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Da: Quico º  (Messaggio originale) Inviato: 17/04/2014 21:28

Muere Gabriel García Márquez: genio de la literatura universal

Uno de los grandes escritores de la literatura universal ha fallecido en México DF a la edad de 87 años

El narrador y periodista colombiano, ganador del Nobel en 1982, es el creador de obras clásicas como 'Cien años de soledad', 'El amor en los tiempos del cólera', 'El coronel no tiene quien le escriba', 'El otoño del patriarca' y 'Crónica de una muerte anunciada'.

Nació en Aracataca y fue el creador de un territorio eterno llamado Macondo donde conviven imaginación, realidad, mito, sueño y deseo.

El escritor colombiano Gabriel García Márquez. / The Douglas Brothers

Bajo un aguacero extraviado, el 6 de marzo de 1927, nació Gabriel José García Márquez. Hoy, jueves 17 de abril de 2014, a la edad de 87 años, ha muerto en México DF el periodista colombiano y uno de los más grandes escritores de la literatura universal. Autor de obras clásicas como Cien años de soledad, El amor en los tiempos del cólera, El coronel no tiene quien le escriba, El otoño del patriarca y Crónica de una muerte anunciada,fue el creador de un territorio eterno y maravilloso llamado Macondo.

Nació en la caribeña Aracataca, un poblado colombiano, un domingo novelable a partir del cual el niño viviría una infancia a la que volvió muchas veces. Entró a la literatura en 1947 con su cuento La tercera resignación; la gloria le llegó en 1967 con Cien años de soledad, y su confirmación en 1982 con el Nobel de Literatura. Ahora, el ahijado más prodigioso de Melquiades se ha ido, para quedarse entre nosotros un hombre que creó una nueva forma de narrar; un escritor que con un universo y un lenguaje propios corrió los linderos de la literatura; un periodista que amaba su profesión pero odiaba las preguntas; una persona que adoraba los silencios, y con un encanto que cautivó a intelectuales y políticos, y hechizó a millones de lectores en todo el mundo.

Condolencia de Mario Vargas Llosa

Nada más conocerse la noticia d ela muerte de Gabriel García Márquez, el premio Nobel de Literatura peruano Mario Vargas Llosa hizo esta declaración de condolencia a EL PAÍS:

“Ha muerto un gran escritor cuyas obras dieron gran difusión y prestigio a la literatura en lengua española en todos los países del mundo. Sus novelas sobrevivirán e irán ganando lectores por doquier. Envío mis condolencias a toda su familia”.

Gabriel no iba a ser su nombre. Debió llamarse Olegario. Acababan de sonar las campanas dominicales de la misa de nueve de la mañana cuando los gritos de la tía Francisca se abrieron paso, entre el aguacero, por el corredor de las begonias: “¡Varón! ¡Varón! ¡Ron, que se ahoga!”. Y nuevos alaridos enmarañaron la casa. Una vez liberado del cordón umbilical enredado en el cuello, las mujeres corrieron a bautizar al niño con agua bendita. Lo primero que se les vino a la cabeza fue ponerle Gabriel, por el padre, y José, por ser el patrono de Aracataca. Nadie se acordó del santoral. De lo contrario, se habría llamado Olegario García Márquez.

Aquel domingo 6 de marzo de 1927, Aracataca celebró la llegada del primogénito de Luisa Santiaga y Gabriel Eligio. Fue el mayor de 11 hermanos, siete varones y cuatro mujeres. En realidad, para los cataqueros había nacido el nieto de Tranquilina Iguarán Cotes y el coronel Nicolás Ricardo Márquez Mejía, los abuelos maternos con quienes se crio hasta los diez años en una tierra de platanales bajo soles inmisericordes y vivencias fabulosas. Era un pelaíto en una casa-reino de mujeres, acorralado por el rosario de creencias de ultratumba de la abuela y los recuerdos de guerras del abuelo, el único hombre junto a él. ¡Ah! y un diccionario en el salón por el que entra y sale del mundo.

Diez años que le sirvieron para dar un gran fulgor a lo real maravilloso, al realismo mágico. Los cuentos fueron para él ese primer amor que nunca se olvida, el cine los amores desencontrados y las novelas el amor pleno y correspondido.De todos ellos, creía que la historia que no embolatará su nombre en el olvido es la de sus padres recreada en El amor en los tiempos del cólera.

