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De: alí-babá  (Mensaje original) Enviado: 25/07/2014 05:49

COMO OPERÓ LA DICTADURA
Jornadas Cultura y Medios en Dictadura y Democracia 2008

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Jornadas Cultura y Medios en Dictadura y Democracia
7, 8 y 9 de mayo de 2008
Biblioteca Nacional - Auditorio Jorge Luís Borges

Capítulo 2 - Cómo operó la dictadura

Moderador: Martín Becerra - Panelistas: Raúl Timerman, César Gerbasi y Juan Carlos Cernadas Lamadrid

Martín Becerra: En esta Mesa expondrán César Gerbasi, que trabaja en la gerencia de ingeniería de Canal 7, especialista en temas técnicos del medio audiovisual. También Juan Carlos Cernadas Lamadrid, dramaturgo, fue director del teatro Alvear y trabajó en agencias de publicidad. Como autor ha escrito obras para televisión como “Los Miedos”. Raúl Timerman, quien en la actualidad tiene un programa en Radio El Mundo llamado “El hormiguero”, también ha trabajado y trabaja en publicidad y porta un apellido que es ineludible a la hora de referirse a la relación entre medios y dictadura militar.

Raúl Timerman: Mi apellido es Timerman. Jacobo Timerman era hermano de mi padre, y eran los únicos dos hermanos, o sea una familia muy chica. Y Jacobo Timerman era, además, uno de los dueños y director del diario La Opinión. Durante el proceso, lo que yo sentía era miedo, ése era el sentimiento dominante. Había situaciones en las que el miedo se me aliviaba. Era cuando, por motivos de trabajo, tenía que viajar al exterior, que sucedió con mucha frecuencia. Y sólo se me aliviaba el miedo cuando el avión empezaba a corretear y levantaba vuelo. Ahí sentía alivio, no antes. Uno de los primeros viajes que yo hice -esto es algo que mi esposa no sabe- fue a Europa, por un período relativamente largo. Nosotros acabábamos de tener nuestro primer hijo, que tenía dos o tres meses. A los dos o tres días de llegar a Bruselas, la llamé por teléfono y le dije que se venga. Recién ahora comprendí por qué la llamé por teléfono y le dije que se venga. Y que se venga con Jerónimo, que era nuestro primer hijo. Es porque tenía miedo por ellos. Ella para poder hacer el permiso de salir del país, tuvo que falsificar mi firma, porque no había otra manera de sacar a un chico. Ahora escucho hablar de la inseguridad y dialogando con el actual secretario de Derechos Humanos, Eduardo Luis Duhalde, me decía que en la historia de los secuestros, desde que empezaron, hubo 1.000 secuestros y 3 muertes. Durante el Proceso hubo más de 30.000 secuestros y 30.000 muertes. Yo ahora no me siento inseguro, como sí me sentía inseguro durante el Proceso militar. Una vez, una periodista de France Press le hace una entrevista a Mao (Tse Tung) y empieza a recorrer la historia china -3.000 añosa.c.- junto a la historia de las dinastías, y Mao le va contando. Después de 2 ó 3 horas de entrevista, le pregunta a Mao qué opina de la Revolución Francesa. Mao se queda pensando y dice: “Nohay perspectiva histórica, sucedió hace demasiado poco tiempo”. El Proceso, que sucedió hace mucho menos años, tiene, posiblemente, desde el punto de vista de la interpretación, sólo visiones parciales.

No hay una visión totalizadora del Proceso. Hay visiones parciales. Sin embargo, para poder ver cómo operó el Proceso, hice una síntesis.La dictadura operó secuestrando, torturando, matando, desapareciendo y robando bebes. ¿Por qué operó de esa manera? Porque necesitaba crear un estado de miedo. Yo tenía miedo porque me impusieron un estado del miedo. ¿Y para qué era necesario que la gente tuviera miedo? Era necesario que la gente tuviera miedo para que se inmovilice. La dictadura militar fue congeladora de la protesta social para poder aplicar un plan económico. Creo que ahí no hay una visión parcial, creo que hay un punto mínimo sobre el que hay que ponerse de acuerdo. Se aplicó un plan económico, y ese plan económico siguió vigente hasta que el modelo se hizo trizas el 19 y 20 de diciembre de 2001. Se cayó solo, pero duró 25 años. La ideología que aplicaron para poder generar ese estado de miedo fue la doctrina de la seguridad nacional. ¿Podían haber hecho otra cosa? Sí y no. Podían haber combatido la guerrilla con la ley. Pero entonces no hubiera habido miedo social. Porque a ley la gente no le tiene miedo. Y a eso, la gente le tiene miedo. El primer día del golpe, el 24 de marzo de 1976, sale el famoso comunicado número 19. Ese comunicado dice que habrá penas de hasta diez años de reclusión al que difundiere, divulgare o propagare noticias, comunicados o imágenes con el propósito de perturbar, perjudicar o desprestigiar la actividad de las Fuerzas Armadas, de Seguridad o policiales. Penas de diez años de reclusión. Hubo diarios cerrados, expropiados, medios clausurados, periodistas desaparecidos; pero a nadie le aplicaron este comunicado número 19. Nadie fue juzgado y le dieron 10 años de prisión. La práctica era secuestrar, torturar, matar, desaparecer, robar bebés. Acá ya contaron y hubo una pregunta de una persona con respecto al tema del Ente Autárquico Mundial 78 (EAM 78). Una de las cosas que hicieron fue con los medios del Estado. Los intervinieron y los dividieron. Canal 9 para el Ejército, el 11 para la Aeronáutica, el 13 para la Marina y el 7 dependía de Presidencia, que era del Ejército. Los programas de Canal 7 eran culturales -ballet, ópera en concierto-, es decir, una cultura insípida, y sobre fútbol y automovilismo ya que de eso el Estado tenía el monopolio. Canal 7 funcionaba en el edificio Alas, no existía el actual edificio de ATC. Eso se construyó con el EAM 78.

