Nicolás Maburro pide a EE.UU. que no imponga sanciones a Venezuela
En un artículo de opinión que publica este miércoles el diario estadounidense The New York Times, bajo el
título "Venezuela: Un llamado a la paz" presidente Nicolás Maduro lamenta la cobertura que "muchos medios extranjeros" han hecho sobre las recientes protestas en el país, que, dice, "han distorsionado la realidad de mi país y de los hechos que han rodeado estos eventos".
En un llamado directo a los estadounidenses, Maduro escribe: "Espero que el pueblo estadounidense, al conocer la verdad, decida que Venezuela y su gente no merecen ese castigo y que pidan a sus representantes que no impongan sanciones".
Maduro menciona una lista de los logros que, asegura, Naciones Unidas ha reconocido de su gobierno: reducción de la desigualdad, reducción "enorme" de la pobreza y la creación de programas universales gratuitos de salud y educación.
Pero reconoce que "aunque nuestras políticas sociales han mejorado la vida de los ciudadanos en general, el gobierno también se ha enfrentado a serios desafíos económicos en los pasados 16 meses, incluidas inflación y escasez de productos básicos".
E insiste en que continúa buscando soluciones, como "nuestro nuevo sistema cambiario basado en el mercado", que se estrenó en el país la semana pasada.
El mandatario también admite que "Venezuela ha estado luchando con un alto índice de criminalidad". Dice que se le está haciendo frente al problema con la formación de "una nueva fuerza de policía nacional, reforzando la cooperación de la policía y la comunidad, y reestructurando nuestro sistema penitenciario".
"Un solo objetivo" En su artículo en el periódico estadounidense, Nicolás Maduro recuerda a Hugo Chávez y sus múltiples victorias electorales nacionales y locales "gracias a un proceso electoral que el expresidente estadounidense Jimmy Carter llamó 'el mejor del mundo'".
Y asegura que "la participación popular en la política en Venezuela se ha incrementado drásticamente en la última década".
"Las afirmaciones de que Venezuela tiene una democracia deficiente y que las actuales protestas representan el sentimiento de la mayoría contradicen a los hechos", afirma.
Según Maduro las protestas antigubernamentales que estallaron en febrero están siendo organizadas por "el sector más rico de la sociedad, que busca revertir los logros del proceso democrático". Y acusa a los manifestantes de haber llevado a cabo "ataques físicos" a instalaciones educativas y de salud que han causado "muchos millones de dólares en daños".
El presidente venezolano expresa en el New York Times que los manifestantes "tienen un sólo objetivo: la destitución inconstitucional del gobierno democráticamente elegido".
Maduro afirma en su artículo que en Estados Unidos "se ha descrito a los manifestantes como pacíficos, mientras que se ha dicho que el gobierno venezolano está reprimiéndolos con violencia".
"Según esta narrativa el gobierno estadounidense está del lado del 1% que desea arrastrar a nuestro país al pasado, cuando el 99% fue excluido de la vida política y sólo unos cuantos -incluidas compañías estadounidenses- se beneficiaron del petróleo de Venezuela", escribe.
El mandatario venezolano expresa también que "aquellos que apoyaron el golpe de 2002 están ahora dirigiendo las protestas".
Según Maduro, el gobierno de Barack Obama "gasta al menos US$5 millones anualmente apoyando a los movimientos de oposición en Venezuela" y dice que actualmente se discute en el Congreso un proyecto para otorgar otros US$15 millones para organizaciones antigubernamentales y que el Congreso también está decidiendo si impone sanciones a Venezuela.
Maduro fianliza su artículo de opinión indicando que "ahora es el momento del diálogo y la diplomacia" y que ha contactado al gobierno de Obama en un intento de volver a intercambiar embajadores.
"Venezuela necesita paz y diálogo para avanzar. Recibimos positivamente a cualquiera que sinceramente desee ayudarnos a alcanzar estos objetivos", concluye Nicolás Maburro en The New York Times.