Son las vísperas de su vida.

Donde todo empieza... Amor y amores deseados, esquivos y de toda estirpe en sus escritos.

Fue uno de los escritores más admirados y traducidos: más de 40 millones de libros vendidos en 36 idiomas

García Márquez, que será conocido por sus amigos como Gabo, vive un segundo tiempo cuando a los 16 años, en 1944, sus padres lo envían a estudiar a la fría, helada, Zipaquirá, cerca de Bogotá. Descubre sus primeros escritores tutelares, Kafka, Woolf y Faulkner.

El zumbido de la literatura y el periodismo lo rondan.

Allí, en el frío del altiplano andino, lo sorprende el cambio de destino del país y el suyo. Estudia Derecho, cuando el 9 de abril de 1948 es asesinado el candidato presidencial Jorge Eliécer Gaitán. Un suceso conocido como El bogotazo. Fue el antepenúltimo germen de un rosario de conflictos políticos y sociales, conocido como La violencia que habrán de germinar en sus obras.

Después de El bogotazo volvió a sus tierras costeñas con una mala noticia para sus padres: deja la carrera de Derecho. A cambio empieza en el periodismo. Primero en el periódico El Heraldo, de Barranquilla, entre otras cosas como crítico de cine bajo el seudónimo de Séptimus; luego en El Universal, de Cartagena de Indias, hasta volver a Bogotá, en 1954, a El Espectador, el diario que en 1947 había publicado, un domingo, su primer cuento.

Además de crónicas y reportajes escribía para las páginas editoriales y la sección Día a Día, en la que se daba cuenta de los hechos más significativos de aquella Colombia donde la violencia corría en tropel. En 1955 escribe la serie sobre un suceso que terminará llamándose Relato de un náufrago.

Ryszard Kapuscinski aseguró que, aunque lo admiraba por sus novelas, consideraba que “la grandeza estriba en sus reportajes. Sus novelas provienen de sus textos periodísticos. Es un clásico del reportaje con dimensiones panorámicas que trata de mostrar y describir los grandes campos de la vida o los acontecimientos. Su gran mérito consiste en demostrar que el gran reportaje es también gran literatura”.

Libros inolvidables

García Márquez ha vendido más de 40 millones de ejemplares en más de 30 idiomas.

Novelas: La hojarasca (1955), El coronel no tiene quien le escriba (1957), La mala hora (1961), Cien años de soledad (1967), El otoño del patriarca (1975), Crónica de una muerte anunciada (1981), El amor en los tiempos del cólera (1985), El general en su laberinto (1989), Del amor y otros demonios (1994), Memorias de mis putas tristes (2004).

Grandes reportajes: Relato de un náufrago (1970), Noticia de un secuestro (1996), Obra periodística completa (1999). Primer tomo de sus memorias, Vivir para contarla (2002).

Cuentos: Ojos de perro azul (1955), Los funerales de la Mamá grande (1962), La irresistible y triste historia de la cándida Eréndira y de su abuela desalmada (1972), Doce cuentos peregrinos (1992).

Mientras trabaja como periodista escribe cuentos y no se desprende de una novela en marcha que lleva a todos lados, titulada La casa.

Ese mismo año aparece su primera novela, La hojarasca. Después viaja a Europa como corresponsal del diario bogotano y recorre el continente, e incluso los países de la “cortina de hierro”. En 1958 vuelve y se casa con Mercedes Barcha. Hasta que se instala en México DF, en 1961, donde hace vida con sus amigos, las parejas Álvaro Mutis-Carmen Miracle y Jomí García Ascot-María Luisa Elío (dos españoles exiliados de la guerra). Un día Mutis le da dos libros y le dice: “Léase esa vaina para que aprenda cómo se escribe”. Eran Pedro Páramo y El llano en llamas, de Juan Rulfo. Ese año publica El coronel no tiene quién le escriba.

—“¿Fue tu abuela la que te permitió descubrir que ibas a ser escritor?”, le preguntó en los años setenta su amigo y colega Plinio Apuleyo Mendoza.

