la presidencia del Gobierno. Y al futuro conductor de la Transición solo se le ocurrió esta primera respuesta: "¡Por fin!".

Suárez contaba entonces con 43 años. Criado políticamente en el Movimiento Nacional (el partido único de Franco, un magma de falangistas, sindicalistas verticales y cargos públicos), llevaba nueve dedicado a la política. Había comenzado como procurador en Cortes (hoy, diputado) por Ávila, su provincia natal, hasta desempeñar la secretaría general del Movimiento en el primer Gobierno del Rey. Una trayectoria con poco brillo y demasiada juventud para la élite intelectual y funcionarial de la época, que compartió con la oposición clandestina, sin quererlo, la impresión de que el Rey había cometido el error de su vida.

"Obrad sin miedo"

Eso dijo el Rey en la primera reunión del Consejo de Ministros formado por Suárez, según testimonio de su entonces vicepresidente, Alfonso Osorio. No habían transcurrido dos semanas desde la designación cuando el nuevo Ejecutivo anunció la celebración de elecciones en menos un año, y se fijó el plazo máximo del 30 de junio de 1977. Abandonada la titubeante reforma política del Gobierno anterior, el nuevo proyecto pasaba por establecer un objetivo más claramente democrático. La base para ello salió del cerebro de Fernández Miranda, lo que él mismo llamó el documento "sin padre". Por corto que parezca ahora el objetivo, se trataba de elegir un Parlamento por sufragio universal, por primera vez desde 1936. Para conseguirlo era necesario que las Cortes franquistas lo aprobaran por mayoría de dos tercios. En el intento de salvar obstáculos, Suárez protagonizó el 8 de septiembre una reunión con el alto mando militar de la que salió la versión de que el presidente había prometido no legalizar al PCE. Por eso cuando lo hizo, nueve meses más tarde, una parte del alto mando se sintió traicionado y le pareció pretexto suficiente para protagonizar un conato de rebelión.

Primero fue la ley de reforma política, negociada no con la oposición ilegal -aunque se le tuvo al corriente- sino con Alianza Popular, el grupo que acababa de fundar Manuel Fraga y que contaba con 200 procuradores en las Cortes franquistas. El 18 de noviembre de 1976, una gran mayoría de procuradores en Cortes (425 a favor, 59 en contra, 13 abstenciones) aprobó la ley que autorizaba al Gobierno para convocar elecciones a Congreso y Senado, salvo 40 senadores reservados a la designación del Rey. Inmediatamente se convocó un referéndum de ratificación, que contó con una participación del 77% (pese a la abstención solicitada por la oposición), de los cuales votó a favor el 94%.

Suárez consiguió una gran victoria tras torcer el brazo a sus propias tropas. Ese triunfo reforzó al presidente del Gobierno frente a Fernández Miranda, que se había limitado a actuar en la sombra. Ahí comenzó el distanciamiento entre los dos. Suárez tomó decididamente las riendas de la negociación de las condiciones en que iban a celebrarse las primeras elecciones, la legalización de los partidos clandestinos (no todos, pero sí los que se suponía más potentes) y los preparativos para las urnas. El terrorismo de ETA, de los GRAPO y de la extrema derecha se abatió sobre el incipiente proyecto democrático, pero eso no impidió la legalización de los principales grupos de izquierda que iban a ser la base de la estructura política del Estado reformado. El 9 de abril de 1977 quedó legalizado el Partido Comunista, poco después de que fuera retirado el gigantesco yugo y las flechas instalado en la madrileña Alcalá 44, la sede del partido único (hasta entonces).

El 11 de abril dimitió el ministro de Marina, almirante Pita da Veiga, y el 12 se produjo la reunión del Consejo Superior del Ejército que expresó la "repulsa general" a la legalización del PCE "en todas las unidades del Ejército". La publicación de este comunicado militar coincidió con la primera reunión pública del PCE en Madrid, que trató de contrarrestar la movida militar colocando la bandera rojigualda en la misma sala donde estaba la bandera roja. Su secretario general, Santiago Carrillo, hizo una ostensible declaración de reconocimiento a la Monarquía. La mayoría de la prensa, que en enero había publicado un editorial conjunto contra la desestabilización, volvió a difundir otro en abril, No frustrar una esperanza, en defensa de la democracia y de la neutralidad de los militares.

El presidente del Gobierno confirmó la voluntad de ir a las elecciones. Él mismo quiso competir en ellas: carecía de partido político alguno, pero desembarcó en una coalición de 14 grupos (democristianos, liberales, socialdemócratas) que pululaban bajo el nombre de Centro Democrático y, sobre la base de desplazar a su figura principal, José María de Areilza, se alzó con el mando de la improvisada UCD. También entró ahí mucha gente suya, a la que se llamó los azules por el color de la camisa falangista. De la campaña a las elecciones de 1977 data una de sus frases más famosas, "puedo prometer y prometo", sugerida por su colaborador Fernando Ónega.

Bipartidismo imperfecto

Los resultados del 15-J diseñaron aquel "bipartidismo imperfecto" que perdura todavía, con un partido dominante pero sin mayoría absoluta (UCD) que obtuvo 166 diputados, en todo caso muchos más que la Alianza Popular de Manuel Fraga, que se quedó en 16. Mientras, el PSOE se alzaba con la hegemonía de la izquierda, 118, frente al PCE de Santiago Carrillo, que logró 19. La coalición nacionalista de Jordi Pujol obtuvo 11 y el PNV, 8.

