|
General: Kirchnerismo, criador de gorilas
Choose another message board |
Reply |
Message 1 of 4 on the subject |
|
From: Matilda (Original message) |
Sent: 25/04/2014 16:57 |
Kirchnerismo, criador de gorilas
Si se observan los nombres de los posibles candidatos a la sucesión, se confirma los resultados de una verdadera “restauración conservadora” de la cual fue agente el kirchnerismo: Massa, Scioli, Macri, Cobos, Sanz, Binner o Carrió. El kirchnerismo fue, parafraseando a Roberto Arlt, el gran “criador de gorilas”, fecundados en su propio seno o fortalecidos por los límites de un reformismo light adaptado a todas las reglas de un país y un mundo “pos-neoliberales”.
Por Fernando Rosso @RossoFer
Con el lanzamiento formal del Frente Amplio – UNEN (FAU) queda configurado un posible escenario de competencias políticas hacia el 2015. Los analistas destacan la formación de cuatro “grandes” coaliciones tradicionales, lo que implica un reconocimiento del fracaso en la reconstrucción de un régimen político de mayorías estables. Al mismo tiempo que intentan ocultar la existencia de una quinta e incómoda coalición que acaba de demostrar en las elecciones municipales de la ciudad de Mendoza que es algo más que un “fenómeno pasajero”: el Frente de Izquierda y de los Trabajadores (FIT). Si se observan los nombres de los posibles candidatos a la sucesión, se confirma los resultados de una verdadera “restauración conservadora” de la cual fue agente el kirchnerismo: Massa, Scioli, Macri, Cobos, Sanz, Binner o Carrió. El kirchnerismo fue, parafraseando a Roberto Arlt, el gran “criador de gorilas”, fecundados en su propio seno o fortalecidos por los límites de un reformismo light adaptado a todas las reglas de un país y un mundo “pos-neoliberales”. No muy diferente es la situación si se enumera la agenda alrededor de la cual existe un consenso entre las coaliciones políticas tradicionales: la llamada “inseguridad” abordada desde la óptica casi exclusivamente punitiva, la reglamentación de la protesta social (“ley antipiquetes”), el ajuste, el retorno al endeudamiento y la entrega de recursos naturales a empresas multinacionales, como la indemnización a Repsol. El gran vacío en el discurso del flamante frente republicano se debe a la existencia de consenso de fondo, luego el giro hacia la ortodoxia del kirchnerismo en su fin de ciclo. El gobierno les birló el programa y quedaron pedaleando en al aire, hablando de la “república”, la “democracia” y el “respeto”, las tres empanadas de la pobreza programática digna” de la tan esperada carroza republicana, representados por la voz y el alma partida de Luis Brandoni. Pero el “bonapartismo” en los métodos de gobierno, no solo mantuvo y profundizó las grietas del régimen político (simuladas por el crecimiento económico), dinamitando a la centroizquierda y dividiendo al peronismo, sobre todo al de la provincia de Buenos Aires, sino que también atomizó a otro de los pilares centrales de contención del mismo: la burocracia sindical. Una centroizquierda partida entre una franja oficialista, que entra en quiebra cuando tiene que bancar un ajuste ortodoxo, acompañado por un intento de reglamentación represiva de la protesta; y una franja opositora obligada a una alianza con liberales de derecha. Una dirigencia sindical oficialista, con crisis en la base de sus gremios, sin argumentos para la defensa del gobierno. Y una opositora empujada a tomar medidas de lucha, pero cuyos referentes políticos son parte del consenso ajustador. Esa es la dinámica a derecha de la gran superestructura del país burgués. Sin embargo, la dinámica de esta agenda de las grandes coaliciones políticas, no es necesariamente la misma que se expresa en la sociedad y en los sectores populares. El paro general del 10 de abril, su profundidad y extensión mostraron los límites que tiene la agenda, en términos de relaciones de fuerza. La histórica huelga docente, que tuvo su centro de gravedad en la provincia de Buenos Aires, fue