Cartel de propaganda republicano denunciando la intervención italiana
Las ayudas en hombres al bando sublevado se materializaron en la Legión Cóndor alemana (unos 6.000 hombres) y el Corpo di Truppe Volontarie italiano (un máximo de 40.000), más un contingente de combatientes portugueses denominados Viriatos.[32] Para que no hubiera duda de su compromiso con la causa del bando sublevado, el 18 de noviembre de 1936 (en plena batalla de Madrid), Italia y Alemania reconocieron oficialmente al general Franco y a su Junta Técnica del Estado como el gobierno legítimo de España, y nombraron embajadores a Roberto Cantalupo y a Wilhelm von Faupel, respectivamente, que presentaron sus cartas credenciales al "Caudillo" en Burgos.[33]
Los combatientes alemanes, italianos y portugueses eran en realidad soldados regulares a los que se les proporcionaba una paga en su país de origen, aunque la propaganda de los sublevados siempre los presentó como "voluntarios". Los voluntarios genuinos que combatieron del lado del bando sublevado fueron unos mil o mil quinientos hombres, entre los que destacaron la Brigada Irlandesa del general Eoin O'Duffy, integrada por unos 700 efectivos que habían venido a combatir a España para "librar la batalla de la cristiandad contra el comunismo" (aunque sólo participaron en la batalla del Jarama y unos meses después volvieron a Irlanda), y unos 300 franceses de la ultraderechista Croix de Feu que constituyeron el batallón Jeanne d'Arc.[34]
También hay que contar entre los extranjeros que participaron en el bando sublevado a los miles de marroquíes del Protectorado español de Marruecos que fueron enrolados de forma intensiva en las tropas de Regulares del Ejército de África a cambio de una paga.[33]
En cuanto a armamento, según Julio Aróstegui, los sublevados recibieron de Italia y de Alemania 1359 aviones, 260 carros de combate, 1730 cañones, fusiles, y municiones para todo ello.[32] Por otro lado, las compañía Texaco vendió gasolina de forma barata y constante a Franco,[35] de igual manera que Ford suministró a lo largo de la guerra entre 12.000 y 15.000 camiones a los sublevados (muchos más que los vendidos por Italia o Alemania, que apenas llegaban en conjunto a los 5.000).
La Alemania nazi[editar]
La razón principal de la ayuda de la Alemania nazi a Franco, como ya lo demostraron hace tiempo las investigaciones del historiador español Angel Viñas, fue que Hitler consideró que la victoria de los sublevados favorecería a los intereses de la política exterior de Alemania. En la "inevitable", según Hitler, guerra europea que iba a estallar en los próximos años, en la que Francia sería uno de los enemigos a batir por Alemania, sería mejor contar en España con un gobierno favorable encabezado por militares anticomunistas que por uno republicano que reforzaría sus vínculos con Francia (y con su aliada Gran Bretaña) y con la Unión Soviética (el enemigo estratégico e ideológico de la Alemania nazi para realizar su proyecto expansionista en el este de Europa).[36] Hitler le dijo al primer encargado de negocios del Reich ante Franco, Wilhelm von Faupel, en noviembre de 1936:[37
En definitiva, el señor Pastor no es más que un charlatán que quiere crear confusión negando la evidencia de que, más allá de unas u otras frases, Hitler y los nazis eran ANTIMARXISTAS.