Los 10 días de asedio y detenciones arbitrarias contra los ciudadanos palestinos residentes en Cisjordania por parte del régimen de Israel, arrojan saldo de 5.700 detenidos, según una fuente local.
Sólo en 48 horas, 39 hombres fueron sacados por la fuerza de sus casas, elevando a 370 la cifra de arrestados en los últimos siete días tras la desaparición de tres residentes en el asentamiento paramilitar sionista de Guzh Etzión, reveló el exministro de Prisioneros palestino Issa Qaraque.
El despliegue de tropas israelíes y medios de los ocupantes es el mayor desde el estallido de la segunda Intifada (término árabe que significa rebelión) que se extendió entre 2000 y 2005 y en la cual murieron cerca de 5.600 palestinos a manos de militares de Israel, país abiertamente apoyado por los Estados Unidos.
Las detenciones de Israel iniciaron luego de la supuesta desaparición de Gilad Shaer y Naftalí Frenkel, ambos de 16 años, y Eyal Yifrach de 19, estudiantes de un seminario rabínico en Cisjordania.
Desde el inicio de las operaciones la ciudad de Hebrón (sur) está sitiada y es escenario de redadas nocturnas que han generado protestas en las cuales un adolescente murió de un disparo en el pecho y decenas de personas han resultado heridas además de otras asfixiadas por gases lacrimógenos.
El número de palestinos presos en cárceles israelíes asciende a 5.700, donde una tercera parte están sujetos a una ley retrógrada proveniente de la ocupación colonial de Gran Bretaña, según la cual las personas arrestadas pueden ser encarcelados por tiempo indefinido sin juicio.
Del total de los arrestos de los últimos siete días, 241 son menores de edad, reveló Qaraque durante una conferencia en el Consejo Juvenil de Belén.
Además, el exfuncionario detalló que la operación punitiva también tiene tintes de venganza, ya que existen unos 75 detenidos que forman parte del grupo excarcelado en el canje por el soldado israelí Gilad Shalit, mantenido en rehén cinco años.
Consideró el encarcelamiento de los prisioneros que fueron liberados en el canje por Shalit “es una forma de venganza ilegal e inmortal y una ofensa a Egipto que patrocinó el acuerdo”, subrayó el funcionario.
PL