—“No, fue Kafka, que, en alemán, contaba las cosas de la misma manera que mi abuela. Cuando yo leí a los 17 años La metamorfosis, descubrí que iba a ser escritor. Al ver que Gregorio Samsa podía despertarse una mañana convertido en un gigantesco escarabajo, me dije: ‘Yo no sabía que esto era posible hacerlo. Pero si es así, escribir me interesa”.

La escritura no le da para comer y trabaja en cine y publicidad. Llega 1965. Pronto terminarán cuatro años de sequía literaria. El embrión es La casa. Páginas que no terminan de coger forma. Hasta que un día, mientras viaja en un Opel blanco con su esposa Mercedes y sus dos hijos de vacaciones a Acapulco, ve clara la manera en que debe escribirla: sucedería en un pueblo remoto, y descubre el tono: el de su abuela que contaba cosas prodigiosas con cara de palo, y la llenaría de historias: las contadas por su abuelo en la Guerra de los Mil Días de Colombia. Y el comienzo de la novela: “Muchos años después, frente al pelotón de fusilamiento, el coronel Aureliano Buendía había de recordar aquella tarde remota en que su padre lo llevó a conocer el hielo”.

Ha sido el soplo divino de Kafka, Faulkner, Sherezada, Rulfo, Verne, Woolf, Hemingway, Homero… y sus abuelos Tranquilina y Nicolás.

El escritor durante la ceremonia de los Premios Nobel en Estocolmo en 1982

Da media vuelta y regresa en el Opel blanco a su casa de San Ángel Inn, en México DF.

Una vez llega, coge sus ahorros, 5.000 dólares, y se los entrega a su esposa para el mantenimiento del hogar mientras se dedica a escribir. La Cueva de la Mafia es la habitación de su casa donde esa primavera se exilia con la enciclopedia británica, libros de toda índole, papel y una máquina Olivetti. Vive y disfruta ese rapto de inspiración al escribir hasta las ocho y media de la noche al ritmo de los Preludios de Debussy y Qué noche la de aquel día de los Beatles.

En otoño el dinero se acaba y las deudas acechan. García Márquez coge, entonces, el Opel y sube al Monte de Piedad a empeñarlo. Es una nueva tranquilidad para seguir escribiendo, aumentada por las visitas de sus amigos que les llevan mercaditos.

Al llegar el invierno de 1965-1966 pone un punto y aparte, y llora, llora como ni siquiera en sus novelas está escrito. Tenía 39 años Gabriel García Márquez cuando, esa mañana de 1966, salió de La Cueva de la Mafia, atravesó la casa y se derrumbó en lágrimas sobre la cama matrimonial como un niño huérfano. Su esposa, al verlo tan desamparado, supo de qué se trataba: el coronel Aureliano Buendía acababa de morir. Era el personaje inspirado en su abuelo Nicolás.

Muere orinando mientras trata de encontrar el recuerdo de un circo, después de una vida en la que se salvó de un pelotón de fusilamiento, participó en 32 guerras, tuvo 17 hijos con 17 mujeres y terminó sus días haciendo pescaditos de oro.

Un duelo perpetuo para el escritor que, el 5 de junio de 1967, ve recompensado al saber que esa historia comandada por el coronel, bajo el título de Cien años de soledad, inicia su universal parranda literaria en la editorial Sudamericana, de Francisco Porrúa, en Buenos Aires. Todos quieren conocer la saga de los Buendía.

La novela impulsa la universalización del boom de la literatura latinoamericana. “Verdaderamente fue a partir del triunfo escandalosamente sin precedentes de Cien años de soledad”, afirmaría José Donoso en Historia personal del boom.

En medio de la algarabía, García Márquez se va a vivir a Barcelona donde afianza su amistad con autores como Carlos Fuentes, Mario Vargas Llosa y Julio Cortázar. El éxito es rotundo y trasciende a otros idiomas. Luego empieza a escribir El otoño del patriarca (1975) como un ejercicio para quitarse de encima la sombra de su obra maestra. Para entonces ya es muy activo con la causa cubana y está más presente en Colombia. En 1981 publica Crónica de una muerte anunciada.