Costó 700 millones de dólares, de los cuales 100 millones se destinaron al Centro Producción Buenos Aires, que es hoy ATC. Terminado el Mundial, se produjo la mudanza, empezó a funcionar ATC ahí, y llamaron a alguien para que presente una propuesta de cómo debería ser el canal. El interventor era un coronel, Enrique Santos Paradelo, y le preguntaron a Montero, un productor que presentó una propuesta, lo siguiente: ”Montero, usted qué recomienda ¿salir a pelear el rating o aprovechar la entrada de camiones que tiene ATC y hacer un supermercado?”. Y decidieron salir a pelear el rating. Lo primero que hizo Montero, es contratar una agencia de publicidad, Lautrec, que fue la que inventó ATC y su imagen ¿A quién contrató Montero? A Mirtha Legrand, para hacer los almuerzos; a Hugo Moser, para hacer “Los hijos de López”, y a Andrea del Boca, para hacer “Andrea Celeste”, con libro de Abel Santa Cruz.
A Horacio Larrosa le dio la dirección informativa. Él inventó el noticiero “60 minutos”, que tenía como conductor a José Gómez Fuentes, a María Larreta y a Silvia Fernández Barrio. Durante la guerra de Malvinas, tenían como corresponsal en las islas a Nicolás Kasanzew. Durante la guerra, Canal 7 organizó el programa “24 horas de Malvinas”, con Cacho Fontana y Pinky donde se dedicaban a juntar cosas para enviar a los soldados. Ese programa tuvo 52 puntos de rating. Nunca se supo qué pasó con todo lo que se juntó en ese programa. A algunos medios gráficos, el Proceso militar los expropió. Y al resto de los medios los compraron entregándoles Papel Prensa. Estaba anunciado: el 3 de noviembre de 1976 se realizaría una asamblea de Papel Prensa donde se iba a regularizar una transferencia accionaria. Los dueños de las acciones eran los Gravier. David Gravier había sido socio capitalista de La Opinión. El día anterior había habido una reunión en el diario La Nación, donde quedó claro que el Estado no iba a permitir el traspaso de los testaferros a los Gravier y que éstos tenían que vender sus acciones. Estaban presentes: Máximo Gainza Paz, por el diario La Prensa; Héctor Magnetto, por Clarín; Bartolomé Luis Mitre, por La Nación y Patricio Peralta Ramos, por La Razón.

El único ingenuo fue Máximo Gainza Paz, que pensó que había que pagar por esas acciones, y entonces excusó a La Prensa de participar porque no estaba en condiciones financieras. “Estamos haciendo el nuevo edificio, nosotros no vamos a participar de esto”, dijo. El resultado fue que Clarín, La Nación y La Razón se quedaron con Papel Prensa. Nunca se pagó. Y hoy se sospecha que tiene un solo dueño, posiblemente éste sea el momento de mayor concentración de la prensa gráfica en el país. Sucedieron algunas cosas que a uno le llaman la atención, como la conducta de alguna gente que intervino en los medios durante y después del Proceso. Hay gente que mantuvo una línea. Si uno habla de Mariano Grondona o de Bernardo Neustadt mantuvieron una línea. A lo mejor si uno le pregunta a Grondona si había más libertad de prensa durante el Proceso que ahora es capaz de contestar: “Durante el proceso yo invitaba a un ministro y venía al programa, ahora no viene ningún ministro a mi programa”.Pero hubo gente que tuvo contradicciones. Si uno toma el programa que fue hecho por la Aeronáutica en Canal 11-programa que marcó una apología del Proceso-, llamado “Vídeo Show”, ese programa tuvo cuatro conductores a lo largo de sus tres años. Los conductores fueron Bernardo Neustadt, que no llama la atención; Cacho Fontana, que no llama la atención; Enrique Llamas de Madariaga, que no llama la atención, y Magdalena Ruiz Guiñazú, que sí llama la atención.

