"La gente tiene que saber quién está detrás de los medios", afirmó hoy Javier Couso durante la presentación en Madrid del documental Una mosca en una botella de Coca-Cola,
con el que pretende desvelar los intereses económicos de las empresas
de comunicación españolas, de sus propietarios y de sus grandes
anunciantes en América Latina, cuyos gobiernos democráticos reciben a su
juicio un trato informativo sesgado y desestabilizador. "La mayoría de
los medios defienden los golpes de Estado", añadió en referencia a los
sufridos por gobernantes de países latinoamericanos como Venezuela,
donde según el documentalista "no hay movilizaciones espontáneas sino un
proyecto de injerencia con actores claros que actúan en otras partes
del mundo".
El cortometraje documental, con guion de Pablo Iglesias,
refleja cómo los grupos de comunicación acaparan los medios con mayor
difusión y cómo estos han pasado a manos de bancos y fondos de capital
riesgo, presionados a su vez por los anunciantes, grandes corporaciones
con presencia en América Latina. "Todos están controlados, aunque
afortunadamente todavía quedan contrapesos", apuntó Couso en referencia a
cabeceras alternativas, que estuvieron presentes en el acto,
desarrollado en el Centro de Abogados de Atocha.
Moderado por Luis Nieto,
coordinador del Observatorio de Multinacionales en América Latina
(OMAL), el debate posterior a la proyección contó con la intervención de
Olga Rodríguez, quien subrayó
que "el poder financiero se siente dueño y propietario de la
información". La periodista, al igual que el resto de los oradores,
abogó por una redistribución de la propiedad de las empresas de
comunicación. "Hay que terminar con el elitismo", afirmó Rodríguez.
"Para tener una democracia participativa hay que democratizar la
propiedad de los medios".
Iglesias abogó por la "expropiación"
como "manera de garantizar que exista la democracia, que significa
arrebatar el poder a la mayoría que lo acapara para repartirlo entre
todo el mundo". El presentador de La Tuerka
consideró que "no pueden ser un privilegio de los multimillonarios",
aunque matizó que "los medios no tienen que estar en poder del Estado ni
de un partido político sino en manos de la gente".
En el documental (que termina con el "exprópiese" de Hugo Chávez, el difunto expresidente de Venezuela, cuyo embajador en Madrid, Mario Isea Bohórquez, asistió a la proyección) intervienen Pascual Serrano,
Ignacio Escolar, Iñaki Gabilondo, Casimiro García-Abadillo, Juan Carlos
Monedero, Jaime González y la propia Rodríguez, que explicó cómo los
periódicos y televisiones han desasistido la información internacional
al retirar a muchos corresponsales, lo que ha provocado que "las dos
grandes agencias internacionales uniformicen la información y se rompa
la multiplicidad de miradas". El resultado es "orwelliano y frustrante",
apuntó la especialista en Oriente Próximo, quien criticó la imposición
"de la equidistancia y la neutralidad en el periodismo, pues sitúa al
mismo nivel al opresor y al oprimido".
Couso, que aboga por la
regulación de los medios, se preguntó "cómo se van a autorregular los
señores que quieren dominar el mundo y convertirnos en esclavos".
También criticó que, mientras "las multinacionales corrompen la
información y censuran mediante la publicidad", los medios españoles
ocultan cómo "los gobiernos soberanos [de América Latina] agarran el
toro por los cuernos", lo que según él "no es censura sino todo lo
contrario".
Lo sería, según él, la que practican multinacionales como la que da título al documental, una producción de CMI para OMAL-Paz con Dignidad. Una mosca en una botella de Coca-Cola
viene a decir que en Estados Unidos es posible criticar a su
presidente, pero jamás informar de que alguien ha encontrado un insecto
dentro de una botella del multinacional refresco.