La noticia del Nobel lo sorprende en México en 1982. En la frontera del amanecer del 10 de octubre el teléfono lo despierta. Con 55 años se convierte en uno de los escritores más jóvenes en recibir el máximo galardón de la literatura. En diciembre rompe con la tradición al recibir el premio vestido con un liquiliqui, una manera de rendir homenaje a su tierra costeña y compartirlo con su abuelo Nicolás que usaba trajes así en el ejército. Una ausencia que acompañó al escritor desde los 10 años, cuando este murió, y convirtió en incompletas todas sus alegrías futuras, por el hecho de que el abuelo no las sabía, escribe Dasso Saldívar en la biografía Viaje a la semilla.

Tres años después culmina la historia de sus padres: El amor en los tiempos del cólera. Siguen El general en su laberinto (1989) y Del amor y otros demonios (1994).

García Márquez con una edición de 'Cien años de soledad' a finales de los sesenta / COLITA

Hace realidad uno de sus sueños, en Cartagena de Indias: la creación de la Fundación para el Nuevo Periodismo Iberoamericano y se une a otros proyectos informativos. Son los años de su vuelta al periodismo. Al principio de todo.

En 1999 le detectan un cáncer linfático. Todo ello mientras termina de escribir sus memorias, Vivir para contarla, a las que cuando puso punto final se topó con la muerte de su madre, Luisa Santiaga Márquez Iguarán. Un domingo lo trajo ella al mundo; y un domingo lo dejó ella. Fue la noche del 9 de junio de 2002. Dos años más tarde escribe su última creación: Memoria de mis putas tristes.

Sus recuerdos empiezan su peregrinación.

Hasta que se han ido del todo al encuentro de los Buendía.

Y de no haber sido escritor, lo que realmente hubiera querido ser Gabriel García Márquez también tiene que ver con el amor, presente en todas sus obras. Lo supo hace muchos en Zúrich cuando una tormenta de nieve tolstiana lo llevó a refugiarse en un bar. Su hermano Eligio recordaría cómo él se lo contó:

—“Todo estaba en penumbra, un hombre tocaba piano en la sombra, y los pocos clientes que había eran parejas de enamorados. Esa tarde supe que si no fuera escritor, hubiera querido ser el hombre que tocaba el piano sin que nadie le viera la cara, solo para que los enamorados se quisieran más”.

Entre realidades, deseos, sueños, alegrías, agradecimientos, imaginaciones y, sobre todo, por el paraíso irrepetible de su lectura, Gabriel García Márquez está ahora en el mismo lugar donde él llevó a Esteban en su inolvidable cuento El ahogado más hermoso del mundo, después de que a la gente del pueblo “se le abrieran las primeras grietas de lágrimas en el corazón”… Porque una vez comprobado que había muerto “no tuvieron necesidad de mirarse los unos a los otros para darse cuenta de que ya no estaban completos, ni volverían a estarlo jamás”… El rumor del mar trae la voz del capitán de aquel barco, que en 14 idiomas, dice señalando al mundo, por encima del promontorio de rosas amarillas en el horizonte del Caribe: “Miren allá, donde el viento es ahora tan manso que se queda a dormir debajo de las camas; allá, donde el sol brilla tanto que no saben hacia donde girar los girasoles; sí, allá, es el pueblo” de Gabriel García Márquez.



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Rispondi  Messaggio 3 di 15 di questo argomento 
Da: Marthola Inviato: 17/04/2014 22:06

Hasta la victoria siempre, compañero!


Rispondi  Messaggio 4 di 15 di questo argomento 
Da: albi Inviato: 17/04/2014 22:31
 
 día tristisimo para toda la patria grande.
 
SOBRE EL AUTOR
 

El escritor colombiano Gabriel García Márquez ha muerto este jueves en Ciudad de México, según informaron fuentes de la familia a medios locales. Con él, la realidad no necesitó motivos. En sus novelas las cosas ocurrían sin explicación ni lógica. Se bastaban a sí mismas. Refulgían con su belleza arbitraria e inusual: Remedios la bella y su nube de mariposas amarillas; la larguísima cabellera roja que crecía aún después de la muerte en Del amor y otros demonios; la espesa mazamorra y el buzón vacío delCoronel no tiene quien le escriba; las impensables ventosidades de Simón Bolívar en la hamaca del General en su laberinto.