un “aviso” que anunciaba la fuerza que podía adoptar el paro. El protagonismo de los sindicatos es una manifestación del fortalecimiento del movimiento obrero; y Moyano una expresión deformada de esta relación de fuerzas general. Y es deformada porque mientras el pronunciamiento nacional de la jornada del 10/4 tuvo el motor de enfrentar al gobierno y su ajuste, la conducción sindical limita cautelosamente la continuidad, porque su objetivo es la conservación de sus propios intereses como casta burocrática, antes que la preparación de una ofensiva estratégica de los trabajadores. Su defensa del movimiento obrero es directamente proporcional a la tutela de sus intereses, es decir, limitada. Es los intersticios de esta crisis del régimen, emerge la coalición “innombrable”: la izquierda radical agrupada en el FIT. En el terreno político, con Mendoza y Salta como máxima expresión electoral, recibe el apoyo no solo de aquellos que desilusionados por una oposición impotente, sino también de los desencantados por el fin del “nunca menos” del kirchnerismo y el desenmascaramiento del bastardeo de banderas democráticas o progresistas (“nacionalismo”, “no represión de la protesta”), pisoteadas una a una por el giro ortodoxo del oficialismo. En el plano sindical y de la organización de los trabajadores, la división del sindicalismo peronista, fue una condición de posibilidad de la avanzada de las fuerzas de la izquierda clasista en general (y del PTS en particular), en cuerpos de delegados de empresas y establecimientos, y seccionales de sindicatos. La única salvaguarda, por ahora, es la sobrevida que da la economía, con la mantención de los altos precios de las materias primas y la posibilidad de endeudamiento, que solo puede lentificar el ajuste o diferir su aspecto más brutal hacia el futuro. El momento presente concentra condiciones que no existieron por lo menos en las últimas cuatro décadas. Un debilitamiento de la identidad política de los trabajadores con el peronismo histórico, una división de las fuerzas políticas actuales del mismo en su centro de gravedad, la provincia de Buenos Aires, rupturas en la cadena de contención del movimiento obrero que representa la burocracia sindical y una emergencia no solo política y electoral, sino también sindical de la izquierda clasista. Un peculiar momento que abre las puertas a potenciales grandes cambios históricos.
|
|
|
First
Previous
2 to 4 of 4
Next
Last
|
Reply |
Message 2 of 4 on the subject |
|
From: Matilda |
Sent: 25/04/2014 16:59 |
Imberbe ayer, gorila hoy
Este 1º de Mayo se cumplen 40 años de la expulsión de la Plaza de Mayo de la JP y los Montoneros por Juan Domingo Perón. Un símbolo del cisma entre el gobierno que formara las bandas fascistas de las Tres A, y la corriente que pretendía encabezar el proceso de liberación nacional y la “Patria Socialista” bajo la conducción de Perón.
Poco tiempo antes, el 22 de enero de 1974, Perón había recibido a una delegación de dirigentes y diputados de la JP, entre ellos Carlos Kunkel, autor intelectual de la Ley antipiquetes del kirchnerismo, a los que vapuleó, acusó de infiltrados e invitó a retirarse del peronismo por su oposición a una Reforma del Código Penal para reprimir a la guerrilla y a la lucha de clases. Los Montoneros denunciaban que la reforma creaba “varias figuras en blanco para que los jueces pudieran fallar sobre actos de guerrilla”. “Nosotros decíamos que eso era un peligro para el funcionamiento de las organizaciones políticas y sociales, y que cercenaban las libertades políticas y civiles” declaraba el ex diputado de la JP Santiago Díaz Ortíz. El 24 de enero los 8 diputados de la juventud renunciaron a sus bancas. Tiempo después el nuevo código será usado contra los conflictos en Gatic y Matarazzo. Repitiendo la lógica, pero peor aún porque el piquete es parte del derecho de protesta, hoy la ley de Kunkel deja en manos de las autoridades judiciales la definición de manifestaciones legítimas e ilegítimas.