Pero bueno, como alguien dijo acá, es muy difícil exigirle a la gente que sea valiente. La gente se defendió y trató de sobrevivir como pudo en esas circunstancias y hay gente que empezó a ver las cosas después. Ernesto Sábato empezó a ver las cosas después. Magdalena empezó a ver las cosas después. Jorge Luis Borges empezó a ver las cosas después, mucha gente. A lo mejor, Jacobo Timerman también empezó a ver las cosas después.
Porque no era el mismo diario La Opinión antes del golpe o el primer período, que cuando empezó a publicar habeas corpus, o cuando matan a Edgardo Sajón, ex secretario de Prensa y Difusión de la Presidencia, o finalmente, lo secuestran a él. Pero hubo gente que la misma conducta la sigue teniendo hoy. Cuando a Jacobo Timerman la Universidad de Columbia le entrega el premio María Moors Cabot, hay un listado de gente en la Argentina como Claudio Escribano o Ernestina de Noble, propietaria del diario Clarín, que escribieron notas repudiando esa entrega. Algunos de ellos renunciando al premio que habían recibido años anteriores. Entrevistado en ese momento el decano de la Universidad de Columbia, dijo: “Me llama mucho la atención, ninguno de ellos devolvió los mil dólares de premios”.

Es decir, renunciaban al honor, pero no al dinero. Quería agregar algo más. Alguien mencionó aquí que se había establecido un mecanismo de censura y, efectivamente, se estableció un mecanismo de censura. Había un servicio de lectura previo gratuito que era para los editores de diarios, para que enviaran las notas y funcionaba en la casa de gobierno.

Para poder entender cómo operaba el sistema respecto a los medios, déjenme leerles una breve crónica de Ariel Delgado, en esa época periodista en radio Colonia, una radio argentina ubicada en la República del Uruguay, famosa por aquellos años por relatar muchas de las cosas que en Argentina no podían decirse. Delgado comienza diciendo: “Voy a contar la experiencia que tuve a partir del 24 de marzo de 1976 con el golpe de Videla, Massera y los otros. En esa época yo era director de radio Colonia y, además, tenía a cargo los principales informativos. Los tres panoramas informativos de la radio. El dueño de la radio en aquella época era Héctor Ricardo García, el mismo del diario Crónica. El 23 de marzo al medio día, 12 ó 13 horas antes de que se produjera el golpe, lo fueron a ver a García al diario Crónica, en Azopardo y Garay, dos militares, dos marinos. El capitán Carlos Carpintero, que estaba a cargo de lo que sería hoy la Secretaría de Medios de la Presidencia, y el capitán Carlos Alberto Busser. Hablaron con García, le dijeron que el golpe ya era inminente. Le dijeron que el golpe era cuestión de horas y que todas las radios argentinas iban a entrar en cadena, como era costumbre en aquellos años, y que la única radio que quedaba fuera del control de los militares era radio Colonia por lo cual le pedían colaboración. García me avisó. De cualquier modo ya todos lo sabíamos. Las radios argentinas entraronen cadena a las 3:21 a.m. del 24 de marzo de 1976. Ese mismo día, en el panorama de las 7 de la mañana, leí una noticia de la agencia norteamericana The Associated Press, la más grande del mundo, lo cual era absolutamente legal. La noticia decíaque Isabel Perón resistía ante el golpe -vale aclarar que era una resistencia verbal- y que un militar la zamarreó y se la llevaron. A los militares argentinos no les gustó que yo leyera esa noticia y para manifestar su disgusto, pues simplemente, secuestraron a García. Lo encapucharon y lo subieron a empujones al buque “33 Orientales” que estaba amarrado en el puerto. Ahí estaban también, Diego Ibáñez, Jorge Triaca, Carlos Menem y Lorenzo Miguel, entre otros. A García lo tuvieron 11 días encerrado en un camarote del barco, lo soltaron después y le explicaron que había que tener mucho cuidado”. Así operó el Proceso.