Lo hizo en la literatura. Pero también en el periodismo, oficio que ejerció con maestría, entendiendo que por real, la realidad no tenía por qué ser contada con desaliño. Siendo reportero del diario El Nacional, a finales de los años 50 del siglo pasado, se valió de la imagen de un hombre que se rasura con zumo de melocotón para retratar una ciudad aquejada por los cortes en el servicio del agua. Gabriel García Márquez, el Gabo, Gabito. Qué solos nos dejas.

Fallecido en Ciudad México –donde vivía desde 1961 con su esposa Mercedes-, el escritor colombiano y Premio Nobel de Literatura 1982 arruga por igual bibliotecas y corazones con su partida. Tampoco nos engañemos. Desde que perdió la memoria, el Gabo se encontraba ya muy lejos de este mundo, un mundo que a él le dio por entender con otra lógica: una que le privó a él de sus recuerdos y a sus lectores de más páginas.

Hay quienes dicen, como Plinio Apuleyo, que García Márquez “le cogió rabia” a Cien años de soledad, porque lo hizo famoso. El reconocimiento público le resultó, siempre, una losa. “Me he negado a convertirme en un espectáculo, detesto la televisión, los congresos literarios, las conferencias, la vida intelectual, y he tratado de encerrarme dentro de cuatro paredes, a diez kilómetros de mis lectores, y sin embargo ya me queda muy poca vida privada: mi casa, tú lo has visto, parece siempre un mercado público”, dijo el colombiano, quien tuvo que resignarse a ser si no el escritor más conocido, al menos sí uno de los más queridos y seguidos del mundo.

Autor de una extensa obra que incluye la novela, el relato, la crónica y hasta el guión cinematográfico, García Márquez estuvo condenado a ser el autor de Cien años de soledad, una novela que, como él mismo relata en Vivir para contarla, escribió en 18 meses. En sus  páginas, el Gabo reunió no sólo la lógica y la oralidad de los pueblos caribeños, esos en los que la fantasía servía para encubrir –acaso corregir la realidad- o simplemente para manifestarse un tiempo –hoy extinto- que transcurría de otra manera. Según la crítica, Cien años de soledad es el libro exponente del realismo mágico. Pero es mucho más. Es una foto de grupo, un aire de familia, un algo que define a generaciones y generaciones.

Un muchachito que aprendió a escribir a los 5 años

Nacido en Aracataca –ese pueblo con nombre de ametralladora, que decía el periodista Cristóbal Guerra-, un 6 de marzo de 1927, creció rodeado por  sus abuelos maternos y sus tías, pues sus padres, el telegrafista Gabriel Eligio García y Luisa Santiaga Márquez, se fueron a vivir, cuando Gabo contaba solo cinco años, a la población de Sucre. De aquel universo salieron buena parte de sus personajes: su abuelo fue el coronel Nicolás Márquez, veterano de la guerra de los Mil Días, quien le contaba al pequeño Gabriel infinidad de historias de su juventud y de las guerras civiles del siglo XIX, lo llevaba al circo y al cine. Doña Tranquilina Iguarán, su abuela –de ascendencia gallega, además-, y quien acostumbraba a relatar fábulas e historias, fue, según él mismo admitió,  fuente de la visión mágica, supersticiosa y sobrenatural de la realidad.

Gabriel García Márquez, quien  aprendió a escribir a los cinco años, tuvo que marcharse a Sucre tras la muerte de su abuelo. Estudió de interno en el colegio San José, de Barranquilla, donde a la edad de diez años ya escribía versos humorísticos. En 1940, gracias a una beca, ingresó en el internado del Liceo Nacional de Zipaquirá: el frío del internado de la Ciudad de la Sal lo ponía melancólico, triste. Permaneció siempre con un enorme saco de lana, y nunca sacaba las manos por fuera de sus mangas, pues le tenía pánico al frío. Fue en esos años cuando hizo su largo periplo por el río Magdalena en barco de Vapor. Ahí, entre las brumas del río cuajaron las que serían sus imágenes literarias que expresaría en sus libros. En 1947, tras terminar el colegio y presionado por sus padres, se trasladó a Bogotá a estudiar derecho en la Universidad Nacional. Le resultó una ciudad gris, fría, donde todo el mundo se vestía con ropa muy abrigada y negra. En la Universidad Nacional permaneció sólo hasta el 9 de abril de 1948, pues, a consecuencia del "Bogotazo", la Universidad se cerró indefinidamente.

