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General: REPORTAJES PIPOLL 07-14-2014
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Respuesta  Mensaje 1 de 1 en el tema 
De: RADIOPIPOLLSINFRONTERA  (Mensaje original) Enviado: 14/07/2014 04:23

La pesadilla americana

La solución de EE.UU. ante esta situación ya no puede seguir siendo erigir un muro y deportar al que cruce la frontera, sea anciano, niño o mujer

De su pueblo perdido en la lejana Honduras le queda un recuerdo adolorido, el olor a sangre, la sensación áspera del suelo contra sus rodillas. Han pasado semanas desde que su padrastro la mandó por tierra -e ilegalmente- a Estados Unidos con un “coyote” para que la pasara por la frontera.

El tipo, experto en traficar con niños centroamericanos a fin de llevarlos al gigante del norte, cobra miles de dólares por cada “encargo”. No promete nada y, de hecho, muchas veces deja a los niños abandonados en medio del desierto de Sonora o desaparece cuando violan a las jovencitas que van con él, como Marina, la hondureña de 14 años que viajaba esa noche con él.

La joven viaja miles de kilómetros, huye del hambre, de las golpizas de su tío y de una vida que parecería hecha para producirle sufrimiento.

El instinto de supervivencia, el anhelo de una vida sosegada la llevan a embarcarse en un viaje plagado de horrores. Pero ella sigue, a pesar del abandono, de la sed, de heridas que nadie le cura. Sigue, impertérrita, porque intuye que ese recorrido por el infierno es el precio a pagar para escapar y para acceder a un mundo menos hostil.

Honduras, Guatemala, México… autobuses destartalados, carros malolientes, vive de pan, de agua sucia, de sopas de fideos. Cuando llega al otro lado, camuflada en el asiento de una camioneta, está mareada, débil. Sale de su escondite, sólo para encontrarse con oficiales de la policía de San Diego. Del infierno ha pasado al purgatorio pues la mantendrán privada de su libertad durante meses en un centro para jóvenes hasta que definan su situación.

Ella y más de 40 mil niños desde el pasado octubre. Sí, sólo en nueve meses EEUU ha recibido a más de 40 mil niñitos de 3, 6, 10 o 14 años que vienen de México -la última escala- y tratan de llevar una vida digna en EE UU, un país donde no conocen a nadie y donde la gente habla una lengua ajena a ellos.

Es su única alternativa, y Barack Obama, se ha enfrentado a capa y espada contra la actitud republicana -tan similar a la xenofobia- que exige cerrar las fronteras y deportar a los niños. El presidente estadounidense pidió ampliar el presupuesto destinado a la protección de estos niños, si bien es claro que hace falta modificar las políticas migratorias desde la médula para responder de manera humanitaria a una emergencia humanitaria.

La solución de EE.UU. ante esta situación ya no puede seguir siendo erigir un muro y deportar al que cruce la frontera, sea anciano, niño o mujer. El arribo masivo de inmigrantes sin papeles al primer mundo ocurre también en Europa. Huyen despavoridos de sus países hundidos en el horror y el mundo desarrollado no puede cerrarles las puertas en la cara. Esos mismos países proveen de recursos naturales a ese mundo desarrollado y acoger a sus ciudadanos es de justicia elemental después de saquear sus riquezas durante siglos.

La joven Marina, hondureña de nacimiento, sufrió dos violaciones durante su periplo a Estados Unidos. Y múltiples vejaciones como hambrunas, golpizas, abandono. Es hora de que la patria de Truman Capote le abra su corazón a estos niños abandonados a su suerte para que acabe su pesadilla.



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