El presidente
interino de Ucrania, Alexander Turchinov, ha acusado al Partido
Comunista de Ucrania (KPU) de apoyar a los separatistas del país y ha
pedido por ello que se inicien los trámites judiciales para su
ilegalización. El KPU cuenta actualmente con 33 de los 450 escaños del
Parlamento ucraniano.
Turchinov
insta así al Ministerio de Justicia a "examinar la cuestión de la
implicación del Partido Comunista de Ucrania" en la violencia de los
separatistas y a "actuar de inmediato conforme a la ley para ilegalizar"
al KPU, según un comunicado publicado por el presidente interino en la
web presidencial y recogido por el periódico 'Kiev Post' en su edición
digital.
Turchinov se ha referido a los informes del Servicio de Seguridad de
Ucrania (SBU), los servicios secretos del país, que acusan a miembros y
dirigentes del KPU en el este del país de actuar "en detrimento del
interés nacional de Ucrania".
Los miembros del KPU "participaron en masa en actos inconstitucionales",
han exhibido pancartas con "consignas que pedían la violación de la
soberanía y la integridad territorial del país", la toma del poder y la
obstrucción de las "actividades legítimas de otros partidos políticos y
organizaciones de la sociedad civil".
Incluso ha asegurado que el líder del KPU, Petro Simonenko, participó
personalmente en "manifestaciones separatistas en las regiones del
sureste" y "ha apoyado abiertamente a los separatistas". La semana
pasada Turchinov y Simonenko tuvieron un encontronazo en el Parlamento
cuando el segundo calificó de "fascista" la ofensiva militar contra los
separatistas. Turchinov criticó al comunista por ser "antiucraniano".
Para Turchinov, el KPU ha demostrado su apoyo verbal y la "ayuda táctica
y logística (...) a representantes de la autodenominada República
Popular de Donetsk y representantes de las fuerzas especiales y
estructuras paramilitares rusas".
Las autoridades ucranianas han acusado en las últimas semanas a
políticos, periodistas y funcionarios afines al expresidente Viktor
Yanukovich de financiar y apoyar a los separatistas. También defienden
públicamente una "purga" de los jueces y la Policía.