Sin mayoría absoluta, pero al frente de la fuerza dominante (UCD), Suárez se lanzó en múltiples direcciones. Por una parte trató de reforzar su autoridad sobre UCD, empujando a sus diversos partidos hacia la disolución a favor de la unidad, apoyándose para la tarea de gobierno en un número dos de confianza, Fernando Abril Martorell. Por otra, reconoció la legitimidad de la Generalitat de Cataluña en la persona de su presidente en el exilio, Josep Tarradellas. Y al tiempo, lanzó a la arena pública el invento del "consenso", cuyo primer fruto fueron los pactos de la Moncloa (otoño de 1977), que reunieron a un amplio abanico de partidos y sindicatos en un acuerdo frente a la crisis económica.

La Constitución fue el segundo fruto del consenso. Fue elaborada a lo largo de 1978, mientras la derecha y parte de los centristas rechinaban contra Suárez, su poder y su actitud presidencialista. El malestar militar iba en aumento y el terrorismo etarra dejó bien claro su intento de acabar con la incipiente democracia. En esas condiciones se cerró el acuerdo de la Constitución y se celebró el referéndum por el que se aprobó, el 6 de diciembre de 1978.

Ni la participación en el referéndum fue demasiado elevada (67%) ni se consiguió el apoyo del PNV al texto constitucional, que optó por la abstención en el País Vasco. En todo caso, se consideró un gran triunfo haber llegado a promulgar una Carta Magna elaborada con participación activa de la derecha (AP), el centroderecha (UCD), el socialismo, el comunismo y el nacionalismo catalán. Pero ahí se acabó el consenso. A partir de ese resultado compartido, cada sector político decidió continuar su propio camino. El presidente disolvió las Cortes constituyentes, convocó nuevas elecciones y volvió a ganarlas en marzo de 1979, en términos similares a las precedentes: sin mayoría absoluta, pero otra vez en posición dominante.

El tren se atasca

El resultado de las elecciones de 1979 marcó una ruptura nítida entre Adolfo Suárez y el grupo socialista situado en torno a Felipe González, cargada de consecuencias para el futuro. Suárez cerró la campaña electoral con una intervención televisada en la que atacó al PSOE como un defensor del "aborto libre", "la desaparición de la enseñanza religiosa" y "una economía colectivista". Felipe González le devolvió la pelota en la sesión de investidura de Suárez, exhibiendo su pasado en el Movimiento Nacional. Un año más tarde, la moción de censura socialista contra Suárez no obtuvo votos suficientes para derribarle, pero le fragilizó. Las posiciones dentro de UCD se dividieron; la ley del divorcio y la del Estatuto de Centros Docentes tropezaron con la oposición interna de los democristianos. La opinión publicada de la época usó las palabras desilusión y desencanto para referirse a la situación del país en 1980. El ambiente de confusión y malestar caló en la opinión pública, que retiró rápidamente el apoyo a Suárez, según las encuestas de la época.

Si la clave del consenso había sido una reforma democrática compartida por la derecha civilizada, la izquierda y el nacionalismo catalán, a finales de 1980 el presidente del Gobierno ya no tenía fuerza para convencer a los barones de su propio partido. Las conspiraciones militares y cívico-militares avanzaban a buen ritmo. Los principales banqueros presionaban a parte de UCD para que abandonara a Suárez —que acaba de implantar una política fiscal digna de tal nombre—. "Querían que nos incorporásemos a la derecha pura y dura, es decir, al grupo de Alianza Popular", ha explicado el democristiano Fernando Álvarez de Miranda en sus Memorias. El trato entre el Rey y Suárez se enfrió: el presidente quería ser el responsable constitucional de un Rey que se le escapaba, fiel a la idea de que prefería atribuir los éxitos del Gobierno a la Corona y sus fracasos, al propio Gobierno. Y el terrorismo etarra continuaba su tarea de demolición implacable de la confianza en la democracia.

A finales de enero de 1981, Adolfo Suárez decidió tirar la toalla y renunció a la presidencia del Gobierno. Esto aceleró el nerviosismo de los implicados en las diversas conspiraciones militares en marcha. Desconocedor de lo que se tramaba, asistió como presidente dimisionario a la segunda y definitiva votación de investidura de su sucesor, Leopoldo Calvo Sotelo, el 23 de febrero de 1981, cuando el entonces teniente coronel Antonio Tejero asaltó el Congreso al frente de cientos de guardias civiles. Ahí resurgió el mejor Suárez, el hombre arrojado que se enfrentó a los asaltantes sin más respaldo que el de su valor personal frente a las armas sublevadas.

Salió prestigiado de aquella prueba, pero en realidad fue su canto del cisne: el animal político de raza intentó recuperarse y ya no pudo. España dejó caer al líder genial, considerando que su tiempo había pasado y otros protagonistas pugnaban por abrirse paso. Todavía construyó otro partido, el Centro Democrático y Social (CDS), pero los resultados fueron mediocres. Suárez se retiró del primer plano de la política en 1991 y se refugió en un discreto despacho profesional como abogado. En 2003 empezó a sufrir los síntomas del Alzheimer y la noticia, mantenida en la discreción por su primogénito, Adolfo, se hizo pública 1 de junio de 2005.

Y a partir de entonces todo han sido homenajes y reconocimientos al estadista, al hombre adecuado en el momento oportuno, sublimado en la consideración pública por la nostalgia de un tiempo en que los conflictos políticos se resolvían por el diálogo y la negociación, en una España donde la crispación era de los extremismos y no afectaba a las corrientes centrales de la política. En todo caso, nadie puede regatearle méritos a Adolfo Suárez en la obra de haber conducido el tren de la Transición sin que descarrilara. Y sin conocer la vía por la que circulaba. Como recuerda su biógrafo Juan Francisco Fuentes, Adolfo Suárez había dicho que no había modelos nacionales o internacionales que pudieran servir de falsilla para la transición española, y por eso dijo:  "Nosotros fuimos nuestro propio antecedente".