De ahí en adelante, no hubo quien lo detuviese. Se dedicó a leer, escribir  hacer periodismo. Ya viviendo en Cartagena,García Márquez viajaba constantemente a Barranquilla, donde entabló relación con un grupo que fue decisivo en su formación. Son los años de El heraldo de Barranquilla, donde publicaba su columna  La girafa, firmada por Septimus, en homenaje al personaje de La señora Dalloway de Virginia Woolf, cuya lectura ha resultado inspiradora para generaciones y generaciones. "Fue un escritor de temple cervantino que promovió una reconciliación crítica de la realidad porque nos demostró que el mundo está muy mal hecho pero que podemos reconciliarnos con él por medio de la crónica", dice el mexicano Juan Villoro en referencia al que puede que sea uno de los géneros mejor cultivados por García Márquez y que tiene entre sus referencias clave sus trabajos publicados en la década del 50 en El Espectador  –periódico en el que comenzó a trabajar en 1952, en Bogotá- y también en el diarioEl Nacional, en Caracas.

De aquellas crónicas –urdidas con la vivencia del reportero- vienen piezas magistrales que se anticiparon, con mucho, al Nuevo Periodismo.  Son el germen de libros como Relato de un náufrago(publicado en 1950 como reportajes en El espectador y editado como libro en 1970), Crónica de una muerte anunciada (1981) o la magnífica Noticia de un secuestro (1996), que narra la Colombia del narcoterrorismo y los extraditables.

De La Hojarasca al Boom

En 1955, El Espectador le envía a Ginebra como corresponsal para cubrir la conferencia de los Cuatro Grandes. Viaja por Roma, Polonia, Hungría, la República Democrática Alemana, Checoslovaquia y la Unión Soviética. A finales de año se traslada a París. Sin embargo,  El Espectador es clausurado por el gobierno del dictador Rojas Pinilla. A pesar de las dificultades, permanece en Europa. Había publicado La hojarasca (1955) y en 1957 terminóEl coronel no tiene quien le escriba, que no se publicaría como libro hasta 1961, en Colombia. Aquellos fueron años movidos: vuelve a Barranquilla a casarse con la que fue su esposa toda la vida, Mercedes Barcha; trabaja como reportero en la Venezuela dictatorial de Marcos Pérez Jiménez; viaja a Nueva York –también por el Sur de su admirado Faulkner- y Cuba hasta que en 1961 se instala en México. Allí conoce a  Carlos Fuentes, Juan Rulfo, Fernando Benítez, Manuel Barbachano o Carlos Monsiváis. Trabaja entonces como reportero, redactor publicitario, guionista –su primer guión, de hecho, se basó en El Gallo de oro, de Rulfo-. Ya para aquel entonces, el Boom cobraba forma editorial y generacional. Vargas Llosa se había ganado el Rómulo Gallegos por La casa verde;  Carlos Fuentes había escrito La región más transparente (1958) y Julio Cortázar Rayuela (1963).

Sería en 1966, mientras conducía rumbo hacia Acapulco en compañía de su mujer y sus hijos, cuando el Gabo decidió reemprender el siempre postergado proyecto La casa. La había apartado durante 17 años. Hasta que se sentó ante la máquina de escribir; 18 meses después la terminó. Se trataba de  Cien años de soledaduna novela que narra la historia de la familia Buendía a lo largo de siete generaciones, en el pueblo ficticio de Macondo, una metáfora tan sentimental como política: un pueblo aislado, en el que ocurren cosas como la peste del olvido pero también la guerra –trasunto de los Mil días y otras contiendas civiles-, la fiebre del banano o el rápido paso de un ferrocarril que carbura un progreso venenoso. Todo cuanto en aquellas páginas parecía surrealista; en parte lo era y en parte no.

 
 

El matrimonio entre los primos José Arcadio Buendía y Úrsula Iguarán, fundadores de Macondo, es la primera rama de una larguísima genealogía de seres increíbles: José Arcadio Buendía, atado al castaño; Remedios la bella, que se eleva entre mariposas amarillas; Melquíades, cuyos pergaminos y profecías atraviesan todo el libro; el coronel Aureliano Buendía  -padre de 17 hijos- que envejece encerrado fabricando sus pescaditos  de oro;Aureliano Triste, el hombre que llevó el hielo a  Macondo…  Los persigue a todos la profecía del niño que habrá de nacer con cola de cerdo y que se comerán todas las hormigas del mundo. Ya lo decían los manuscritos de Melquíades: "El primero de la familia está atado a un árbol y al último se lo están comiendo las hormigas".

