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General: La sana lucha por la desigualdad
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Resposta  Mensagem 1 de 7 no assunto 
De: carlos305  (Mensagem original) Enviado: 16/07/2014 04:53

La sana lucha por la desigualdad

El deseo individual de sobresalir forma parte de la naturaleza humana. Quien se destaca y triunfa merece nuestra admiración.

Comienzo por una anécdota. Me la relató la protagonista, una excelente médico cubana, especialista en implantes cocleares encaminados a devolverles la facultad de oír a niños sordos.

Hace unos cuantos años, al volver de las vacaciones, la esperaba el moralizante comité del Partido Comunista del hospital donde trabajaba. Se proponían reprenderla. Ella no sabía por qué. Pronto lo supo. Era culpable de una conducta impropia del socialismo: se había creado fama de ser la mejor cirujana en su especialidad. Se había destacado. ¿Existía alguna prueba? Por supuesto: sus pacientes prefirieron esperarla y durante su ausencia se negaron a ponerse en las manos de otros médicos.

La acusada escuchó pacientemente la regañina. Le explicaron que la revolución preconiza el trabajo en equipo y es refractaria al éxito egoísta de los individuos, práctica que aparentemente pertenece al ámbito del capitalismo despreciable.

La doctora replicó que nada había hecho para seducir a sus pacientes, salvo ser buen médico, pero secretamente tomó la decisión de escapar de un país dispuesto a castigar la excelencia en nombre del igualitarismo revolucionario. Desde hace unos años ejerce su profesión muy exitosamente en Miami.

Relato esta historia porque hoy, mientras los gobiernos, los partidos políticos y numerosos pensadores, colectivistas y no colectivistas, se preocupan por reducir la desigualdad, satanizan el lucro y esgrimen como bandera el Índice Gini, con el que suelen azotar a quienes se han enriquecido, los individuos, por la otra punta del análisis, luchan por descollar y acentuar las diferencias sociales.

Tienen razón los individuos. Tratar de sobresalir, intentar destacarse, luchar por ser mejores que los demás, diferentes a ellos, incluso más ricos, forma parte de la naturaleza humana y a todos nos conviene que así sea. Reprimir ese impulso, condenarlo moralmente e intentar igualar a los individuos es el camino más corto al fracaso general.

Más aún: como sabe cualquiera que haya observado con cierto cuidado el comportamiento de las personas normales, eso es lo común, lo sano, lo que nos impulsa todos los días a trabajar y a vivir. Sin ese estímulo íntimo, rabiosamente individualista, se genera el aniquilamiento del yo, diluido en medio de una pastosa marea de seres más cercanos al enjambre de abejas idénticas que a la especie competitiva, alerta y desigual a la que pertenecemos.

La autoestima, tan importante para el equilibrio emocional, depende de eso. Quienes están satisfechos consigo mismo poseen más posibilidades de ser felices y de crear riqueza para ellos y para beneficio del entorno en el que viven. Por el contrario, la sensación de mediocridad, y más aún de una cierta inferioridad relativa, suele abatir a quienes la sufren.

Cuando la depresión no tiene una causa fisiológica —un desequilibro hormonal o químico— el origen hay que buscarlo en el terreno oscuro de una autopercepción negativa. Son esas personas que no pueden o quieren levantarse de la cama a luchar porque su ego ha sido aplastado, y ni siquiera entienden qué les ha sucedido, más allá del malestar que las agobia.

Se equivocan los gobiernos, los partidos políticos y las instituciones religiosas en tratar de demonizar y penalizar la desigualdad. ¿Qué hacemos, intuitivamente, con quienes se destacan? En general, los admiramos. Los declaramos héroes y, si se tercia, los enriquecemos con nuestras preferencias. Puede ser un guerrero valiente, un artista excepcional, un deportista triunfador. Puede ser una persona dedicada a la filantropía, como la Madre Teresa, o a la creación de empresas, como Steve Jobs.

El héroe es alguien extremadamente desigual que ha realizado una hazaña poco común y eso lo convierte en un modelo ideal de comportamiento. A nadie le molesta (o debiera molestarle) que en procura de su singularidad el héroe llegue a convertirse en una persona muy rica, infinitamente más que la media, como sucedió con Picasso, con Bill Gates, con el tenista Rafa Nadal, con la cantante Beyoncé y con los miles de triunfadores que en el mundo son y han sido.

La palabra logro viene de lucro. La creación de riqueza, cuando ha sido ganada limpiamente, es una forma de merecido reconocimiento. El lucro no es un pecado, ni el logro debe ser un delito o un comportamiento censurable. Quien se destaca y triunfa, por el contrario, merece nuestra admiración, nunca nuestro desprecio



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Resposta  Mensagem 2 de 7 no assunto 
De: albi Enviado: 16/07/2014 06:14
y si, depende quién lucre y depende qué logre como en todas las cosas....aunque la palabra lucro no me suena inocente....en fin