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Resposta  Missatge 2 de 9 del tema 
De: t-maria2 Enviat: 25/03/2014 13:05
Fotos| Honores de Estado para Adolfo Suárez en Madrid antes del entierro
Unas 30.000 personas pasaron en las últimas veinticuatro horas por el Congreso de los Diputados, donde se instaló la capilla ardiente






EFE | ÚN.-
El expresidente del Gobierno español Adolfo Suárez, fallecido el pasado domingo, recibió hoy honores militares en el centro de Madrid antes de ser trasladado a la vecina ciudad de Ávila para ser enterrado.

Unas 30.000 personas pasaron en las últimas veinticuatro horas por el Congreso de los Diputados, donde se instaló la capilla ardiente del que fue jefe del Ejecutivo entre 1976 y 1981 e impulsor de la transición a la democracia.

Un público numeroso se desplegó por las calles cercanas al Congreso para presenciar la salida del féretro, acompañado de una música fúnebre y llevado por un piquete militar de honor, con representación de los tres ejércitos y de la Guardia Civil.

La bandera de España cubría el ataúd, llevado por un armón de artillería tirado por caballos y, tras la interpretación del himno nacional, la multitud estalló en un aplauso espontáneo.

Empezó entonces un desfile militar, ante la presencia de la familia de Suárez y los principales personalidades del Estado.

Un soldado del ejército del Aire portaba el Toisón de Oro que concedió el rey Juan Carlos a Suárez y un marinero llevaba el Collar de la Real y Distinguida Orden Española de Carlos III, otorgada ayer por el Gobierno al expresidente.

Después, el féretro fue trasladado a un coche para ser llevado en comitiva a Ávila, en cuya catedral será enterrado hoy el expresidente del Gobierno.


Resposta  Missatge 3 de 9 del tema 
De: Margarita Enviat: 25/03/2014 16:35
Es un mito, puro marketing, no cambió nada. Lo que él hizo lo hubiera hecho otro porque la dictadura no podía mantenerse.
 
Lo que hizo Suárez, en colaboración con el rey, Carrillo y otros, fue hacer que todo cambiara superficialmente para que realmente no cambiara nada, para que los intereses que antes se defendían con la dictadura estuvieran ahora defendidos bajo formas liberales.
 
Mandan los mismos y pagan las crisis los mismos de antes. El poder económico es el mismo.
 
Hay un rey, como había dejado establecido Franco, se desconoce la realidad plurinacional del estado, la constitución establece la economía capitalista de mercado. La constitución, aprobada bajo la atenta vigilancia del ejército franquista, también "garantiza" el derecho al trabajo y a una vivienda digna pero hay casi 6.000.000 de parados y miles de personas son desauhciadas y expulsadas de sus casas, y mucha gente vive en la calle.
 
 
 
 

Resposta  Missatge 4 de 9 del tema 
De: Marthola Enviat: 25/03/2014 17:51
De amigos españoles
 
 

Resposta  Missatge 5 de 9 del tema 
De: Marthola Enviat: 25/03/2014 17:55
Más de mis amigos españoles
Árbol Oligárquico de España
Publicado el Lunes 17/03/2014

JUAN CARLOS traiciona a DON JUAN.

FRANCO nombra a JUAN CARLOS.

JUAN CARLOS traiciona a FRANCO.

FELIPE GONZÁLEZ traiciona el socialismo.

SANTIAGO CARRILLO traiciona el comunismo.

MANUEL FRAGA traiciona el franquismo.

JUAN CARLOS nombra a SUÁREZ.

SUÁREZ traiciona a JUAN CARLOS.

JUAN CARLOS traiciona a JUAN CARLOS (GOLPE 23F)

EL PSOE gobierna y pacta con los nacionalistas.

EL PP gobierna y pacta con los nacionalistas

El PSOE gobierna y pacta con los nacionalistas

El PP gobierna y pacta con los nacionalistas

ALTERNANCIA EN EL PODER.

ARTUR MÁS traiciona a España.

EL REY no hace nada.

MARIANO RAJOY no hace nada.

RUBALCABA no hace nada.

OLIGARQUÍA, TRAICIÓN,

MENTIRA… PARTIDOCRACIA.

-CONSENSO-

-CONSENSO-

-CONSENSO-

-CONSENSO-

-CONSENSO-

-CONSENSO-

-CONSENSO-

-CONSENSO-

-CONSENSO-

–CONSENSO–

—CONSENSO—

—-CONSENSO—-

——————————————————

PACO BONO

Resposta  Missatge 6 de 9 del tema 
De: Marthola Enviat: 28/03/2014 05:56
Las Víctimas de la Transición durante el mandato de Adolfo Suárez
<
<

Ha muerto Adolfo Suárez. Todo se deshacen en elaborar emocionados panegíricos por su trayectoria al servicio de la Transición.

Pero la memoria de algunos de nosotros, aunque débil, no olvida los nombres y apellidos de
tod@s aquell@s asesinados por la intervención de la Policía y la Guardia Civil que estaban a las órdenes del Presidente del Gobierno, y por la actuación aparentemente descontrolada pero conocida, tolerada, orquestada o no perseguida desde su Gobierno, de grupos de ultraderecha de Fuerza Nueva, Batallón Vasco Español, Triple A..., en muchos casos dirigidos o integrados por funcionarios policiales en activo y al servicio del Estado.