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Respuesta  Mensaje 2 de 6 en el tema 
De: alí-babá Enviado: 25/07/2014 05:49

César Gerbasi: Voy a intentar desarrollar una supervivencia de la dictadura, como prueba de estas cosas que se formulaban aquí acerca de cuáles fueron los intereses económicos a los que respondió. Esto todavía es algo que en términos de la polémica y del debate intelectual habrá que desarrollar en algún momento. A esa idea de que la dictadura fue la cabecera de un puente para consolidar un sistema económico todavía le faltan nombres y apellidos. Estos nombres y apellidos en algún momento habrá que ponerlos sobre la mesa. Intentaré caracterizar cómo funcionó esto en la televisión, que es mi especialidad. Y cómo hoy la estructura de medios televisivos que existe en la Argentina, particularmente en el interior de la Argentina, es un edificio sólidamente montado por los conceptos de la dictadura y cuya estructura, en general, es la Ley de Radiodifusión, que hoy está vigente y que, salvo algunas modificaciones, es la ley de televisión de la dictadura. Los gobiernos democráticos, por diversas razones -pero particularmente para no irritar a los medios de comunicación, a los canales de televisión, o mejor dicho a los propietarios de los canales de televisión-, no han modificado aquella ley. Parece increíble que hoy tengamos una ley que ni siquiera tiene los alcances tecnológicos incorporados, como el satélite o la retransmisión directa al domicilio. Todo eso no está incorporado porque la ley que hoy rige los medios de comunicación en la Argentina es la misma ley de la dictadura. Quiere decir que, además de dejar un campo minado, podemos decir que en algunos aspectos dejó una estructura tan sólidamente montada que aún hoy no ha podido ser destruida. Cuando uno piensa en la televisión como medio, más allá de los contenidos y de las polémicas que puede generar su oposición a cuestiones tales como la lectura o la profundidad que pueden tener otras expresiones artísticas, a mí me gustaría señalar un hecho que no ha sido suficientemente comprendido. La televisión es uno de los conceptos tecnológicos modernos tal vez más complejos, y que ha resultado gratuito para quienes lo consumen. Esto ha sido algo bastante novedoso si pensamos en el cine o si pensamos en cualquier otro desarrollo tecnológico ligado al medio audiovisual. De una u otra manera la televisión se introdujo sin necesidad de que el que la consumía tuviera que pagar mensualmente.

Amenaza
 
"La guerra sucia había terminado incluso antes de comenzar. Cuando la Junta tomó eI poder el Ejercito Revolucionario del Pueblo había sido aniquilado y los montoneros, domados, quebrados y posiblemente infiltrados en el nivel más alto. La guerra de la Junta no era una guerra; era pura y simplemente represión. De 1969 a 1979, según La Nación, los terroristas de izquierda habían matado a 790 personas. De 1971 a 1979 las fuerzas del gobierno o los paramilitares asesinaron o hicieron desaparecer al menos a 10.413 personas, la suma de lo casos reportados en Nunca Más v las muertes en supuestas batallas reportadas en los diarios. Sólo en el mes de noviembre de 1976 poco menos de veinte personas fueron asesinadas por la izquierda, mientras que seiscientas fueron asesinadas o desaparecidas por la derecha. En lodo el periodo de la guerra sucia, la Marina perdió once hombres: seis oficiales y cinco alistados. En la ESMA, donde cerca de 4.500 prisioneros murieron, el grupo de tareas 3.2.2 perdió un marino La izquierda nunca fue una amenaza seria, y los militares lo sabían. Una directiva escrita por Videla seis meses ames del golpe estimaba los miembros del Ejército Revolucionario del Pueblo entre 430 y 600. En abril de 1977 la Junta estimaba que la tuerza de Montoneros estaba entre las 2843 y las 2883 personas. Un año más urde un memorándum interno de la Junta se refería a la 'virtual aniquilación de las organizaciones subversivas con la pérdida de aproximadamente el noventa por ciento de sus cuadros'. Y la represión continuaba. La Junta exageró la amenaza montonera para tener una excusa para aniquilar a la izquierda argentina no violenta."

Tina Rosemberg, periodista norteamericana, en "Astiz, la estirpe de Caín", Documentos Página|12, marzo de 1998.