Resposta  Mensagem 3 de 7 no assunto 
De: Margarita Enviado: 16/07/2014 12:00
Será la INSANA lucha por la desigualdad.
Decir la "sana" lucha por la desigualdad es como decir "la sana lucha por el desempleo y la pobreza" o "la sana lucha por el robo" o "la sana lucha por la lapidación de adúlteros y adúlteras" o "la sana lucha a favor de las violaciones" o "la sana lucha por la imposición religiosa"
En definitiva, luchar por la desigualdad es luchar por volver a las cavernas más que luchar por el progreso.
Forma parte de la lucha por la estupidez en la que algunos están empeñados. El gran problema del mundo es y ha sido siempre precisamente lo aberrantemente mal que está repartida la riqueza, porque la economía es lo que mueve la Historia y de lo que se trata es de que haya para que todos puedan vivir bien, no para que unos luchen a muerte contra otros por conquistar el botín.
Si hay no sólo pobres sino gentes que viven en la miseria y la falta de lo más elemental es, única y exclusivamente, porque otros tienen infinitamente más de lo que necesitan.

Resposta  Mensagem 4 de 7 no assunto 
De: Margarita Enviado: 16/07/2014 12:03
Será la INSANA lucha por la desigualdad.
 
 
Decir la "sana" lucha por la desigualdad es como decir "la sana lucha por el desempleo y la pobreza" o "la sana lucha por el robo" o "la sana lucha por la lapidación de adúlteros y adúlteras" o "la sana lucha a favor de las violaciones" o "la sana lucha por la imposición religiosa"
 
 
En definitiva, luchar por la desigualdad es luchar por volver a las cavernas más que luchar por el progreso.
 
 
Forma parte de la lucha por la estupidez en la que algunos están empeñados. El gran problema del mundo es y ha sido siempre precisamente lo aberrantemente mal que está repartida la riqueza, porque la economía es lo que mueve la Historia y de lo que se trata es de que haya para que todos puedan vivir bien, no para que unos luchen a muerte contra otros por conquistar el botín.
 
 
Si hay no sólo pobres sino gentes que viven en la miseria y la falta de lo más elemental es, única y exclusivamente, porque otros tienen infinitamente más de lo que necesitan.
 
 
 
 
 
 
 
 

Resposta  Mensagem 5 de 7 no assunto 
De: Quico º Enviado: 16/07/2014 22:28
Me choca mucho esto de "La sana lucha por la desigualdad" y es que luego, leo, Quien se destaca y triunfa merece nuestra admiración sigo leyendo y Oh sorpresa
Era culpable de una conducta impropia del socialismo y
pero secretamente tomó la decisión de escapar de un país dispuesto a castigar la excelencia en nombre del igualitarismo revolucionario. Y aquí, no es que ya no lea, es que pienso que como viene siendo costumbre, se miente
, porque destacar no es delito en el socialismo. La diferencia es que al contrario que en el socialismo se potencia el trabajo en equipo, por lo leído, esta "doctora" lo que quería era lucrase personalmente, cuando, para nadie es un secreto, los estudios que se hacen, sea el que sea, cuestan lo suyo al Estado cubano. Lo que significa que los estudios de la susodicha fueron costeados por TODOS los cubanos y si enriquecerse a costa de los demás ya es contrario al sistema socialista, más aun, si los estudios son a cargo del pueblo, esta "señora" es además de una cara dura, una ladrona y como tal debía ser procesada

Resposta  Mensagem 6 de 7 no assunto 
De: Quico º Enviado: 16/07/2014 22:31
Me choca mucho esto de "La sana lucha por la desigualdad" y es que luego, leo, Quien se destaca y triunfa merece nuestra admiración sigo leyendo y Oh sorpresa
Era culpable de una conducta impropia del socialismo y
pero secretamente tomó la decisión de escapar de un país dispuesto a castigar la excelencia en nombre del igualitarismo revolucionario. Y aquí, no es que ya no lea, es que pienso que como viene siendo costumbre, se miente
, porque destacar, no es delito en el socialismo. La diferencia es que al contrario que en el socialismo, que se potencia el trabajo en equipo, por lo leído, esta "doctora" lo que quería era lucrase personalmente, cuando, para nadie es un secreto, los estudios que se hacen, sea el que sea, cuestan lo suyo al Estado cubano. Lo que significa que los estudios de la susodicha fueron costeados por TODOS los cubanos y si enriquecerse a costa de los demás ya es contrario al sistema socialista, más aun, si los estudios son a cargo del pueblo, esta "señora" es además de una cara dura, una ladrona y como tal debía ser procesada

Resposta  Mensagem 7 de 7 no assunto 
De: albi Enviado: 17/07/2014 02:26
Eso no es asi en cuba y me consta.
Muchos casos deshauciados en argentina en la vista y otras enfermedades fueron atendidos en los años 80 en cuba por determinados especialistas, recomendados por la s mismas autoridades cubanas, exitosamente y sin cobrarle un peso.
En el caso de la vista eran derivados siempre al mismo cirujano ocular, señalado por ellos mismos como el mejor.
Los hospitales no eran hoteles, pero ten{ian la calidez que a los hoteles les falta, no cobraban un peso pero daban excelentes respuestas.
Creo que Fidel valoraba los equipos, pero reconoc{ia a los lideres, al menos en materia de salud.
saludos


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