Evo
Morales expresó su confianza en que la CIJ "hará justicia con Bolivia"
sobre la salida soberana al mar y aseguró que su gobierno tiene "todos
los argumentos para obtener la salida". Chile asegura que la nación
andina "carece de derechos".
El presidente boliviano, Evo Morales, manifestó
este lunes que el canciller de Chile, Heraldo Muñoz, "no es juez" para
decir si Bolivia tiene derecho a una salida soberana al oceáno Pacífico.
En rueda de prensa desde el Palacio Quemado (sede de Gobierno)
el Mandatario afirmó que Chile "tendrá todo el derecho a defenderse",
pero que su canciller no es juez.
El pasado 26 de abril, Heraldo
Muñoz afirmó que está cerrada "para siempre" la posibilidad de entregar a
Bolivia una salida soberana al mar, porque supuestamente el vecino país
"carece de derechos".
Ante este comentario, Morales expresó su
confianza en que la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya
"hará justicia con Bolivia" sobre la salida soberana al mar y aseguró
que su gobierno tiene "todos los argumentos para obtener la salida.
Varios países expresan que la soberanía debe ser resuelta".
Asimismo, exhortó a todos los bolivianos a trabajar "por el bien" de la nación andina, en relación con la soberanía marítima.
Informó que el expresidente boliviano Carlos Mesa "representará al Gobierno en todo foro internacional sobre el tema marítimo".
Bolivia
interpuso un reclamo en abril de 2013 ante La Haya en el que pide
canalizar una negociación que le permita una salida soberana al
Pacífico, puesto que desde 1879 carece de una salida propia producto de
la invasión militar chilena al entonces puerto boliviano de Antofagasta
(actualmente norte de Chile).
Bolivia perdió 400 kilómetros de
costa y 120 mil kilómetros cuadrados de superficie en el conflicto de
1879, en el que Perú fue aliado de las tropas bolivianas contra Chile.
En
2006, Morales y su par chilena, Michelle Bachelet, establecieron una
inédita agenda de diálogo de 13 puntos que incluyó, por primera vez, la
reclamación marítima.
Aquel acercamiento se diluyó con la llegada
al poder del expresidente de Chile Sebastián Piñera, y la relación se
complicó en 2011, cuando Morales anunció que llevaría la demanda de su
país al tribunal internacional.