Hoy, día en el que Suárez es hagiografiado por tirios y troyanos, y su familia es condolida mancomunadamente, se me antoja que el mejor homenaje que podemos hacer a la Democracia y al Pueblo es recordar el nombre de los asesinados bajo su nefasto mandato, durante el
que además los viejos y no tan viejos asesinos franquistas fueron amnistiados por Ley y los nuevos verdugos ultraderechistas cabalgaron desbocados a lomos de la Impunidad más criminal y desvergonzada.

Sus víctimas, por las que sigo guardando luto, fueron:





9 de Julio de 1976, Santurtzi:
NORMI MENTXAKA (asesinada por paramilitares ultraderechistas)

14 de Agosto de 1976, Almeria:
JAVIER VERDEJO (muerto por la actuación policial / militar)

8 de Septiembre de 1976, Hondarribia:
JOSU ZABALA (muerto por la actuación policial / militar)

22 de Septiembre de 1976, Tenerife:
BARTOLOME GARCIA LORENZO (muerto por la actuación policial / militar)

27 de Septiembre de 1976, Madrid:
CARLOS GONZALEZ MARTINEZ (asesinado por paramilitares ultraderechistas)

10 de Octubre de 1976, Burlata:
FRANCISCO JAVIER ALONSO (muerto por la actuación policial / militar)

28 de Noviembre de 1976, Doneztebe:
SANTIAGO NAVAS (muerto por la actuación policial / militar)
JOSE JAVIER NUIN (muerto por la actuación policial / militar)

15 de Diciembre de 1976, Madrid:
ANGEL ALMAZAN LUNA (muerto por la actuación policial / militar)

7 de Enero de 1977, Chirivella (Valencia):
JOSÉ VICENTE CASABANY (muerto por la actuación policial / militar)

23 de Enero de 1977, Madrid:
ARTURO RUIZ (asesinado por paramilitares ultraderechistas)

24 de Enero de 1977, Madrid:
MARÍA LUZ NAJERA (muerto por la actuación policial / militar)
FRANCISCO JAVIER SAUQUILLO (asesinado por paramilitares ultraderechistas)
LUIS JAVIER BENAVIDES (asesinado por paramilitares ultraderechistas)
SERAFIN HOLGADO (asesinado por paramilitares ultraderechistas)
ENRIQUE VALDEVIRA (asesinado por paramilitares ultraderechistas)
ANGEL RODRIGUEZ (asesinado por paramilitares ultraderechistas)

24 de Febrero de 1977, Cartagena (Murcia):
FRANCISCO EGEA (muerto por la actuación policial / militar)

8 de Marzo de 1977, Itsaso:
SEBASTIAN GOIKOETXEA (emboscada policial / tiroteo)
NIKOLAS MENDIZABAL (emboscada policial / tiroteo)

13 de Marzo de 1977, Donostia:
JOSÉ LUIS ARISTIZABAL (muerto por la actuación policial / militar)

20 de Marzo de 1977, Barcelona:
ANGEL MARTIN PEREZ (asesinado por paramilitares ultraderechistas)

30 de Marzo de 1977, Donostia:
ISIDRO SUSPERREGI (muerto por la actuación policial / militar)

12 de Mayo de 1977, Orereta:
RAFAEL GOMEZ JAUREGI (muerto por la actuación policial / militar)

13 de Mayo de 1977, Iruñea-Pamplona:
JOSE LUIS CANO PÉREZ (muerto por la actuación policial / militar)

14 de Mayo de 1977, Ortuella / Bilbao:
MANUEL FUENTES MESA (muerto por la actuación policial / militar)
FRANCISCO JAVIER NUÑEZ (asesinado por paramilitares ultraderechistas)

24 de Mayo de 1977, Orereta:
GREGORIO MARITXALAR (muerto por la actuación policial / militar)

16 de Septiembre de 1977, Barcelona:
GUSTAVO FRECHER SOLANA (muerto en actuación policial por disparo de bala de goma).

20 de Septiembre de 1977, Madrid:
JUAN PEÑALVER SANDOVAL (asesinado por paramilitares ultraderechistas)

6 de Octubre de 1977, Alicante:
MIQUEL GRAU (asesinado por paramilitares ultraderechistas)

7 de Octubre de 1977, Andoain:
DAVID SALVADOR (asesinado por paramilitares ultraderechistas)

14 de Octubre de 1977, Lutxana:
GONZALO PEQUEÑO (muerto por la actuación policial / militar)

sigue...

Resposta  Missatge 7 de 9 del tema 
De: Marthola Enviat: 28/03/2014 05:56
4 de Diciembre de 1977, Málaga:
MANUEL JOSÉ GARCIA CAPARROS (muerto por la actuación policial / militar)

13 de Diciembre de 1977, Tenerife:
JAVIER FERNANDEZ QUESADA (muerto por la actuación policial / militar)

4 de Enero de 1978, Sevilla:
FRANCISCO RODRIGUEZ LEDESMA (muerto por la actuación policial / militar)

11 de Enero de 1978, Iruñea-Pamplona:
JOKIN PEREZ DE VIÑASPRE TXURRUKA (muerto por la actuación policial / militar)
XEFE SARASOLA ARREGI (muerto por la actuación policial / militar)

14 de Enero de 1978, Basurto:
DAVID ALVAREZ PEÑA (muerto por la actuación policial / militar)

24 de Enero de 1978, Arrigorriaga:
EFREN TORRES ABRISKETA (muerto por la actuación policial / militar)

14 de Marzo de 1978, Prisión de Carabanchel:
AGUSTÍN RUEDA (muerto por la actuación policial / militar)

21 de Abril de 1978, Vigo:
ELVIRA PARCERO (muerto por la actuación policial / militar)

5 de Mayo de 1978, Soria:
JOSÉ LUIS ESCRIBANO (muerto por la actuación policial / militar)

