Será el mayor espectáculo astronómico del año para nuestra región: en la madrugada del próximo martes habrá eclipse total de Luna. Se verá en toda la Argentina (y América). Y por si fuera poco, nuestro eclipsado satélite tendrá dos coloridos escoltas de lujo.
Ahora, la Luna está viajando a 3600 Km./hora en su carril orbital en torno de la Tierra. Y en las primeras horas del martes se hundirá en el “cono de sombra” terrestre. El gran show celestial comenzará a las 2.58 hs., cuando la Luna (llena) –a 50 grados de altura sobre el horizonte Noroeste– ingresará en la “umbra” (la parte central de la sombra terrestre). Minuto a minuto, la redondeada sombra de nuestro planeta irá cubriendo el disco lunar, formando un “mordisco” oscuro cada vez más grande. Será una metamorfosis lenta, pero imparable. Un drama astronómico que, durante milenios, fue interpretado por diferentes culturas como la partida, desaparición y hasta la “muerte” de la Luna (“eclipse” viene del griego, y significa “abandonar”).
A las 4.07 hs., nuestro satélite quedará completamente hundido en la umbra terrestre: será el inicio de la “totalidad”. La parte central y más espectacular del fenómeno. Durante 78 minutos, la Luna se convertirá en un pálido fantasma rojo-anaranjado. Un maravilloso truco astronómico que tiene explicación: la atmósfera terrestre (fundamentalmente la “tropósfera”, su capa más baja y densa) refracta algo de luz solar –mayormente roja y anaranjada– hacia el interior del cono de sombra, salvando a la Luna de la oscuridad absoluta.
La “totalidad” finalizará a las 5.24 hs., con la Luna a 20 grados sobre el horizonte Oeste. Y luego, será como ver la película al revés: de a poco, la blanca e intensa luz solar directa irá ganando terreno selenita. Hasta que, a las 6.33 hs., la Luna escapará de la “umbra”. (Aclaración: dada su irrelevancia visual, y las confusiones que genera, pasamos por alto la etapa “penumbral” del eclipse, que se extenderá una hora antes y después de los horarios de inicio y finalización indicados.)
Este eclipse total tendrá una doble “yapa”: la Luna estará escoltada, muy de cerca, por la brillante (magnitud 1.0) y azulada Spica. La estrella más notable de la constelación de Virgo estará a 2 grados a la “izquierda” de nuestro satélite. Y 8 grados por debajo de ambas estará el aún más brillante (magnitud 1.4) y anaranjado Marte (que, dicho sea de paso, en estos días está a su mínima distancia de la Tierra para todo 2014 y 2015). Una Luna eclipsada, una estrella azul y un planeta rojizo: un trío astronómico tan bonito como inusual... ¿Hace falta agregar algo más? El próximo martes habrá que madrugar. O bien, no dormir la noche anterior: el esfuerzo tendrá una inolvidable recompensa celestial.