Esto por lo menos fue al inicio. En Estados Unidos la financiación por publicidad permitió que la gente no tenga que pagar para ver televisión. En Europa los canales fueron del Estado y el sistema de que el estado financiara la televisión, también permitía que nadie tuviera que pagar por ver televisión. Resulta que en la Argentina llegamos a un nivel de penetración de la televisión paga del 50%, ya sea la televisión de cable o la televisión directa vía satélite. Es una cifra que se da en pocas ciudades del mundo. Solamente es equiparable al número de Estados Unidos. De hecho, en las estadísticas de penetración de televisión por cable -en cantidad de abonados- viene primero Estados Unidos y después la República Argentina. Esto es lo que, en mi opinión, está ligado con la política de la dictadura. En este sentido es una supervivencia que aún hoy no ha podido ser atacada y que resulta difícil destruir. En general, las democracias se caracterizan por poner al servicio de todas las personas la misma cantidad de bienes básicos, independientemente de si esas personas son o no rentables. Ahora en la Argentina nos resulta muy difícil -después del proceso intelectual que comenzó con la dictadura pero no acabo allí- entender por qué en Europa hay trenes estatales. Es simple. En Europa hay trenes estatales porque la premisa es que el suizo que vive allá lejos, en la montaña, tiene los mismos derechos que el suizo que vive en los lugares urbanos de poder viajar a un precio razonable a su casa. Ése es un concepto absolutamente democrático. Las privatizaciones en la Argentina terminaron con este concepto. Lo repito porque a veces uno piensa: ¿por qué el Estado tiene que tener estas cosas? El Estado tiene que tener algunas de estas cosas para ponerlas al servicio igualitario del que los pueda tener, independientemente de cuál sea su condición económica, dónde vivan y cuáles sean sus hábitos. Esto fundamentó también la televisión. Cuando uno habla de la televisión pública en el mundo hay conceptos realmente diversos, pero hay un eje central: la televisión pública, en todos los países del mundo, tiene la obligación de llegar hasta el último habitante. Es eso lo que la define. Ni sus contenidos, ni su carácter cultural o de entretenimiento. Eso no está en juego. Con la televisión pública es el Estado quien brinda el servicio,y tiene la obligación de llegar hasta poblaciones insignificantes. La televisión privada no tiene esa obligación. Llega hasta aquellos puntos donde le resulta rentable. Empiezo por decir, entonces, que contrariamente a lo que se piensa de que el uso del aparato estatal de la dictadura era férreamente estatista, el artículo de la ley de Radiodifusión que hoy esta vigente es un párrafo bastante claro.

El Estado está para tapar los baches; allí donde sea negocio, donde haya actividad comercial, allí va la actividad privada y hace su negocio. O sea, de contenidos ni se habla aquí. El objetivo de la televisión es que haya televisión. Y el Estado la podrá prestar en aquellos lugares donde no decida prestarla la actividad privada. Este es uno de los pilares en que se basa la estructura de la televisión industrialmente en la Argentina. Esto es lo que se llama el principio de subsidiaridad del Estado, es decir, el Estado no está obligado a asegurar -según nuestros conceptos- la igualdad de la televisión para todos sus habitantes. Según estos conceptos, que son de la dictadura, el Estado tiene que prestar estos servicios solamente donde no puede prestarlo la actividad privada. Esto es una cosa gravísima, y también llama la atención que en los tres breves años de democracia, entre 1973 y 1976, y desde que se derrocó la dictadura hasta el día de la fecha, esto no haya sido modificado. Entonces más que un campo minado, nos dejaron un campo bastante robusto. Otra de las cuestiones que plantea el sistema de radiodifusión argentino -también único en el mundo- es que no puede haber redes. Es decir, la televisión estatal europea cuando comenzó se nutrió de redes. Lo mismo que veían los habitantes de Madrid lo ven en Barcelona con agregados locales. Estas son las redes públicas de televisión de todo el mundo, donde el canal de televisión estatal cubre todo el territorio nacional. Lo mismo ocurre en Estados Unidos, contrariamente a lo que se piensa. La televisión pública en Estados Unidos es muy poderosa. Es un sistema que se llama Public Broadcasting System y que, entre otras cosas, hace programas de una gran importancia cultural, y algunos de ellos muy conocidos. En Estados Unidos, más allá de las redes privadas de televisión, el mismo canal que está en Nueva York, está en Birmingham. Los canales estatales están en todos los Estados Unidos. En la Argentina, por esta misma ley, fueron prohibidas las redes. ¿Cuáles eran los argumentos que se esgrimían para prohibir las redes? Lo que se decía era que lo que se buscaba era fomentar la propiedad y la producción local. Si hubiera redes, la posibilidad de producción local sería muy insignificante porque todos los contenidos serían centrales. En rigor de verdad, se prohibían. Esto nunca dio resultados. Al día de hoy, en la mayor parte de las provincias argentina, el que no está abonado al cable puede ver un solo canal de televisión.