11 de Mayo de 1978, Gernika:
ALBERTO GARCÍA “RUSO” (muerto por la actuación policial / militar)
JESUS MARIA ARRAZOLA “TXIKI” (muerto por la actuación policial / militar)

24 de Mayo de 1978, Irun:
MARTIN MERKELANZ (asesinado por paramilitares ultraderechistas)

24 de Junio de 1978, Apatamonasterio:
JOSE EMILIO FERNANDEZ PEREZ (muerto por la actuación policial / militar)

26 de Junio de 1978, Sestao:
FELIPE CARRO (muerto por la actuación policial / militar)

2 de Julio de 1978, Donibane-Lohitzune:
AGURTZANE ARREGI (asesinada por paramilitares ultraderechistas)

8 de Julio de 1978, Iruñea-Pamplona:
GERMAN RODRIGUEZ (muerto por la actuación policial / militar)

11 de Julio de 1978, Donostia:
JOSEBA BARANDIARAN (muerto por la actuación policial / militar)

11 de Septiembre de 1978, Barcelona:
GUSTAVO MUÑOZ DE BUSTILLO (muerto por la actuación policial / militar)

27 de Septiembre de 1978, Sevilla:
MANUEL MEDINA AYALA (asesinado por paramilitares ultraderechistas)

30 de Octubre de 1978, Madrid:
ANDRES FRAGUAS (asesinado por paramilitares ultraderechistas)

8 de Noviembre de 1978, Bilbao:
RICARDO GOMEZ GOIKOETXEA (muerto por la actuación policial / militar)

15 de Noviembre de 1978, Arrasate:
JOSE MARIA ITURRIOZ (muerto por la actuación policial / militar)
ROBERTO ARANBURU (muerto por la actuación policial / militar)
EMILIA LARREA (muerto por la actuación policial / militar)

21 de Diciembre de 1978, Angelu:
JOSE MIGUEL BEÑARAN “ARGALA” (asesinado por paramilitares ultraderechistas)

4 DE MARZO de 1979, PARLA
URSINO GALLEGO, de 14 años (muerto en actuación policial por disparo de bala de goma).20 DE ABRIL de 1979, MADRID
JUAN CARLOS DELGADO DE CODES (Asesinado por la espalda cuando sale de la estación de Lavapies por policías)

29 DE Abrid le 1979, MADRID
ANDRÉS GARCÍA ,18 años (apuñalado por ultraderechista cuando salía del cine)
3 DE JUNIO de 1979, TUDELA
GLADIS DEL ESTAL (Le dispara un guardia civil a bocajarro mientras permanece sentada en una concentración contra las centrales nucleares en Tudela)

6 DE JUNIO de 1979, ANDOAÍN
JOSÉ RAMÓN ANSA ETXEBARRÍA (Secuestrado y asesinado por el Batallón Vasco Español)

10 DE JUNIO de 1979, RENTERÍA
VICENTE VADILLO (Muere por disparos de un policía de paisano)

28 DE JUNIO de 1979, PARÍS
JAVIER MARTÍ EIZAGUIRRE (miembro del PCE asesinado en París por el Batallón Vasco Español)
AURELIO FERNÁNDEZ CARIO (miembro del PCE asesinado en París por el Batallón Vasco Español)

29 DE JUNIO de 1979, VALENCIA
VALENTÍN GONZÁLEZ RAMÍREZ (Muerto por una pelota de goma que le dispara a bocajarro un policía durante una huelga al ir a defender a su padre que le estaban apaleando)

15 DE JULIO de 1979, MADRID
SALOMÉ ALONSO VARELA (Muere al explotar una bomba puesta por la extrema derecha en el bar “el Parnasillo” de Malasaña)

2 DE AGOSTO de 1979, FRANCIA
JUAN JOSÉ LOPATEGUI CARRASCO (asesinado por el Batallón Vasco Español).

14 DE AGOSTO de 1979, MONFORTE DE LEMOS
EMILIO FERNÁNDEZ CASTRO (muere tras ser apaleado por la policía tras incidentes en unas fiestas patronales).

31 DE AGOSTO de 1979, ARGANDA
JOSÉ PRUDENCIO GARCÍA(asesinado en Arganda por un ultraderechista).

1 DE SEPTIEMBRE de 1979, SAN SEBASTIÁN
IGNACIO QUIJERA (muere por disparos de un policía en una manifestación pro-refugiados vascos)

2 DE SEPTIEMBRE de 1979
LISARDO CANO
, de 16 años (muere por disparos de la policia en una manifestación en protesta por la muerte de Ignacio Quijera).

3 DE SEPTIEMBRE de 1979. BIARRITZ
PERICO ELIZARÁN

13 DE SEPTIEMBRE de 1979, MADRID
JOSÉ LUIS ALCAZO (muerto por golpes de bate de béisbol en el Retiro por jóvenes de Fuerza Nueva).

20 DE SEPTIEMBRE de 1979, OVIEDO
VALERIANO MARTÍNEZ PÉREZ (muere de un disparo de la Policía contra un piquete en una huelga del transporte).

8 DE DICIEMBRE de 1979, VALLADOLID
MANUEL ALVÁREZ BLANCO, jubilado (muerto por incendio provocado en la sede del Movimiento Comunista (MC) de Valladolid por un grupo fascista).
VICTORIA ARRANZ(muerto por incendio provocado en la sede del Movimiento Comunista (MC) de Valladolid por un grupo fascista).

13 DE DICIEMBRE de 1979, MADRID
JOSÉ LUIS MONTAÑÉS GIL(muerto por disparos de la policía contra una manifestación estudiantil)
EMILIO MARTÍNEZ MENÉNDEZ GIL (muerto por disparos de la policía contra una manifestación estudiantil).

