Estados Unidos ha perdido la confianza que había depositado secularmente en la oposición al régimen cubano.
Ya entrada en años y sin incidencia social destacable, el Imperionorteamericano intenta buscar en personas más jóvenes y por medio de recursos más modernos (blogueros, músicos, artistas), influir en la isla, sin que por ello sean etiquetados como disidentes y por lo tanto enemigos de la Patriay la Revolución.
Estados Unidos también espera que la sucesion en el régimen cubano venga de alguno de los miembros de rango medio del actual Gobierno.