La muerte del Gabo impone una tristeza amarilla, como la de las rosas y las mariposas. Una pena que ilumina y ahueca. Quedan en la educación sentimental de miles y miles de lectores sus páginas más brillantes, entre las que podrían citarse decenas y decenas y decenas: la bella durmiente de Doce cuentos peregrinos; los consejos de Me alquilo para soñar; la mirada deDe viajes por los países socialistas... Pero si hay algo que llevan en el corazón todos los que le han leído es este, uno de los mejores comienzos de novela jamás escritos antes: "Muchos años después, frente al pelotón de fusilamiento, el coronel Aureliano Buendía había de recordar aquella tarde remota en que  su padre lo llevó a conocer el hielo".


Rispondi  Messaggio 5 di 15 di questo argomento 
Da: Nobotuma Inviato: 17/04/2014 23:36
¡¡Ay qué pérdida tan dolorosa!!
Gabo de todos...letras inmortales
No tengo palabras...solo decir que cien años de soledad no bastarán para olvidarlo.
Q.E.P.D mi querido Gabo.
Una de tantas personas que bebí de su obra:
Cien años de soledad, el Coronel no tiene quien le escriba, la increíble y triste historia de la cándida Erendira y su abuela desalmada, el General en su laberinto, Mis putas tristes, Crónica de una muerte anunciada, El amor en tiempos del cólera (la leí dos veces y Cien años de soledad la leí tres veces).
¡Hasta siempre camarada!


Rispondi  Messaggio 6 di 15 di questo argomento 
Da: Nobotuma Inviato: 17/04/2014 23:45
    También partió el grande de la salsa, Cheo Feliciano...
 

Rispondi  Messaggio 7 di 15 di questo argomento 
Da: Matilda Inviato: 18/04/2014 00:15
Es cierto,una partida lamentable, gran literato, comprometido políticamente con América .

Hasta siempre Gabo.
 
 

Rispondi  Messaggio 8 di 15 di questo argomento 
Da: Matilda Inviato: 18/04/2014 00:15
En cuanto a Cheo Feliciano, yo no lo conocía ,pero hoy mi amigo panameño me explicó quien era.

A TI CHEO FELICIANO, TU FAMILIA DE AMERICA HISPANA, TE AGRADECEMOS ETERNAMENTE------FAMILIA.

.
Esta, la primera produccion musical de JOSE CHEO FELICIANO - CHEO, que salio en el 1971, da inicio a su carrera como solista. Despues de haber pasado una eta...
YOUTUBE.COM|DE CHEO FELICIANO
 
 

Rispondi  Messaggio 9 di 15 di questo argomento 
Da: el señor pastor Inviato: 18/04/2014 00:26
he oido que era un gran escritor ,jamas lei ni leere sus novelas ,su complicidad con la tirania asesina de cuba me daba nauseas ,como ser humano que descanse en paz.

Rispondi  Messaggio 10 di 15 di questo argomento 
Da: Marthola Inviato: 18/04/2014 01:03
Una vida de novela
Cronología de la obra literaria del gran Gabriel García Márquez.
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1955.- “La hojarasca”

1961.- “El coronel no tiene quien le escriba”

1962.- “La mala hora”

1962.- “Los funerales de la Mamá Grande”

1967.- “Cien años de soledad”

1968.- “Isabel viendo llover en Macondo”

1968.- “La novela en América Latina: Diálogo” (junto a Mario Vargas Llosa)

1970.- “Relato de un náufrago”

1972.- “La increíble y triste historia de la cándida Eréndira y de su abuela desalmada”

1972.- “Ojos de perro azul”

1972.- “El negro que hizo esperar a los ángeles”

1973.- “Cuando era feliz e indocumentado”

1974.- “Chile, el golpe y los gringos”

1975.- “El otoño del patriarca”