25 DE DICIEMBRE de 1979, HERNANI
JUAN LUIS ZABALETA CARRASCO (asesinado por el Batallón Vasco Español).

8 DE ENERO de 1980, SAGRÓNIZ
ANA TERESA BARROETA, 19 años (violada y apuñalada por el Batallón Vasco Español).

15 DE ENERO de 1980
LIBORIA ARAN GOMEZ (a
sesinado por el Batallón Vasco Español en el bar Aldana de Baracaldo).
MANUEL SANTA COLOMA (a
sesinado por el Batallón Vasco Español en el bar Aldana de Baracaldo).
MARIA PAZ
ARMIÑO (asesinado por el Batallón Vasco Español en el bar Aldana de Baracaldo).
PACIFICO FICA ZULOAGA (a
sesinado por el Batallón Vasco Español en el bar Aldana de Baracaldo).

15 DE ENERO de 1980
CARLOS SALDISE CORTA (
asesinado por los "Grupos Armados Españoles").

1 DE FEBRERO de 1980, MADRID
YOLANDA GONZÁLEZ MARTÍN (Secuestrada y asesinada por Emilio Hellín, militante de extrema derecha)

2 DE FEBRERO de 1980
JESUS MARIA ZUBIKARAI BADIOLA
(asesinado a tiros por el Batallón Vasco Español).

10 DE FEBRERO de 1980, MADRID
VICENTE CUERVO CALVO (asesinado por disparos de ultraderechistas).

28 DE MARZO de 1980, MADRID
JORGE CABALLERO SÁNCHEZ (asesinado por miembros de ultraderecha a la salida del cine).

19 DE ABRIL de 1980, HERNANI
FELIPE SAGARNE ORMAZÁBAL (asesinado por el Batallón Vasco Español).

1 DE MAYO de 1980, MADRID
ARTURO PAJUELO RUBIO (asesinado por miembros de Fuerza Nueva tras una manifestación).


6 DE MAYO de 1980, MADRID
JUAN CARLOS GARCÍA PÉREZ (muerto de un disparo en el asalto al Bar “San bao” de Madrid por grupos de ultraderecha.)

8 DE MAYO de 1980, SAN SEBASTIAN
MARIA JOSE BRAVO DEL BARRIO
, 17 años (secuestrada, violada y asesinada por el Batallón Vasco Español).

23 DE JULIO de 1980, BILBAO
MARIA CONTRERA
S, de 17 años, embarazada de 9 meses (muere por bomba de la Triple A contra la guarderia Iturriaga).
ANTONIO CONTRERAS, de 12 años (muere por bomba de la Triple A contra la guarderia Iturriaga).
ANASTASIO LEAL, (muere por bomba de la Triple A contra la guarderia Iturriaga).

28 AGOSTO de 1980, IRÚN
JESUS MARÍA ETXEBESTE (asesinado a tiros por el Batallón Vasco Español).
30 DE AGOSTO de 1980, ONDARROA
ÁNGEL ECHANIZ (militante de HB, asesinado en su bar).

6 DE SEPTIEMBRE de 1980, MADRID
JOSÉ ESPAÑA VIVAS(muere un día después de ser detenido por la Policía y preso en la Dirección General de Seguridad).

7 DE SEPTIEMBRE de 1980, OVIEDO
MIGUEL ARBELAIZ ETXEBARRÍA ETXEBESTE (asesinado a tiros por el Batallón Vasco Español).
LUIS MARÍA ELIZONDO ARRIETA ETXEBESTE (asesinado a tiros por el Batallón Vasco Español).

14 DE NOVIEMBRE de 1980, HERNANI
JOAQUÍN ANTIMASVERAS (asesinado a tiros por el Batallón Vasco Español).

14 DE NOVIEMBRE de 1980, CARACAS
JOAQUÍN ALFONSO ECHEVARRÍA (asesinado por bomba del Batallón Vasco Español).
ESPERANZA ARANA (asesinado por bomba del Batallón Vasco Español).

23 DE NOVIEMBRE de 1980, HENDAYA
JEAN PIERRE HARAMENDI (asesinado a tiros por el Batallón Vasco Español).
JOSÉ KAMIO (asesinado a tiros por el Batallón Vasco Español).

30 DE NOVIEMBRE, BARCELONA
JUANA CASO (asesinado por ultraderechistas de Fuerza Nueva).
JOSÉ MUÑOZ (asesinado por ultraderechistas de Fuerza Nueva).

30 DE DICIEMBRE de 1980, VALENCIA
FRANCISCO JOSÉ RODRÍGUEZ LÓPEZ(
asesinado por ultraderechistas).

Descansen en paz y que las tierra les sea leve. Algun@s nunca les olvidaremos

Resposta  Missatge 8 de 9 del tema 
De: Margarita Enviat: 28/03/2014 14:54

La verdad es siempre revolucionaria

Víctimas de un enorme engaño

28 mar 2014
 
 
 
 
 
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No sorprende la elevación a los altares de Adolfo Suárez en el momento de su muerte por parte de políticos, periodistas y creadores de opinión. Ni siquiera esos honores de ética y estética franquista, con los mismos curas, obispos y militares que exhibía la televisión única de los años sesenta, organizados por el Gobierno actual y coreados por todos los partidos. No sorprende tampoco el coro mediático oficial entonando el canto gregoriano con entusiasmo inigualable ante ningún otro héroe. No sorprende, aunque apena, el papanatismo de los badulaques que han soportado horas de cola en el velatorio, que han seguido llorando el furgón mortuorio y que repiten en las entrevistas que fue el mejor presidente de España (sic); al fin y al cabo eso es lo que les han enseñado en la escuela y en la televisión desde hace treinta y ocho años y son por tanto víctimas de un enorme engaño.

