Escrito por Agencia Cubana de Noticias
Viernes, 20 de Junio de 2014 08:03
Cuba
redujo la mortalidad infantil por cardiopatías congénitas, que hace 28
años era de tres por mil nacidos vivos, a menos de 0,6 el año
precedente, gracias al Programa Nacional de Atención al Niño Cardiópata.
Fundado en mil 986 por el Líder Histórico de la Revolución Cubana Fidel Castro Ruz, el Cardiocentro Pediátrico William Soler, en La Habana
es de referencia nacional para la atención a las cardiopatías
congénitas, el tratamiento médico por hemodinámica o quirúrgico de
dichas dolencias, tanto en niños como los adultos.
El doctor Alfredo Naranjo, jefe del servicio de cirugía
cardiovascular en esa institución cubana anunció que hasta la fecha se
han operado a más de ocho mil pacientes, con buenos resultados, incluido
adultos que en algún momento fueron intervenidos allí cuando eran niños
y después necesitaron una segunda acción quirúrgica.
El especialista de Segundo Grado en Cirugía Cardiovascular explicó
que anualmente realizan de 250 a 320 cirugías y la mayoría a menores de
tres años de edad y una gran parte de ellos son lactantes que se
intervienen en el primer año de vida.
El tratamiento por hemodinámica ha disminuido el número de
operaciones porque gracias al desarrollo tecnológico hay lesiones
posibles de resolver mediante métodos de intervencionismo.
Cuba posee una red cardiopediátrica que cubre todo el país con un
desarrollo loable comparado con otros lugares del mundo en cuanto al
diagnóstico prenatal, enfatizó.
El doctor Carlos García Guevara, responsable del Programa Nacional de
Diagnóstico Prenatal de Cardiopatías Congénitas, precisó que más del
70% de estas anomalías se detectan tempranamente, lo cual ubica a Cuba
como el país con mejores resultados en ese diagnóstico en América
Latina.
Pese al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos hace más de medio siglo, Cuba ofrece la garantía para tratar los problemas de salud de los niños desde recién nacidos.
Por citar un ejemplo, sólo una operación a corazón abierto cuesta a
la nación caribeña unos 10 000 dólares, significó García Guevara.