Dentro de Cuba existe un bloqueo salvaje pero impuesto por el régimen a las actividades económicas que es la verdadera causa de la miseria al destruir los medios y el incentivo de progreso del pueblo cubano.
En 1958, unos meses antes de la llegada de Fidel Castro al poder, las exportaciones cubanas eran superiores al valor conjunto de cinco naciones latinoamericanas: Perú, Uruguay, Ecuador, Bolivia y la República Dominicana, pero el contraste es mucho más notable comparado con Chile. Ese año las dos naciones tuvieron un Producto Interno Bruto similar; sin embargo, Cuba duplicó los $389 MM exportados por Chile. Desde finales del siglo XVIII hasta la década de los 60’s, Cuba fue el mayor exportador de azúcar conjuntamente con exportaciones de café, tabaco, piña, carne, frutas, productos agropecuarios y hasta toros sementales de la raza cebú. Cuba era un importante exportador de alimentos. Prestemos atención: Cuba EXPORTABA alimentos.
Llegada la revolución castrista en 1959 el gobierno confiscó cerca del 90% de las industrias y el 70% de los terrenos agrícolas cambiando el sistema económico de mercado libre a uno donde los medios de producción pertenecen y son administrados por el régimen. Un año más tarde el Banco Nacional a cargo de Ernesto Guevara “destruyó el peso cubano y recalcó su impertinencia firmando los billetes con el apodo de “Che”. Ver más
En 1994 el régimen creó una moneda convertible fantasma para reemplazar al dólar estadounidenses en las transacciones comerciales dentro de país. Desde el inicio de la revolución, la moneda cubana sólo sirve como otro medio de control y poder manipular estadísticas de un ficticio crecimiento de la economía.
A través del cambio de moneda y confiscaciones de empresas y tierras laborables, la revolución fidelista convirtió al Estado en la única fuente de empleo y desde entonces mantiene control absoluto de la economía inclusive a través de regulaciones e impuestos sobre el pequeño sector privado permitido en los últimos meses. Según estadísticas publicadas por el mismo gobierno, hoy en día el Estado emplea alrededor del 75% de la mano de obra aunque la cifra pueda bien aproximarse al 90% ya que el sector privado se calcula en unos 200,000 agricultores con pequeñas parcelas y unos 100,000 cuentapropistas o trabajadores independientes.
La producción de azúcar que superaba los 8 millones aún en 1989, al final de la década de los 90’s llegó solamente a 3.5 millones de toneladas debido a métodos ineficientes de la siembra del cultivo, mala administración, falta de piezas de repuesto y pobre estructura de transporte. ¡Y en este siglo la zafra se ha reducido todavía más a niveles del siglo XIX! El régimen comunista de los Castro ha convertido a Cuba de mayor exportador de azúcar del mundo y uno de sus principales productores, en un país importador de azúcar de Brasil, Republica Dominicana, Colombia, Europa y hasta de los Estados Unidos. Importaciones necesarias para cubrir el racionado consumo interno y compromisos de exportación que no pueden cumplir a través de la producción nacional azucarera por la ineficiencia del sistema.
En los últimos 20 años la producción mundial de cítricos se duplicó pero la de Cuba disminuyó en un 70%; en 2012 el valor general de las exportaciones fueron 2.6% inferiores a las de la Republica Dominicana, 3.1% veces más bajas que las de Bolivia e inferior a algunos de los países más pobres del mundo como Zimbabue y Chad.
El déficit comercial debido al control absoluto del mercado por el régimen comunista de los hermanos Castro, además de la ineficiente administración de los recursos económicos, han resultado en que 75% de las exportaciones actuales no sean ventas de productos sino ventas de servicios como el turismo y la exportación de médicos y profesionales a otros países donde el régimen convierte a los trabajadores y profesionales cubanos en mercancía y mientras estos reciben sueldos de esclavos el gobierno acumula divisas.
La cifra oficial de la deuda externa de Cuba ascendía a $17,800 millones de dólares en 2007. La mayoría de los analistas cree que la deuda de hoy está por encima de los $21.000 millones de dólares, 25% más que los ingresos anuales por exportaciones. Con un estado de balance como este, no es de extrañar que Cuba no tenga acceso a los créditos del Banco Mundial, que los Estados Unidos pidan pago por adelantado, y que muchos de sus acreedores estén cansados de la repetida reprogramación de las deudas.
La depauperada situación de la economía cubana es la causante que la lleve a tener que pagar elevados niveles de interés de hasta el 22% a la hora de adquirir financiación extranjera para poder subvencionar las importaciones. Importaciones principalmente de combustible y de alimentos. Nada de esto es resultado del embargo económico de la Ley Helms-Burton sino el control económico absoluto impuesto por un gobierno totalitario al pueblo cubano.
¿Recuerdan lo que dijimos anteriormente? Cuba EXPORTABA alimentos antes de la revolución; hoy tiene que importarlos. Todo debido a un bloqueo impuesto por el régimen donde todos los medios de producción y las empresas pertenecen al Estado; un bloqueo donde –
- el régimen controla totalmente la economía, incluido salarios, precios y cambio de moneda,
- donde el régimen es a la vez socio y cliente en toda transición,
- donde el gobierno no hace inversiones para beneficio y bienestar del pueblo sino de acuerdo a la posibilidad de generar volumen de divisas, al punto de mercadear a sus propios ciudadanos como labor esclava,
- donde el gobierno autoriza y aprueba la inversión extranjera según sus intereses por lo que no hay incentivo de entrada de empresas al país,
- un régimen que no permite un mercado libre donde existan incentivos de un factor frente a otro ni considera la oferta y demanda del consumidor,
- donde todas las decisiones sobre la economía son tomadas por el partido,
- donde no permite al pueblo cubano ser dueño de nada, ni tan siquiera dueño de sí mismo y su futuro.
Cincuenta cuatro años después de la llegada de Fidel y su revolución comunista, Chile, con la economía más liberal y abierta de Latinoamérica, exportó productos por un valor de $78.800 millones, 22 veces más que la Cuba de los Castro. Esto fue un logro obtenido sin tener que confiscar empresas privadas ni expropiar centrales, sin reforma agraria, ni estatizar la economía, ni echarle la culpa a un embargo económico extranjero mayormente inexistente y con más aberturas que un queso Suizo.
Mientras tanto Cuba ha pasado de ser un país exportador de alimentos a uno que tiene que importarlos resultando en la miseria del pueblo a causa de un régimen que persiste en que “la empresa estatal socialista siga siendo la columna vertebral del modelo económico cubano”.
Sí, existe un bloqueo, y ese bloqueo se llama régimen comunista de los hermanos Castro. Ya es hora de levantar el bloqueo que mantiene al pueblo cubano en la miseria.