1975.- “Todos los cuentos de Gabriel García Márquez: 1947-1972′

1976.- “Crónicas y reportajes”

1977.- “Operación Carlota”

1978.- “Periodismo militante”

1978.- “De viaje por los países socialistas”

1978.- “La tigra”

1981.- “Crónica de una muerte anunciada”

1981.- “Obra periodística”

1981.- “El verano feliz de la señora Forbes”

1981.- “El rastro de tu sangre en la nieve”

1982.- “El secuestro: Guión cinematográfico”

1982.- “Viva Sandino”

1985.- “El amor en los tiempos del cólera”

1986.- “La aventura de Miguel Littín, clandestino en Chile”

1987.- “Diatriba de amor contra un hombre sentado: monólogo en un acto”

1989.- “El general en su laberinto”

1990.- “Notas de prensa, 1961-1984′

1992.- “Doce cuentos peregrinos”

1994.- “Del amor y otros demonios”

1995.- “Cómo se cuenta un cuento”

1995.- “Me alquilo para soñar”

1996.- “Noticia de un secuestro”

1996 – “Por un país al alcance de los niños”

1998.- “La bendita manía de contar”

1999.- “Por la libre: obra periodística (1974-1995)”

2002.- “Vivir para contarla”

2004.- “Memoria de mis putas tristes”

2010 – “Yo no vengo a decir un discurso”


Rispondi  Messaggio 11 di 15 di questo argomento 
Da: Marthola Inviato: 18/04/2014 01:09
he oido que era un gran escritor ,jamas lei ni leere sus novelas ,su complicidad con la tirania asesina de cuba me daba nauseas ,como ser humano que descanse en paz.
 
Hay que leer tanta irreverencia !
 
 
 
 
 

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Da: Marthola Inviato: 18/04/2014 05:05

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Da: Nobotuma Inviato: 18/04/2014 23:31
Tienes razón Marthola..lo que tenemos que leer. A veces quisiera que mi mirada fuese selectiva para no detenerme en frases ofensivas. Imagínate no leer a García Márquez porque puede dar náuseas. Bueno, así hay gente que en su ignorancia agreden lo que no conocen.
Leí a García Márquez cuando era una jovencita, Cien años de soledad, no lo entendí mucho, me enredé entre tantos Aurelianos y José Arcadios, luego a la segunda capté y a la tercera me fascinó. De allí en adelante he leído varias obras de este gigante de las letras y me atrapó. 
Me fascina "El amor en los tiempos del cólera". A mis alumnos les recomendaba "crónica de una muerte anunciada" y siempre se la recordaba cada vez que teníamos una prueba...
El Gabo ya pasó a la eternidad, sus letras vivirán por siempre. Lo único triste es que ya no escribirá más 

Gabriel Garcia Marquez

   Hasta siempre querido Gabo

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Da: Gran Papiyo Inviato: 19/04/2014 02:12
Viernes, 18 de abril de 2014
OPINION

El mejor de los mejores

Por Osvaldo Bayer

El mejor de los mejores. No es un calificativo muy original. Pero es la verdad. El escritor que descubrió Latinoamérica. Tal cual. Con sus originalidades, tradiciones, muecas, fantasías, predicciones. La naturaleza los hizo así. Eran y son así. Los libros de él penetran. Tienen la originalidad que lleva a la sabiduría. Esa sabiduría popular que puede avergonzar a cualquier filosofía europea. Quien descubrió Latinoamérica no fue Colón sino García Márquez. Su paisaje principal son sus personajes, esos sencillos habitantes que derraman saber chupado de las flores y los cardos. El descubre los colores, los sabores, el saber y el esconder, el abrirse y el usar y el aderezar la picardía. Todo mágico, pero, sí, trágico. Sabio pero llano. No se separa del idioma de las calles, de los valles. Auténtico. García Márquez, toda tu herencia nos queda. Nos has enriquecido para siempre. Mereces toda esta palabra emocionada: gracias por tu vida.

SALUDOS REVOLUCIONARIOS  
(Gran Papiyo)         

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Da: albi Inviato: 19/04/2014 07:11
No entiendo muy bien cómo alguien que jam´´as leyó a un autor puede opinar tan radicalmente sobre su obra......así estamos....

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Da: albi Inviato: 19/04/2014 07:19


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