Me sorprende más que no haya un repaso serio y exhaustivo, por la mayor parte de la izquierda, de quién fue Adolfo Suárez y qué es lo que hizo realmente. El análisis del papel que cumplió Suárez requiere de un detallado y objetivo estudio de lo que se pretendía para nuestro país desde los grandes poderes que gobernaban, y gobiernan, el planeta: el económico repartido entre la producción industrial, agrícola y financiera; el militar con el lobby armamentístico, uno de los más importantes del mundo, y la industria mediática y cultural, imprescindible para que las víctimas de la conspiración la aceptasen, gozosamente, como han hecho estos días. No puede limitarse la crítica a repasar superficialmente las etapas de las reformas con que se construyó la superestructura legal y política que diese apariencia de legalidad y democracia al mantenimiento del imperio capitalista.

Lo cierto es que Adolfo Suárez no fue más que el encargado de llevar a cabo el proyecto capitalista que la Comunidad Económica Europea tenía previsto para España, desde hacía más de una década. En los años ochenta, en un programa de televisión en la cadena estatal, Carmen García Bloise, miembro de la ejecutiva del PSOE, persona de confianza de Alfonso Guerra, y bien informada, explicó que el sistema que se había montado para España estaba diseñado desde los años sesenta por el Mercado Común y la OTAN. Que ella lo sabía muy bien porque, como hija de exilados socialistas en Bélgica, había asistido desde muy joven a las reuniones que sostenían sus padres y compañeros de ideología con los dirigentes de las grandes instituciones europeas, con los responsables estadounidenses de la Alianza Atlántica, de la CIA, los británicos del Intelligence Service, y sobre todo los hermanos alemanes del SPD, que no contemplaban otro cuadro político para nuestro país que el que resultó implantado con la Constitución de 1978.

Para llevar a cabo dicho plan –y no creo que hoy pueda dudarse de que se cumplió a la perfección– desde que se esperaba la muerte del dictador, se organizó la Transición, bajo las condiciones que le impusieron al rey. Resulta absolutamente ridículo afirmar, como hacen algunos medios, que el rey es el artífice de la democracia actual y que para llegar a tal fin le encargó a Suárez la aparentemente difícil tarea de desmontar la dictadura.

Porque no es bueno olvidar que el franquismo, como tal, en las sucesivas elecciones que se celebraron en la Transición no alcanzó más que el 4% de los votos; entendiendo como tal las organizaciones de Fuerza Nueva, Guerrilleros de Cristo Rey, etc., mientras la derecha que comenzaba a disimular su pasado fascista, como Alianza Popular o Coalición Democrática obtenían el 10%. Contra todo lo esperado, lo propuesto y lo planificado, por Franco y sus huestes, España y sus 40 millones de españoles no se habían convertido masivamente al fascismo. Mientras, la UCD obtenía 6 millones de votantes, el PSOE, 5 y el PCE, uno y medio, lo que significaba que el país se escoraba a la izquierda. Y ése, y no otro, era el peligro que tanto temían los poderes fácticos.

torcuato1-detalleNi el rey tenía, ni tiene, más plan que el que el Departamento de Estado de EEUU decida; ni sabía, ni sabe, lo que es la democracia. Una vez los representantes de la UE y de EEUU se reunieron con el asesor del rey, Torcuato Fernández de Miranda, y le encargaron que encontrara a un funcionario de ninguna relevancia ni ideas propias, que saliera de las filas del franquismo para no alarmar a la caverna, para que llevara a cabo las reformas legales que hacían falta a fin de situarnos –malamente– a la altura de las democracias europeas; a aquel siniestro personaje (repasen las fotos que tenemos de él) se le ocurrió sacar del pasillo donde dormitaba como edecán de Herrero Tejedor al joven, atractivo, atildado y relamido, como galán de las películas de Cifesa, Adolfo Suárez.

Y fue un acierto, sin duda. Porque Suárez al principio no sólo fue cumpliendo todos los pasos que sus jefes le dictaban: lo primero, la Ley de la Reforma Política y las elecciones que había que organizar, sino que se lo creyó. Hubo más discusión entre las potencias importantes económicas sobre la legalización del PCE, teniendo en cuenta que en Alemania estaba prohibido y que al Departamento de Estado de EEUU le entra urticaria cuando oye la palabra comunista, pero Santiago Carrillo se lo puso fácil: el pueblo español gozosamente aceptaba la restauración de la monarquía borbónica que con tanto deshonor había expulsado del país en el año 1931. Y con él a toda su camarilla: capital, banca, hombres de negocios como De la Rosa, latifundistas del sur y del oeste que constituyen su corte; comprendía claramente el papel imprescindible que cumplía el Ejército franquista y seguía financiando y adorando a su Iglesia católica.

Inmediatamente era preciso doblegar la columna vertebral del movimiento obrero y hacerle firmar los Pactos de la Moncloa, por los que el capital imponía sus condiciones. Se acabaron las multitudinarias manifestaciones –recordemos la de la SEAT en Barcelona–, las huelgas interminables –recordemos la de Roca en Barcelona–, y las asambleas obreras, y el proletariado se convirtió en servidor sumiso de la patronal. Así el país se asentó como un buen socio de los centros de poder económico internacionales. Cierto que para conseguir tan buen resultado Comisiones Obreras y el PCE colaboraron sumisa y eficazmente, pero tanto unos como otros habían sido advertidos con severidad: o esto o el caos, sucedáneo de la Guerra Civil y de la implantación de una nueva dictadura. Y tal amenaza no debe ser secreto para nadie ya que Carrillo lo ha confesado y ratificado numerosas veces.