Ese 1º de mayo de 1974 Perón planeaba dirigirse a la multitud ratificando su apoyo a la burocracia sindical y el Pacto Social. Los Montoneros entraron a la Plaza al canto de “¡Qué pasa, qué pasa, qué pasa general, está lleno de gorilas el gobierno popular!”. Perón respondió defendiendo a los dirigentes “sabios y prudentes” de la burocracia sindical y acusó a la juventud de “imberbes y estúpidos” advirtiéndoles que llegaría la hora de hacer tronar el escarmiento contra los infiltrados. La respuesta fue el retiro espontáneo, contra la voluntad de los dirigentes de Montoneros, de las columnas juveniles que dejaron vacía más de la mitad de la Plaza.
El 1º de mayo de 1974 fue un golpe furibundo a la estrategia política de Montoneros. Perón no había retornado al país para encabezar el proceso de liberación nacional, sino para poner fin a la insurgencia obrera y popular iniciada con el Cordobazo. La JP y Montoneros habían sido funcionales a la política de Perón de evitar nuevas acciones independientes de masas mediante el guerrillerismo que separaba a la vanguardia de la lucha de clases real y predicaba la conciliación de clases bajo la idea de un frente nacional común de los obreros y la burguesía nacional, es decir, asumiendo la estrategia del nacionalismo burgués. El gobierno respondió a las expectativas de su juventud dándole poder a la ultraderecha e impulsando las bandas terroristas de la Triple A. Los Montoneros elaboraron entonces la “teoría del cerco”, según la cual Perón estaba rodeado de burócratas y había que hacerle sentir la voz del pueblo. El 1º de mayo esa teoría se derrumbó y quedó claro que agotada la función de Montoneros de contener a la juventud radicalizada, iba a imponer el orden con la derecha fascista y la burocracia sindical, que luego de la muerte del General, bajo el mando de Isabel y López Rega, se hizo del poder e intentó aplicar un plan de ajuste liberal (el Rodrigazo) contra la clase obrera.
40 años después son aquellos que se dicen hijos de la JP, los que intentan aplicar un ajuste y repiten gestos represivos típicos de la derecha peronista. Hoy como ayer sigue estando planteado conquistar la independencia política de los trabajadores.
|
|
|
Reply |
Message 3 of 4 on the subject |
|
Dios mío ! ! ! ! Como muestran la hilacha los guindas éstos. 
El trotskista Fernando Rosso habla de "la grieta" y "el fin de ciclo", frases impuestas por el mercenario Lanata y los periodistas "independientes" (peones de la Corporación Mediática).
Ahora, parece ser que el triste rejunte que prentenden armar en FAUnen es culpa del kirchnerismo.
Todos los males son culpa del Gobierno, para la Izquierda dura y boluda que repite como un loro el relato de los medios de desinformación masivos y corre atrás de cada marcha o huelga organizada por el Poder Económico.
Vergüenza es Lanata y vergüenza es el FIT que de revolucionarios no tienen nada.
Por último, lo de Kunkel no es una ley. Es un Proyecto de Ley que será debatido en el Congreso.
Hay que ser muy bruto o muy ladino al pretender igualar la tercera presidencia de Perón, con la tercera presidencia K.
Mentir y tergiversar las cosas solo los pone en evidencia a esta manga de delirantes y agitadores de fantasmas.
SALUDOS REVOLUCIONARIOS  
(Gran Papiyo) |
|
|
Reply |
Message 4 of 4 on the subject |
|
El hecho de que haya tantos candidatos con perfil conservador que tengan muchas chances de acceder a la presidencia representa que la gente se cansó del populismo mentiroso, corrupto, intolerante y pro libertinaje. |
|
|
First
Previous
2 a 4 de 4
Next
Last
|
|
|
|
©2025 - Gabitos - All rights reserved | |
|
|