
Congreso en Estados Unidos/ Foto: AFP
The Washington Post dedica las jornadas previas a la conmemoración del Día de la Independencia de Estados Unidos –el 4 de julio- para analizar aspectos vinculados a la gobernanza y legislación en la primera potencia mundial.
Entre sus conclusiones afirma que la “baja productividad” es lo que caracteriza a los actuales legisladores, que incluso evitan tratar temas de primer orden como la reforma migratoria o los seguros de desempleo, que el presidente Obama ha enviado para su tratamiento con la mayor premura.
Los senadores solamente votaron nueve proyectos en votación directa y seis de consenso unánime, pero se han negado de plano a debatir y tratar 13 proyectos de asignaciones de fondos que tienen en carpeta.
El comentario de prensa asegura que la negligencia es de tal nivel, que cuando días atrás los legisladores salieron de receso durante una semana, ninguna de las Cámaras se tomó ni siquiera el trabajo de aprobar el aplazamiento temporal del trabajo parlamentario, como establecen las leyes de organización legislativa.
Estadísticas muestran total disconformidad pública con el legislativo
La última encuesta realizada por Gallup –y publicada el pasado martes- acerca del trabajo que realizan los legisladores en Estados Unidos, arrojó la cifra más baja de aprobación desde 1974.
Solamente un 16% de los estadounidenses aprueba el trabajo que efectúa el Congreso, una cifra incluso peor a la que habían logrado en 2010, cuando la tasa de aceptación sobre la tarea que desempeñaron en el Capitolio fue del orden del 21%.
Comparativamente la caída ha sido vertiginosa, ya que en 2002, la mitad de los norteamericanos estaban de acuerdo en que los legisladores trabajaban “lo suficiente”.