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Estos canales de televisión eran manejados por empresarios locales y estos empresarios locales armaban su programación, no concontenidos locales, obviamente, sino con parches de lo que más le convenía del canal de Buenos Aires. Con lo cual, aquel objetivo de la televisión regional, federal, donde toda la gente pudiera aportar contenido desde su propio lugar, no existió nunca. Lo único que le importaba a la dictadura de este proceso era no monopolizar los medios para que no haya poder informativo. Y por eso sustituyeron de esta manera. Crearon un sistema mediante el cual haya un sólo empresario por lugar, en la mayor parte de los lugares, que se mantiene inclusive hasta hoy. Muchas de las provincias argentinas solamente tienen un canal de televisión estatal porque a los privados no les interesa poner un canal en Rawson; entonces hoy hay una estructura mínima de televisión. Mientras el mundo tenía tres o cuatro opciones, acá se creó el fundamento de la televisión por cable porque el señor de San Juan que hoy no se abona al cable tiene como único recurso ver lo que un canal de televisión dictamina que él vea. Entonces ahora aparece esta estructura, esta es la razón y la causa del crecimiento de la televisión por cable. Esto, que en cualquier país del mundo es un sistema complementario, donde aquellos que tienen más recursos y quieren mayor información, mayor programación segmentada, entretenimientos, etc. se abonan a un sistema que es complementario de sus gustos. Pero aquí el sistema de televisión por cable, en el interior de la República Argentina, no es complementario, es obligatorio. Si alguien quiere estar informado verdaderamente tiene que estar asociado a un sistema de televisión por cable. Porque el déficit informativo que tenía y tiene esta ley, fue provocado por la dictadura. Por dos razones: para crear un déficit informativo, y para crear un vacío de poder de difusión, con lo cual era muy fácil discutir de mano a mano con un empresario en San Juan, con otro en Mendoza, con otro en Salta y con otro en Jujuy, y someterlos en forma individual. Esto hoy, algo más o algo menos, está intacto. Prácticamente no se han llamado a licitaciones en ninguna de las provincias.

Un elefante ocupa mucho espacio

"Las prohibiciones se instalaron en todo el ámbito educativo y cultural. Las famosas “listas” con los nombres de escritores, compositores y artistas “no autorizados” circulaban por radio, TV, diarios, librerías y escuelas. Se los hacía “invisibles”, “no audibles”, “no estaban”. En un libro de reciente aparición se relata la quema de la colección del Centro Editor de América Latina, (CEAL), una de las mayores del país. Otro ejemplo es sobre la prohibición de literatura infantil. En 1976 se edita el libro para niños, Un elefante ocupa mucho espacio, de Elsa Bornemann que gana premios internacionales. Un año después era prohibido en la Argentina por relatar una huelga de animales."

[ Fortunato Mallimaci - La dictadura argentina: Terrorismo de Estado e imaginario de la muerte ]


Respuesta  Mensaje 3 de 6 en el tema 
De: alí-babá Enviado: 25/07/2014 05:52
ALFREDO ASTIZ ROMPIÓ EL CÓDIGO DE SILENCIO IMPUESTO EN LA ARMADA
"La Armada me enseñó a matar"
 
El "Angel Rubio" reconoció que se secuestró, torturó, asesinó, se robaron y mataron bebés, calificó al general Balza de "cretino" y habló de su relación con el ex montonero Galimberti. "Yo soy el hombre mejor preparado técnicamente en este país para matar a un político o a un periodista, pero no quiero" afirma.

Alfredo Astiz, el "Cuervo", el "Angel Rubio" de los años de la muerte, vuelve a amenazar con matar, pero no quiere, dice.
 
Firmenich, el más odiado. 
"Se me escapó por cinco minutos".

Respuesta  Mensaje 4 de 6 en el tema 
De: alí-babá Enviado: 25/07/2014 05:54
"La Armada me enseñó a matar"
 
El "Angel Rubio" reconoció que se secuestró, torturó, asesinó, se robaron y mataron bebés, calificó al general Balza de "cretino" y habló de su relación con el ex montonero Galimberti. "Yo soy el hombre mejor preparado técnicamente en este país para matar a un político o a un periodista, pero no quiero" afirma.

Alfredo Astiz, el "Cuervo", el "Angel Rubio" de los años de la muerte, vuelve a amenazar con matar, pero no quiere, dice.
 
Firmenich, el más odiado. 
"Se me escapó por cinco minutos".
 
La armada mató a Edgardo Sajón. 
Según lo reconoció el "Angel".
 