Leopoldo-Calvo-Sotelo-y-Felipe-GonzalezLos Pactos llevaron a la rebaja de salarios, al aumento de la explotación de los trabajadores y a la desmovilización de los sindicatos. Pero fueron definitivos para asegurar la tranquilidad laboral que necesitaba el capital. Y todo iba a avanzando como se debía, hasta que Suárez, ensoberbecido y poco lúcido, cada día más convencido de su propio mérito, se creyó que solo él tomaba las decisiones, que era providencial su papel en la transformación española, que realmente había inventado el sistema y la democracia, y llegó el momento de echarlo. Para nadie es un secreto que el rey lo detestaba, que sus antes aliados conspiraban continuamente contra él y que la decisión de dimitir la tomó cuando todos, especialmente el Departamento de Estado de EEUU, le empujaron de malos modos hacia la puerta; como él mismo lo explicó en aquella comparecencia patética en la televisión, que los de mi generación, y varias más, vimos en directo. Porque, tampoco es un secreto, Suárez no era tan partidario de la OTAN como se necesitaba, es Calvo Sotelo, con la secreta alianza del PSOE, el que nos mete; Suárez comenzaba a convertirse en un socialdemócrata inventado por él mismo, que no tenía detrás ningún respaldo ni económico –el CDS que crea está en la miseria– ni político, pues la SPD alemana ya había apostado por el PSOE.

El golpe de Estado del 23-F es un montaje entre todos los poderes: económico, militar, político, con el rey al frente, para advertir a los que iban a gobernar a continuación que no se permitían veleidades como las de Suárez. Y la inmensa manifestación del pueblo en Madrid después del golpe venía a decir: de acuerdo, antes de que nos fusilen al amanecer elegiremos a Calvo Sotelo como presidente del Gobierno, nos rendiremos al capital y le estaremos eternamente agradecidos al rey que nos ha salvado la vida. No se debe olvidar que esa Transición idílica que nos han contado sumó más de 600 muertos, víctimas una buena parte de los facciosos y organizaciones policiales que nunca fueron ni descubiertos ni castigados.

Entonces, ¿a qué aceptar, desde una postura realmente de izquierdas, que Suárez fue un dirigente político de gran altura, con enormes cualidades para el consenso y los pactos, y que construyó la democracia en España?

Diríase que la izquierda sigue padeciendo el “síndrome de Estocolmo” como tan acertadamente lo definía Carlos París, y presa de la necesidad de ser reconocida como “una fuerza política seria”, no se atreve a gritar de una vez que “el rey va desnudo”. Este miedo se evidencia cuando la exigencia de proclamar la III República está siendo siempre pospuesta por la mayoría de los dirigentes de izquierda a un tiempo futuro e indeterminado, que les tranquilice.

 

http://blogs.publico.es/lidia-falcon/

 


Resposta  Missatge 9 de 9 del tema 
De: Margarita Enviat: 28/03/2014 14:54
A fin dun tempo
x.l. méndez ferrín 28.03.2014 | 01:41



O sábado pasado confluíron en Madrid correntes humanas que procedían de todos os sitios que a chamada Transición tentara chamar "nacionalidades e rexións de España" (sen demasiado éxito). Era a Marcha da Dignidade. Ocuparon Madrid os pobres e os condenados. Ou sexa: as víctimas.



Non sei se foron ou non un millón de persoas as que encheron Colón, rente a Génova, a Castellana, Recoletos, a Cibeles, que son espazos que poden acoller moita, moita xente. Non convén esquencer que os vascos independentistas, moi precisamente os da central obreira LAB, enviaron a Madrid un seu continxente dotado de abundantes ikurriñas.



As bandeiras galegas estampadas con estrela vermella alí estiveron, arboradas polas mulleres e os homes convocados pola CUT. - digo isto porque a información foi vastamente intervida pola censura de medios, que existe e actúa en casos coma este. A censura de medios e a prensa de consigna aplicou a súa lei de silencio e manipulación á Marcha pola Dignidade do sábado pasado.



Este humilde cronista concordou con Cañamero e con Camaño na convocatoria galega da Marcha (ou das Marchas) da Dignidade. O éxito foi tal, que o goberno, e maila oposición sistémica, demostraron medo. - non resulta raro que os de Rajoy e os de Rubalcaba estéan empavorecidos. O seu poder e hexemonía acaban de ser rexeitados dun xeito contundente. O sindicalismo subalternizado, incluído o da CIG, tamén cobrou medo.



Temos a sensación de que o réxime monárquico que se montou na chamada Transición ou Reforma Política está tocando a meta. É a fin dun tempo. O postfranquismo amosa signos de que está a morrer. A mentira, o silencio e a parquedade incomodada da prensa española a respecto das Marchas contrasta coas análises minuciosas dos medios internacionais da esquerda. Por outra parte, as redes están a agurgullar un tumulto, contradictorio por veces, de ideas a redor da Marcha pola Dignidade.



O ocaso do réxime político da Transición ou Reforma superficial do estado franquista aínda sen ser o dos deuses é vermello. Vaise unha época e está petando á porta outra. É tanta a dor e a infelicidade que cunde entre as masas que padecen os rigores do estado de cousas vixente en España que cada vez se sinte con máis forza a necesidade dunha mudanza radical. Galicia estivo presente nas Marchas pola Dignidade e estará presente nos grandes acontecementos que se agoiran.



http://www.farodevigo.es/opinion/2014/03/28/dun-tempo/994496.html
 
 
 
 
 
 
 
 
 


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