
A trece años del de los actos
terroristas del 11 de septiembre en Nueva York y Washington, los
supuestos responsables de esos hechos han adquirido más poder en la
región de donde provenían que el que alguna vez tuvieron antes de
declarar Estados Unidos la "guerra global contra el terrorismo".
Han sido motivo de consternación para un
gran número de norteamericanos las recientes noticias sobre la rápida y
aplastante ofensiva a través de una amplia franja de Irak de la hasta
ahora desconocida organización fundamentalista cuyo nombre se ha
difundido como ISIS (Islamic State in Iraq and Syria) o EEIL (Ejército
Islámico de Irak y el Levante), o simplemente como la rama iraquí de la
muy difundida y vilipendiada organización al-Qaeda.
Para el público estadounidenses,
acostumbrado a prestar muy poca atención a las noticias de otros países,
el hecho de que en breve tiempo ISIS / EEIL / AL-QAEDA pasara a
controlar buena parte de Irak y una porción de Siria, confirma el
fracaso de la política exterior de su país y, peor aún, la posibilidad
de que Estados Unidos lleve a cabo otra invasión a Irak.
El escritor, periodista y activista
político estadounidense Brandon Turbeville publicó a mediados de junio
tres artículos en el sitio Activist Post en los que aporta abundante
información y sus enjundiosos criterios acerca de esta sorprendente
nueva situación en el Medio Oriente.
Lo más irónico – dice Turbeville- es que
al-Qaeda nunca habría estado en Iraq, ni en Siria, si no hubiera sido
por Estados Unidos y si no fuera porque Washington, la OTAN y Occidente
en general han sido quienes han organizado, financiado, entrenado,
armado y dirigido a ese ente terrorista para servirse de él para sus
propios fines.
El escritor cita dos posibles razones
para que la OTAN haya enviado a combatientes de ISIS/EEIL a realizar las
masacres en Irak y la posterior incautación de grandes franjas del
territorio en ese país.
Una es que ello brinda la posibilidad de
apertrechar a esos agresores en Irak con equipos militares pesados que
luego podrán ser introducidos en Siria a través de la frontera. Ello
permitiría hacer pasar tales medios bélicos como llegados por errores
técnicos y no en virtud de una transferencia subrepticia de armas.
En segundo lugar, y lo más probable, es
que Estados Unidos haya permitido a ISIS conquistar territorio iraquí
para justificar la eventual invasión de Siria que seguiría a la nueva
invasión de Irak.
Por su parte, otro asiduo colaborador de
“Activist Post”, Tony Cartalucci, recuerda que ISIS/EEIL es producto de
una conspiración de la OTAN y el Consejo de Cooperación del Golfo (GCC)
que data de 2007, cuando autoridades de Estados Unidos y Arabia Saudita
intentaron encender una guerra sectaria en toda la región para purgar
el arco de Medio Oriente -que se extiende desde las fronteras sauditas, a
través de Siria e Irak hasta el lejano oeste de Líbano y la costa del
Mediterráneo- de la influencia de Irán.
ISIS/EEIL ha sido acogido, entrenado,
armado y financiado dentro de las fronteras de Turquía (territorio de la
OTAN) y ha sido el que ha puesto en marcha las invasiones en el norte
de Siria, a veces con artillería y cobertura aérea turcas.
Por ello, siendo ISIS/EEIL es una
creación de la OTAN y el GCC, la solución más realista -si hubiera
verdadero interés en Estados Unidos por detener la progresión de la
organización terrorista y deshacer sus avances recientes- sería detener
su financiamiento y apoyo, escribe Cartalucci.
“Cae enteramente sobre los hombros de
Estados Unidos la culpa de que ISIS ahora controle la cantidad de
territorio que tiene de Siria e Irak, no sólo porque la invasión
norteamericana fue la causa de que combatientes fundamentalistas
islámicos ingresaran al país como consecuencia de un vacío de poder,
sino también porque fueron las fuerzas y el financiamiento de EEUU los
que permitieron a los combatientes fundamentalistas atacar a los
miembros sunitas y chiitas de la resistencia iraquí con el fin de romper
la resistencia a la ocupación estadounidense”.
La teoría de que las sorprendentes
acciones del terrorismo en el Medio Oriente constituyen muestra del
fracaso de la política exterior de Estados Unidos en la región confunde y
encubre la verdadera naturaleza del terrorismo, sus raíces históricas y
auge reciente. El crecimiento y la preponderancia en Irak y Siria del
terrorismo, constituyen un éxito y no un fracaso de la política exterior
de la superpotencia porque coinciden con sus propósitos originales,
aunque contradigan las aspiraciones de paz y el interés verdadero de la
ciudadanía estadounidense.
*Manuel E. Yepe, periodista cubano
especializado en política internacional, profesor asociado del Instituto
de Relaciones Internacionales Raúl Roa de La Habana, miembro del
Secretariado del Movimiento Cubano por la Paz.
Extraído de: cubainformacion.tv
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Escrito por Manuel E. Yepe
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Categoría: Internacional
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Publicado: 03 Julio 2014