 
Por Luis Bruschtein 
"Los limpiaron a todos, no había otro remedio". Como el retrato hablado de un asesino profesional, Alfredo Astiz responde en una entrevista con la periodista Gabriela Cerruti en el último número de la revista Tres Puntos y describe con naturalidad y quizás sin darse cuenta lo que la Armada siempre quiso ocultar: que se trató de un plan de exterminio, orquestado por las juntas de comandantes. "La Armada me enseñó a destruir, a poner bombas, a infiltrarme, a matar", dice el capitán retirado, quien califica al jefe del Ejército, general Martín Balza, de "cretino", al presidente Carlos Menem como "el peor de todos" y a Hebe de Bonafini como "subversiva". Tras sincerarse ante la periodista, llega la advertencia: "Yo soy el hombre mejor preparado técnicamente en este país para matar a un político o a un periodista. Pero no quiero".  
  La entrevista donde Astiz parece romper los códigos de silencio y complicidad que funcionaron en la Armada se desarrolló en Córdoba 622, donde se encuentra el Hotel Naval. La periodista dice que ella cree que "secuestraron, torturaron, asesinaron gente, entre ellos bebés, que hay desaparecidos, que hubo campos de concentración" y Astiz responde con una sonrisa tranquila: "Yo también creo todo eso" pero que la cifra no pasa de muchos más de los 6500. "Están locos los que dicen que eran treinta mil --afirma--, también deliran los que dicen que están viviendo en México. Los limpiaron a todos, no había más remedio". 
  El asesino entrenado asegura que "las Juntas fueron cobardes, no se bancaban salir a decir que había que fusilarlos a todos", pero poco acostumbrado a cuestionar las decisiones de sus superiores, termina dándoles la razón y los compara con el dictador español Francisco Franco, al igual que algunos hacen ahora con Menem por su propuesta sobre la ESMA. Recuerda que Franco dictó la pena de muerte contra dos miembros de la ETA. "Hubo movilizaciones en la calle, de todo, hubiera sido una locura tenerlos más tiempo encerrados". 
  Astiz explica que su función era la de capturar enemigos y asegura que sólo mató a los que enfrentó en combate. Sobre la ESMA afirma que "era el lugar para encarcelar al enemigo, pero lo que ellos no quieren contar y por eso no habla la mayoría de los sobrevivientes de la ESMA, es que la mayoría de ellos colaboraba, y hasta nos teníamos afecto" y agrega: "Yo a algunos montoneros los respeto, les llegué a tomar afecto". 
  El militar retirado insiste con obsesión en su retrato de asesino programado: "Hubiera torturado si me hubieran mandado. Yo digo que a mí la Armada me enseñó a destruir. No me enseñaron a construir, me enseñaron a destruir. Sé poner minas y bombas, sé infiltrarme, sé desarmar una organización, sé matar. Todo eso lo sé hacer bien. Yo digo siempre: soy bruto, pero tuve un solo acto de lucidez en mi vida, que fue meterme en la Armada". 
  Como profesional de la muerte, reconoce que respeta a los Montoneros, que eran sus enemigos, pero que "el único odio fuerte que tengo en mi vida es a Firmenich" y recuerda con emoción que una de las veces que regresó llorando de uno de los operativos donde se secuestraban y asesinaban hombres, mujeres, niños y ancianos fue "cuando se me escapó por cinco minutos. Lo teníamos ahí, y si lo agarrábamos lo hacíamos mierda". 
  "Me acuerdo de operativos jodidos, que no me tocaron a mí, como el de Rodolfo Walsh o el de Edgardo Sajón", rememora. Pero Sajón no era montonero, sino que había sido secretario de prensa durante la dictadura del general Alejandro Agustín Lanusse y su secuestro y asesinato nunca fue reconocido por la Armada. 
  Según testimonios de los sobrevivientes, los marinos bromeaban de que en la ESMA existía la "Sardá", donde se llevaban los bebés y niños secuestrados en los operativos y donde las prisioneras daban a luz y los bebés eran entregados en adopción ilegal a miembros de la fuerza. Astiz niega haber secuestrado niños o bebés. "Me opuse mucho --dice-- esa fue una de mis grandes discusiones. Yo devolví bebés, era una regla básica que teníamos con los Montoneros, ellos no se metían con los nenes ni con las familias". 
  Astiz se ofende cuando le dicen que podían haber discutido las órdenes ilegales. "Yo no discutía, primero porque soy militar de alma --explica-- y lo primero que me enseñaron es que hay que obedecer a mis superiores. Pero, además, porque estaba de acuerdo, eran el enemigo. Tenía mucho odio adentro. Habían matado a dos mil de los nuestros". Entonces pregunta: "¿Sabés por qué mata un milico? Por amor a la Patria, por machismo, por orgullo, por obediencia. Si todo eso no está muy alto, uno no sale todos los días a hacer su trabajo". 
  Para justificar esta idea de su trabajo señala que todos los días había operativos, que el miedo era constante y que la única forma de afrontarlo era de esa manera. "Estuve en cuatro guerras --se enorgullece-- y en más de 30 combates", lo cual no parece un gran número para cuatro guerras o quizás no considera combates los operativos de secuestro. Recuerda que estuvo en Malvinas, donde se rindió sin presentar batalla, "estuve en la guerra contra la subversión, estuve infiltrado en la línea enemiga con los chilenos, cuando se decía que no había guerra y estuve de observador en Argelia". 
  "Esta es mi quinta guerra --se resigna--, quedarme callado, haber aguantado todo este tiempo sin decir nada. Porque si yo quisiera, ¿sabés qué? Yo soy el hombre mejor preparado técnicamente en este país para matar a un político o a un periodista. Pero no quiero. Apuesto a este sistema. Aunque no me conviene, a mí me conviene el caos, yo me sé mover mejor en el caos. Pero creo en la democracia". 
  Más adelante relata casi como una advertencia que "todos los días vienen a verme camaradas a decirme justamente vos, no puede ser, tenés que liderar un levantamiento. Y yo les digo que no, pero ya no se les puede explicar más. ¿Cómo le explico a la gente joven? Por eso creo que (el general Martín) Balza es un cretino. ¿Cómo va a decir que hay órdenes que no hay que obedecer?, no existirían las Fuerzas Armadas si eso fuera cierto". 
  Astiz niega que existan archivos por la cantidad de gente que pasó por la ESMA, pero de todos modos dice que cuando se ordenaba un secuestro les daban una carpeta con los antecedentes de las víctimas. La periodista le recuerda que los sobrevivientes denunciaron torturas y todo tipo de vejámenes. "Era la guerra --responde el marino argentino--. ¿Y ellos no estaban locos con lo de la pastilla de cianuro?" Apunta que esa pastilla la inventó Firmenich. "Por eso también lo odio" ya que como jefe militar "debería haberse suicidado dignamente después de toda la gente que murió por órdenes suyas". Sin embargo, insiste en que se lleva bien con algunos montoneros. "Algunos son amigos míos" afirma. Y relata que "el otro día me encontré con (Rodolfo) Galimberti en un bar, vino y se sentó a mi mesa, pero llegó un amigo mío y no pudimos charlar mucho". 
  El marino no se arrepiente de nada y acusa a Scilingo de traidor y no acepta que se lo trate de traidor por haberse infiltrado en las Madres de Plaza de Mayo para dirigir sus secuestros en 1977, junto con el de las monjas francesas. "Yo no las traicioné, porque no era uno de ellas y me di vuelta. Yo lo que hice fue infiltrarme, y eso es lo que no me perdonan. Cuando me acusan de otras cosas me enojo, pero de eso me río". 
  Algunos de los sobrevivientes aseguran que luego del secuestro de las Madres y las monjas, Astiz se preocupaba para que no salieran con vida, por temor a sus testimonios. El capitán mimado de la Armada Argentina asegura que se infiltró, pero que no participó en el secuestro. De la misma manera niega haber asesinado a Dagmar Hagelin y que el jefe del operativo era otro de quien se niega a dar el nombre. 
  "¿No le da asco pensar que se infiltró en un grupo de madres que pedían por sus hijos desaparecidos?", pregunta la periodista Gabriela Cerruti. "Eran montoneras --responde--. Yo respeto a los que piden por sus hijos desaparecidos, pero las Madres lo usan para comerciar, por dinero o por política, ¿vos respetás a Hebe de Bonafini?". "Por supuesto", contesta ahora la periodista y Astiz agrega: "Pero es subversiva, ella no quiere el orden democrático". Cerruti insiste: "Son madres que lucharon solas contra una dictadura". Y Astiz vuelve a la carga: "Yo respeto a (Graciela) Fernández Meijide, porque le secuestraron a un hijo. Pero ¿Alfredo Bravo?, a Bravo no le secuestraron ningún hijo". 
  Astiz amenaza con que alguna vez piensa en escribir un libro, "pero es una tara que tengo --reconoce, me duele la mano de agarrar la lapicera". Entonces consciente en que "pasaron cosas horribles. No hace falta saber. Los que quieren saber son morbosos. Los montoneros saben lo que pasó y nosotros también". 
  Cuando le preguntan por qué habla tanto de los Montoneros y no del ERP, admite de hecho que hubo un plan de exterminio concebido desde las cúpulas: "Nos dividimos el trabajo con el Ejército, ellos contra el ERP y nosotros contra los Montos. Era natural. La Marina es gorila, antiperonista y anticatólica. Y los Montoneros eran peronistas y católicos". 
  "Este presidente es el peor de todos --reflexiona--. Mucho 'hermanito, hermanito' y después te mata, me pasó a retiro, que no lo había podido hacer (Raúl) Alfonsín". El tema de los periodistas le preocupa. Para los periodistas ahora parece que no existió la subversión. Tienen que cuidarse, van a terminar mal. Es como ahora con el tema de José Luis Cabezas. está bien, lo mataron, pero no es para tanto". Astiz subraya que no es el primer periodista muerto en democracia, que el primero fue "ese que tiraron al Riachuelo, encadenado al auto, Bonino o algo así". 
  Cansado por el hostigamiento de la gente en la calle, advierte que "las Fuerzas Armadas tienen quinientos mil hombres preparados técnicamente para matar. Yo soy el mejor de todos. Siempre me vienen a ver. Yo les doy siempre el mismo mensaje: tranquilícense, hay que esperar, pasó en todos los países. Pero no sé hasta cuándo".

Respuesta  Mensaje 5 de 6 en el tema 
De: alí-babá Enviado: 25/07/2014 06:00

Respuesta  Mensaje 6 de 6 en el tema 
De: alí-babá Enviado: 25/07/2014 06:01
y muchas cosas mas imposibles de poner en palabras.


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